Las evasivas promesas de la descentralización
20 de Junio 2018 | Publicado por: Editorial Diario Concepción
Es indispensable dar por entendido a que las autoridades locales de esta nueva administración han realizado una profunda y seria evaluación del estado de las cosas que ocurren en nuestra región, la situación de los proyectos y sus grados de avance. Por declaraciones parciales se da a entender que se está elaborando una propuesta regional que resulte operativa para describir el estado de los proyectos regionales y las acciones necesarias para enfrentar y resolver las carencias del territorio.
En un encuentro de una colectividad política, con parecidos objetivos, se agregó a esta discusión un componente original; la utilización de eufemismos, declaraciones eufónicas de hechos que en realidad ocultan su significado desfavorable, de esa manera, como ejemplo, una frase repetida; “que en la Región somos exportadores de talento, cuando, en realidad, lo que está ocurriendo es la fuga de cerebros hacia regiones o zonas donde se encuentran las oportunidades que aquí no existen”.
Se describe así, son suficiente crudeza, la situación que toda la ciudadanía reconoce y experimenta en carne propia, la falta de simetría de oportunidades en un país que ha apostado a desarrollar sin límite alguno la capital y dejar los remanentes, si los hubiera, para el resto del territorio, obligando a migrar a quienes tienen la intención de acercarse a sus legítimas metas de vida.
Existe una situación lo suficientemente grave como para ser parte de cualquier programa presidencial que tenga razonables aspiraciones de éxito, pero al mismo tiempo con tantas barreras que rápidamente es dejada de lado y la solución sustituida por medidas paliativas que dejan todo poco más o menos que como ha estado siempre.
Con bastante realismo se acota que la descentralización supone competencias de hecho o de derecho lo que significa mayor presión para las comunas, ya que al operar el Estado nacional desplaza las demandas, primero a las regiones, luego hacia las provincias y de éstas hacia las comunas, en un proceso que involucra grandes competencias de gestión y adecuados uso de recursos, se supone existentes y accesibles.
Está muy bien que se enfrente el circuito vicioso del statu quo, la sumatoria e interacción que explica la falta de avance, a pesar de las declaraciones retóricas, la escasa voluntad descentralizadora de la clase política, a la hora de las implementaciones reales. La débil exigencia de los medios y de la ciudadanía, que en su conjunto expresan tibiamente una intención que no muestra una efectiva movilización.
Es por eso que nuestra región vive en compás de espera, en rogativas interminables y ofrecimientos centrales mezquinos; o puente, o soterramiento, o tren, o puente industrial, o dique, cuando en realidad esos proyectos son todos sinérgicamente necesarios.
Se requiere de un fuerte liderazgo para ponerlos en cartera hacia adelante, en vez de seguir escrutando lo que ya se hizo. La efectiva realización de estas demandas postergadas no depende exclusivamente del grado de profesionalización de los equipos encargados, ni de la voluntad política del intendente, del alcalde o la opinión ciudadana. Hace falta la articulación concreta entre los planos técnicos, políticos y sociales, con una muy clara descripción de tareas e indicadores de avance, para que no siga siendo un asunto de todos y responsabilidad de nadie.