La función del Pacyt implica una masa crítica de empresas, agentes e individuos trabajando en sectores y actividades determinadas, donde las ideas y sus aplicaciones afluyen y se suceden con impacto en la productividad, en el empleo y en bienestar para todo el tejido social.
El proyecto Parque Científico y Tecnológico (Pacyt) impulsado desde su inicio por la Universidad de Concepción, es de aquellos que pueden resultar en un punto de inflexión, un vigoroso salto hacia adelante en el desarrollo regional, una audaz apuesta a futuro, como deben ser las grandes iniciativas, por encima de los cálculos a corta distancia.
El rector de la UdeC ha descrito este proyecto como el más provocador de los últimos años, para una nueva proyección de la Región y la ciudad, al retomar el impulso del proyecto con la Comisión de Ciencia y Tecnología del Consejo Regional y la Corporación Parque Científico y Tecnológico del Bío Bío (Pacyt) y la vicerrectora de Investigación y Desarrollo de esa casa de estudios.
Simultáneamente, se ha seguido trabajando, aprovechando todas las instancias de vinculación de la Universidad, en la búsqueda de empresas nacionales e internacionales, logrando contactos directos que permiten proyectar el futuro del Pacyt. En términos del rector, existe un compromiso y trabajo sistemático de las instituciones socias del parque “para llevar adelante este proyecto emblemático para nuestra región y el país”.
El aspecto de más relevancia en el transcurrir de esta iniciativa ha sido la aprobación por parte del Consejo Regional de Gobierno de los fondos para el Parque con una cifra cercana a los 13 mil millones de pesos, como aporte del Gobierno Regional para concretar el proyecto y en la contraparte, el compromiso del asentamiento armónico en los terrenos a urbanizar en los predios contiguos al campus de la Universidad de Concepción, 25 hectáreas de un total de 90, siendo las restantes lagunas artificiales, áreas verdes y lugares destinados a la conservación de flora y fauna.
Es importante considerar que esta iniciativa tiene precedentes anteriores y exitosos en muchas partes del mundo, donde se pudo vencer el escepticismo y la inercia y hacer uso apropiado de las capacidades y sinergismos disponibles, desde los llamados polos de desarrollo, hasta la conformación de espacios donde se localizan empresas de nuevas tecnologías para atraer proyectos de nuevo contenido industrial y establecer núcleos de innovación, con el concurso de las universidades, los centros de investigación públicos y las empresas, los que se mezclan en proporciones diferentes.
La función del Pacyt implica una masa crítica de empresas, agentes e individuos trabajando en sectores y actividades determinadas, produciéndose una reacción en cadena donde las ideas y sus aplicaciones afluyen y se suceden con rapidez, con impacto inmediato en la productividad, empleo y en bienestar para todo el tejido social. Es esto lo que el Core ha entendido y lo que Universidad asume como compromiso.
Hace pocos días, el Ministro de Obras Públicas ha firmado los documentos que actualizaban la adjudicación de faenas de urbanización del Pacyt, un significativo paso para llevar adelante una iniciativa que requiere lo mejor del capital humano regional, una gestión eficiente y abierta, donde deberían actuar con generosidad y convencimiento todas aquellas entidades que potencien su desarrollo. No es una tarea para portadores de un corazón pequeño.