Editorial

El frágil bienestar de muchos chilenos

La proporción de quienes piensan que la situación económica será mejor que la actual tuvo uno de los mayores descensos, 53%, en comparación con el 61% de 2018, un cambio en la curva que venía mostrando una tendencia al alza desde el año 2016.

Por: Editorial Diario Concepción 29 de Mayo 2019
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Desde el año 2016 se ha venido explorando la percepción de bienestar de los chilenos, una más bien tardía medición de uno de los factores implícitos de la Constitución de cualquier país, como es  la búsqueda de la felicidad. El actual indicador es el  Índice de Bienestar, que tiene como objetivo dimensionar  la percepción de aquello tienen quienes viven en Chile, considerando tres componentes principales: salud, finanzas y estilo de vida.

El Índice de Bienestar en su versión 2019 revela que el nivel de satisfacción con el bienestar personal descendió al 26%, lo que implica una caída de 8 puntos porcentuales con respecto al año pasado, que mostraba un 34%. Al mismo tiempo, es la cifra más baja desde que se aplica este instrumento: en 2016 el porcentaje de quienes se declaraban “muy satisfechos” en cuanto a bienestar fue de 29%. De hecho, este porcentaje venía en ascenso sostenido desde el año inicial, pero sufrió una brusca caída la medición publicada recientemente.

Es necesario observar, sin embargo, que uno de los  principales elementos que inciden en la insatisfacción se relaciona con aspectos financieros y de proyección económica. De esa manera,  bajó el porcentaje de quienes dicen que pueden destinar una parte de su presupuesto a realizar actividades que disfrutan, desde salir a comer a actividades culturales y turismo,  12  puntos porcentuales menos que el año pasado.

Podría ser igualmente preocupante que las opiniones de los encuestados no se detengan en  la realidad contingente, sino al futuro mediato, así,  las proyecciones que se hacen sobre la situación económica en los próximos cinco años resultan desalentadoras. La proporción de quienes piensan que será mejor que la actual tuvo uno de los mayores descensos,  53%, en comparación con el  61% de 2018, un cambio en la curva que venía mostrando  una tendencia al alza desde el año 2016.  Los que consideran que la situación será peor suben al  7%, la mayor cifra desde el inicio de esta  medición. En las ciudades de Concepción y Talcahuano, el sector financiero mostró así mismo una notable disminución de  la capacidad de ahorro, de 12% a 4%, y aumento de la disconformidad con las remuneraciones que reciben por su trabajo actual, pasando de 11% a 27%.

Las cifras negativas pueden estar relacionadas con la mayor información, que permite transparentar la evidente  inequidad en los ingresos, una desigualdad que persiste como un fenómeno preocupante y el rol del Estado en proveer servicios básicos, que  deja fuera de protección a un segmento mayoritario de la población descrita como perteneciente al  sector medio bajo, de ese modo, el coeficiente GINI del Banco Mundial ubica  a Chile entre los países más desiguales.

Los resultados de la encuesta muestran igualmente aspectos positivos, en cuanto a la satisfacción con su salud personal, tanto los habitantes de Concepción como de Talcahuano exhiben un alza  muy importante, del 9% a 20% y en lo que respecta a salud familiar, que aumentó de 17% a 34% y con su estilo de vida, cuya conformidad aumentó de 14% a 27%.

Resulta evidente el peso del factor económico en el bienestar de la ciudadanía, el nivel de ingresos en general es insatisfactorio y de él deriva una cascada de inequidades de diverso tipo, es un factor que no puede atenuarse con medidas parciales y efectistas, hay algo profundamente injusto en la asignación de valor al trabajo de los chilenos.

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