Editorial

El esperado Plan de Desarrollo Regional del Bío Bío

Es justamente lo que la ciudadanía requiere, tener un proyecto de futuro, la tan reclamada carta de navegación, que se diferencia con toda claridad de acciones basadas en la contingencia, la tarea no siempre productiva de ir haciéndose cargo de lo que aparezca como más urgente.

Por: Editorial Diario Concepción 24 de Abril 2019
Fotografía: Raphael Sierra P.

Los penquistas se han encontrado con esta situación muchas otras veces, la coyuntura de presentar nuevamente su lista de agravios, la presentación de la factura por promesas electorales incumplidas, los proyectos dados por aprobados y devueltos, por algún motivo no del todo convincente, a las carpetas, por tiempo indefinido. El motivo de este renacer de esperanzas suele estar asociado a nuevas autoridades, a cambios generales en el gobierno, o a alguna situación marcadora de cambio de rumbo.

Es el escenario ante el nuevo intendente regional; tener que hacerse cargo a breve plazo de muchas de estas circunstancias, una instancia para la cual ciertamente debe haber estado preparado y ante la cual es preciso hacer las debidas precisiones; la primera es recordar el papel del intendente, quien, según el Artículo 1° de la Ley Nº 19.175, Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional, está encargado del Gobierno interior de la Región  y es el representante natural e inmediato del Presidente de la República en el territorio de su jurisdicción.

Por lo tanto, su primer compromiso es con el ejecutivo, no con una base de electores, si ese fuera el caso. Sin embargo, una parte considerable de su tarea, más allá de las líneas establecidas por el Gobierno, son sus sensibilidades para representar al Ejecutivo la realidad más cercana de la ciudadanía y las necesidades más acuciantes de la Región y los problemas que ésta tiene, en un cuidado orden de jerarquías, en cierto modo un mediador que puede aumentar significativamente el impacto de las políticas públicas.

En ese contexto, la temprana reunión del Intendente con el titular del Ministerio del Interior, Andrés Chadwick y el subsecretario Rodrigo Ubilla, con el fin de examinarlos desafíos regionales y el foco en el diálogo y la unidad en torno al Plan de Desarrollo Regional del Bio-Bío, como declarara posteriormente Sergio Giacaman, resulta particularmente relevante.

Es justamente lo que la ciudadanía requiere, tener un proyecto de futuro, la tan reclamada carta de navegación, que se diferencia con toda claridad de acciones basadas en la contingencia, la tarea no siempre productiva de ir haciéndose cargo de lo que aparezca como más urgente y tomar control de un futuro ordenado, con metas, plazos e indicadores de progreso, aunque se deje el necesario espacio para las contingencias. Iniciativa que, en los términos del Intendente, se puede trabajar basada en el diálogo y en colocar en el centro a las personas.

Como se ha observado reiteradamente, es clave para el éxito de este enorme proyecto que simultáneamente se cumplan dos requisitos; el primero es la capacidad de articular los equipos a cargo, lo cual a su vez requiere de un cuidadoso diseño de los equilibrios, según Giacaman “equipos con los parlamentarios y los partidos de la coalición. Hacer coalición significa mantener los equilibrios, sobre todo fortalecer la unidad y enfrentar los desafíos que tenemos como Región de todos”, el segundo, es no perder contacto con la gente, un aspecto que el perfil del Intendente permite augurar como sin dificultades.

Son tiempos de mucha actividad política partidista, en plazos acotados, aun así, tendría que haber un espacio para que los ciudadanos sigan sintiendo que son el centro de las preocupaciones, un Plan que permita saber para donde vamos.

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