Es muy posible que nadie haya estado demasiado lejos de este diálogo, con notables diferencias de interés, pero casi nadie ajeno al tema; el Metro de Concepción, ya está en el subconsciente colectivo penquista y en el de las zonas aledañas, que pueden visualizar el resto de su viaje cuando los medios de acercamiento les deje cerca de sus estaciones terminales, para llegar al centro de la ciudad sin las penurias presentes en la actualidad, o a los citadinos que dejen sus automóviles, ya que se trata no sólo de llegar al centro, sino, además, encontrar un sitio donde estacionarse.

Lo transversal del cambio de ideas sobre este recurso, que hace menos de un par de años estaba en el ámbito de lo utópico, expresa su potencial, progresivamente más cercano al terreno de lo posible. Este medio ha dejado abierta la posibilidad de expresar ideas sobre este gran proyecto a toda suerte de interlocutores, expertos tanto como usuarios, personas que piensan que esta es una gran idea, tanto como otras que discrepan. En el resumen, todas esas ideas van a contribuir a tomar la mejor decisión basada tanto en los aspectos positivos que habría que reforzar como en los opuestos, a los cuales habría que prestar la debida atención.

Sin embargo, el Metro, en sí mismo, es sólo parte de un complejo sistema que se inserta en el así descrito Plan Estratégico de Transporte del Gran Concepción, la hoja de ruta que utiliza el MOP para programar las obras de infraestructura que se desarrollarán en la zona. El plan vigente data de 2005 y es el responsable de la creación de los actuales corredores de transportes, la costanera de Chiguayante, el puente Bicentenario y el Industrial, por mencionar algunos, ha llegado el momento de actualizarlo, las consecuencias negativas que la ciudadanía experimenta son debidas a su obsolescencia, bien en su momento, insuficiente ahora.

La iniciativa que se encuentra en estudio, según lo confirmado recientemente por la ministra Gloria Hutt, considerará también el análisis de un Metro en Concepción. A mayor abundamiento, el seremi del ramo, Jaime Aravena, indica que el nuevo plan deberá plantear la creación de al menos 360 kilómetros de nueva infraestructura vial para distintos modos de transportes, incluyendo medios, como la bicicleta y otros.

También, se ha expresado que se trata de un estudio, que puede o no resultar en la construcción de un Metro, pero el hecho objetivo es que al menos esa posibilidad será evaluada en sus justos y propios méritos, que hasta la fecha la discusión ni siquiera estaba en la agenda e, incluso, se le había descartado de plano.

Antes de proseguir con la encuesta de opiniones, hay que dejar establecido que el Metro es sólo una parte de la solución para el transporte local, que tiene que haber un sistema integrado, el cual requiere de la construcción de nueva infraestructura vial para modos tradicionales, de igual modo para infraestructura ferroviaria , además de infraestructura para nuevos modalidades como ciclovías u otros, de esa manera el Metro podría expresar todo su potencial, sin esa visión, la propuesta es atractiva, pero insuficiente y posiblemente no justificable.

Tiene que haber acuerdo y gestión para hacer este estudio a la brevedad, partiendo ahora, si todo sale bien, estamos a casi dos decenios de poner este sistema en plenitud al servicio de los usuarios.