Aportes faltantes para investigación y desarrollo
05 de Marzo 2019 | Publicado por: Editorial Diario Concepción
No hay duda alguna sobre la relevancia de ese factor para el desarrollo de los países, se puede optar por relegarlo, en vista a necesidades más urgentes, pero difícilmente esa política deja de tener graves consecuencias.
El sólo enunciado llama a pasar la página, el resultado de una nueva encuesta. Pero esta vez el asunto puesto a prueba tiene una enorme repercusión, no sólo para los directamente involucrados, sino para el conjunto del país, que tiene quiéralo o no, sépalo o no, una gran necesidad de ciencia, investigación, e innovación. No hay duda alguna sobre la relevancia de ese factor para el desarrollo de los países, se puede optar por relegarlo, en vista a necesidades más urgentes, pero difícilmente esa política deja de tener graves consecuencias, de las más complejas, que no suelen ser inmediatas.
Los resultados, descritos como preliminares, de la última Encuesta sobre Gasto y Personal en I+D, realizado por la División de Innovación del Ministerio de Economía revelan que Chile es el segundo país de la OCDE con menor gasto público. El gasto social del Estado representó en 2018 un 7,5% del PIB en México y un 10,9% en Chile, frente al 20,1% de media en los 36 Estados miembros. Por su parte el gasto en I+D alcanzó 0,36% del PIB, cifra que representa el menor registro en cinco años, en montos, este gasto llegó a cerca de US$ 985 millones, siendo la menor cifra desde el 2014, cuando se situó en US$ 970 millones.
Según cifras de la encuesta, durante 2016, el último dato disponible, Chile ocupó el último lugar entre los países de la OCDE, en gasto en I+D , considerando el concurso de empresas más el sector público, de esa manera Chile continúa siendo el país miembro de la OCDE con menor inversión en I+D como porcentaje del PIB, más de seis veces por debajo del promedio de la OCDE, que asciende a 2,34%.
Las explicaciones suelen ser prontas, para el jefe la División, Benjamín Maturana, se trata simplemente del contexto de un bajo dinamismo económico, circunstancia en la cual este tipo de gastos es el que disminuye, como ocurre con el menor gasto en que incurren, para estas iniciativas, las empresas privadas. Según el informe presentado por Economía, la ejecución de I+D en las empresas disminuyó 11%. A mayor abundamiento y de acuerdo con la misma encuesta, el 47% de los privados considera que la inversión en investigación y desarrollo no es prioridad, o no es necesaria para la empresa.
Las políticas de las empresas ante esta demanda son explicables. Por una parte, si bien es cierto hay mucha evidencia de que la innovación, la investigación y desarrollo es positiva para las empresas, para que se puedan beneficiar, tienen que darse ciertas condiciones, como tener personal capacitado y financiamiento que podría lograrse mediante incentivos tributarios, posibilidad esta última no del todo conocida por el mundo empresarial, así, el43%de las empresas declara no conocer la ley de incentivos tributarios para I+D.
Sin embargo, globalmente la investigación y la innovación requiere de una política de Estado, que se exprese en apoyos a instituciones de educación superior para que éstas establezcan vínculos, para estos efectos, con la empresa, o una implementación vigorosa e integrada como parte de las funciones del Ministerio de Ciencias.
Para alcanzar los niveles de desarrollo que Chile aspira, este factor no puede quedar en las eventualidades de las circunstancias, sino en las manos de quienes tienen que hacerse responsables de poner estas dinámicas en marcha.