La dura realidad del suicidio de adultos mayores
10 de Marzo 2019 | Publicado por: Editorial Diario Concepción
Las causas de esta decisión terminal, son tan graves como la determinación; la desesperanza y la soledad han sido señaladas como algunos de los factores que pueden incidir, además de la condición de salud mental.
Hechos recientes, que tocan particularmente a nuestra región, han producido una natural consternación, y algunas respuestas a nivel de gobierno, por lo menos en las declaraciones, se ha producido una movilización ante una realidad no siempre reconocida: los mayores de 80 años tienen la tasa más alta de suicidios del país, con 17,7 suicidios por cada 100 mil habitantes, seguido por las personas de entre 70 y 79 años, que tienen una tasa de 15,4. El promedio nacional es de 10,2, según un estudio realizado el departamento de Gerontología de la U. Católica, una de las tasas más altas de Latinoamérica
Puede ser que esta realidad sea subvalorada, pensando que esas edades avanzadas son excepcionales, pero las cifras van precisamente en sentido contrario, es sabido que la población mundial está envejeciendo rápidamente. Entre 2015 y 2050 la proporción de la población mundial mayor de 60 años se multiplicará casi por dos, pasando del 12% al 22%.
La salud mental y el bienestar emocional son parte indispensable de la calidad de vida de las personas y en los mayores estas condiciones se encuentran en riesgo, así los trastornos neuropsiquiátricos representan el 6,6% de la discapacidad total en este grupo etario, en términos mundiales aproximadamente un 15% de los adultos de 60 años o mayores sufren algún trastorno mental.
Además, en los adultos mayores se observa un progresivo deterioro de los sistemas orgánicos, aunque la magnitud de ese fenómeno varía significativamente según las condiciones ambientales, entendiendo por aquello, el entorno familiar y social, la situación socio económica y las políticas públicas sobre el particular. En la actualidad, muchos chilenos de la tercera y cuarta edad realizan aportaciones valiosas a la sociedad como miembros activos de la familia, voluntarios y participantes activos en la fuerza de trabajo, aunque también muchos lo hacen por sobre patologías parcial o deficientemente atendidas.
Las causas de esta decisión terminal, son tan graves como la determinación, la desesperanza y la soledad han sido señaladas como algunos de los factores que pueden incidir, una de las investigadoras del estudio aludido sostiene que “la persona que tiene escasa red social tiene más posibilidad de suicidio”, sumado al hecho que en muchos casos, como en los últimos conocidos, a la soledad se agrega la percepción de ser una carga para la familia.
Se ha informado igualmente que hay algunas diferencias de género;_del 88% del total, los que más se suicidan en Chile son los hombres, los más proclives a la pérdida “de la identidad social” cuando se jubilan. En un país con la mayor esperanza de vida de la región, donde las mujeres viven en promedio 85 años y los hombres 80, la vida de los 2,8 millones de adultos mayores, el 16,2% de la población, tiene dificultades crecientes que no han sido asumidas adecuadamente, ni por las personas, ni por las comunidades o las autoridades pertinentes, no se termina de entender que se trata de un problema actual, mayor y en rápido incremento.
Es del tipo de situaciones que desafían a la sociedad en su conjunto, pero desde ya hay que comprometerse con las realidades cercanas, en nuestros propios ámbitos, tomar los resguardos, acercarse a la información, asumir responsabilidades, no sirve optar por mirar a otro lado.