Editorial

Los elocuentes resultados de la prueba Simce

Por: Editorial Diario Concepción 22 de Mayo 2018
Fotografía: Archivo

Si los resultados fueran sistemáticamente al alza, si la gran mayoría de los que rinden una prueba tuvieran éxito en resolverla, es posible que esta se considere aceptable, salvo minorías que exigirían aumento de rigor para elevar el nivel de la prueba o para mejorar su valor diagnóstico. No es lo que ocurre en las pruebas Simce, ante resultados insatisfactorios se expresa la necesidad de su eliminación, ya que de alguna manera sería discriminatoria en el colectivo de los estudiantes, no todos con las mismas oportunidades, una prueba, en consecuencia injusta y las injusticias son intolerables.

Sin embargo, lo que dice la prueba es que la calidad de la educación chilena es injusta, no la prueba, es la educación de muchos jóvenes chilenos la que deja mucho que desear, no se logra los aprendizajes deseados, esos que la prueba trata de observar, para saber si han ocurrido o no y en qué grado, por tanto, eliminar la prueba, cambiar su estilo, bajar dificultades y disminuir espectro de conocimientos exigibles, no es solución, es el error de confundir la causa con el efecto.

Nuevas reacciones de parecida naturaleza han surgido de los resultados de la última prueba Simce 2017, que, en términos globales, registra un “estancamiento general en los últimos años”. Las noticias tienen, por otra parte, diferentes connotaciones, así, después de dos décadas de aplicación, las principales mejoras se observan en cuarto básico y en segundo medio, con un alza de 15 puntos en matemática. Por otro lado, los resultados muestran una baja significativa en 8° básico en Ciencias Naturales.

En otro orden de cosas, resulta preocupante observar que los hombres muestran un fuerte atraso en lectura. En 8° básico, los hombres del grupo socio económica alto cayeron 27 puntos y están a la altura que las mujeres del grupo medio alto. En el caso de segundo medio, la situación es más crítica, pues desde 2010 los hombres han caído 35 puntos, es decir, 273, obteniendo resultados iguales a las mujeres del GSE medio. En ambos casos, el factor más relevante para explicar los resultados no es la condición socioeconómica de los estudiantes, sino su género.

Como aspecto positivo y alentador, los Indicadores de Desarrollo Personal y Social existen buenas noticias en Participación y Formación ciudadana e importantes desafíos en autoestima y motivación escolar, y hábitos de vida saludable, en todos los niveles educativos, una interesante tendencia que puede estar asociada a una mejor percepción de una sociedad emergente.

Antes de levantar juicios sobre estas competencias de los jóvenes, es interesante acotar que en Chile los padres demuestran menos afinidad hacia la lectura que el promedio internacional. Solo 1 de cada 5 padres reporta que le gusta mucho la lectura, mientras que el promedio de los países participantes alcanza a 1 de cada 3, un dato elocuente, ya que la investigación demuestra que el ejemplo de padres lectores es muy relevante para el gusto por la lectura, y en el escenario de la prueba actual, más de un cuarto de los padres informa que no les gusta leer.

Los resultados de la prueba Simce son solo un signo de una complejidad de situaciones, con un fuerte componente de cuestionamiento a la calidad de la educación y bastante de la cultura en general de la sociedad chilena, es conveniente reflexionar en nuestras propias responsabilidades antes de arrojar la primera piedra.

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