Maltrato sicológico entre estudiantes chilenos
26 de Mayo 2018 | Publicado por: Editorial Diario Concepción
La adolescencia es un período altamente crítico en el desarrollo humano. Uno de los intelectuales que con más claridad resume sus complejidades es Erik Erikson, un psicoanalista considerado una de las autoridades más connotadas dentro de las ciencias de la mente. En su concepción, el hombre pasa durante su ciclo vital por ocho etapas, otras tantas crisis, que tiene que ir resolviendo secuencialmente. Una de estas, justamente durante la adolescencia, es la que él describe como Identidad vs. Confusión.
En esa etapa el adolescente entra en un período de transición cuando se ve obligado a preguntarse cuestiones difíciles pero cruciales, identificarse socialmente, sexualmente, ideológicamente, responder a la preguntas definitivas, qué soy, que quiero ser. Resolver estos planteamientos es de la mayor importancia y se puede lograr con el mejor de los apoyos adultos, pero, sobre todo, por la positiva interacción con sus pares. La magnitud de esta tarea es resumida por Erikson “En la jungla social de la existencia humana, no hay sensación de estar vivo sin un sentido de identidad”.
Es por eso que la existencia del fenómeno de maltrato entre adolescentes resulta tan preocupante, no solo por plantear dificultades en el objetivo de identificarse con el grupo, sino porque la identificación es absolutamente indispensable para vivir sanamente.
Las cifras estadísticas nacionales de maltrato entre estudiantes, entregadas por la Superintendencia de Educación al Ministerio homónimo, son alarmantes; 1.257 denuncias por maltrato sicológico entre alumnos, lo que constituye un 26 % más que el año 2016, que cerró con 929 denuncias. Según las cifras de la Superintendencia de Educación, entre 2014 y 2018 hay un total de 3.797 denuncias nacionales por maltrato sicológico. En lo que va del primer trimestre de 2018 ya hay 76 casos.
Según la superintendencia de Educación, el aumento de las denuncias se debe a que el tema del maltrato a estudiantes se está visibilizando cada día más en el sistema educativo, por otra parte, los padres y apoderados están conscientes de que la convivencia escolar, y el buen trato son necesarios para lograr un buen proceso de enseñanza-aprendizaje en los niños y niñas, además de un desarrollo saludable. Resulta así fundamental trabajar en conjunto por una cultura del buen trato, tanto en materia de prevención de los conflictos como, también, en la aplicación de buenos protocolos de comportamiento, mutuamente acordados.
El reciente suicido de una adolescente de un colegió de elite en Santiago ha expuesto una realidad que aun existiendo por largos años había sido enmascarada por diversas razones, ninguna buena, ya que el ocultamiento permite que cientos de jóvenes sufran en silencio situaciones dolorosas que no pocas veces terminaron trágicamente.
Al maltrato presencial, más sutil mientras mayor sea el desarrollo intelectual de los jóvenes, se agrega la inasible realidad del manejo experto de las redes sociales, las cuales conforman una realidad más pregnante en ocasiones que la vida real, el mundo de los adultos puede reaccionar sistemáticamente tarde ante un escenario que desconoce, con códigos que escapan a su comprensión. Como otras situaciones actuales, delatoras de problemas sociales subyacentes, este tipo de circunstancias debe ser enfrentado socialmente, exponer esta dolorosa realidad es un indispensable primer paso.