Editorial

Los nuevos trabajos del futuro próximo

Por: Editorial Diario Concepción 22 de Noviembre 2018
Fotografía: Cedida

Las universidades se encuentran ante un punto de inflexión, su tradición centenaria es enfrentada con un futuro que se ha apresurado tanto que ya está convertido en presente con la presentación de nuevas reglas, como la declaración tácita que muchos asuntos que parecían establecidos, se encuentran hoy obsoletos o teniendo esa característica en plazos inquietantemente breves, como pueden ocurrir con algunas carreras técnicas y universitarias tradicionales.

Según las predicciones, posteriores a un estudio del Foro Económico Mundial, para el año 2015, el 52% de las tareas corrientes será realizado por robots y se espera que con esta revolución mueran 75 millones de empleos y sean creados otros 133 millones. Como toda conclusión de esa naturaleza, debería ser tomada cum grano salis, con prudente escepticismo, pero, por otra parte, el futuro no es lo que era, se puede esperar de él mucho más, o mucho menos, pero si se puede esperar cambios inimaginados en plazos relativamente cortos. Mucho de lo que está sucediendo en tecnología, convencional ahora, no estaba en los planes de nadie hace un decenio.

Lo que ciertamente ocupa a las personas no son las innúmeras ventajas que puede traer el progreso, en tratamientos de enfermedades, en transporte, en cada aspecto de la vida cotidiana, sino el impacto de las tecnologías en su futuro laboral, el temor apenas disimulado de ser reemplazado por una máquina y quedar al costado, sin recursos y sin importancia, para efectos prácticos, inútil, perder la dignidad que otorga el trabajo y mucho de la razón de ser. Recientemente, una imagen de televisión resultó intimidantemente anticipatoria, en China, un androide debutó como presentador de noticias.

Es obvio que el primer desafío se presenta a las instituciones que se supone tienen la responsabilidad de producir recurso humano de alto nivel para las tareas más complejas y trascendentes del desarrollo de Chile, justamente, porque un número apreciable de carreras en educación superior técnico profesional y universitaria tienen ante sí un escenario intranquilizador, el de la posible obsolescencia, planteada la pregunta de cuantos profesionales, de diversos campos están siendo preparados para un mundo que está dejando de existir.

El tema fue el foco en un foro mundial del sector en Australia y Nueva Zelanda al que asistieron un grupo de rectores chilenos de instituciones técnico-profesionales, agrupados en Vertebral y acompañados por el Mineduc, donde se pudo apreciar la naturaleza de algunas futuras ocupaciones entrenadores de máquinas, técnicos en ciberseguridad, detectives de datos, diseñadores de procesos automatizados, vendedores ultraespecializados, técnicos en inteligencia artificial y fabricación de partes del cuerpo humano.

Esta ola de demandas diferentes no deja espacios sin tocar, es la responsabilidad de las instituciones examinar desde la perspectiva de sus altos grados de especialización cual es el horizonte probable e implementar los cambios curriculares necesarios, casi sin excepción los perfiles de egreso de las carreras técnicas, profesionales y universitarias deberían ser sometidos a cambio, para formar personas en un mundo de máquinas y para capacitar a quienes tendrán que vivir con la veloz evolución de la realidad laboral, trabajando con la tecnología para transformarla de amenaza en aliada.

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