Al cerrar la temporada de verano, quienes laboran en el sector turístico sacan las cuentas en limpio, en nuestra región se ha llegado a describir como un éxito explosivo los indicadores de crecimiento de la actividad, un boom turístico regional, como se comenta para un reportaje de nuestro medio sobre el particular, de acuerdo con los datos del INE Bío-Bío, las zonas más visitadas fueron Salto del Laja, Quillón, Concepción y alrededores, se concluye que la región experimenta uno de sus mejores momentos turísticos de los dos últimos años.
Las cifras son ciertamente promisorias, desde enero a octubre, ingresaron a la zona 440.479 pasajeros en avión, siendo un crecimiento de 11,6%, sólo en octubre llegaron al aeródromo Carriel Sur 62.156 visitantes, 41,8% superior a lo registrado en doce meses, de parecida manera, que las pernoctaciones presentaron un alza de 11,4% en la comparación interanual, con un total de 130.838 en el décimo mes del año. Un porcentaje significativo corresponde a extranjeros, con 7.438 personas, siendo una variación positiva de un 19,2 en relación a la misma medición del año pasado.
Según las estadísticas, Saltos del Laja ostenta un 49,1% de las preferencias junto con Concepción y alrededores con un 40,4% en lo que respecta a habitaciones ocupadas. Quillón sigue atrayendo, aunque ha experimentado una leve baja.
Antes de sacar cuentas felices, que bien pueden llamar a complacencia e inercia, es muy importante examinar con un mayor nivel de exigencia y enfrentar el hecho que las cifras aludidas reflejan solo una parte menor del potencial regional para el turismo y que aumentar la productividad del sector demanda atención al ámbito internacional tanto como al interno.
Resultan ilustrativas las conclusiones de la Conferencia Internacional “Gestión integrada de la calidad en los destinos turísticos: una clave para la competitividad”, desarrollada junio de 2016 en Rumania, que parte por observar que en las últimas décadas el turismo ha experimentado un continuo crecimiento y diversificación para convertirse en uno de los sectores económicos de más rápido crecimiento en el mundo, que se ha traducido, no solo en el sector sino también en muchos sectores relacionados, desde la construcción hasta la agricultura o las telecomunicaciones.
Al mismo tiempo se señalan los desafíos que enfrentan los destinos turísticos para garantizar su crecimiento sostenible a largo plazo y dentro de un mercado cada vez más competitivo, siendo el factor calidad una cuestión de creciente preocupación. La gestión, integrada de la calidad como una de las prioridades en la planificación estratégica a largo plazo de cualquier destino, que implica la satisfacción de todas las necesidades, requisitos y expectativas de productos y servicios turísticos, más factores subyacentes implícitos tales como la seguridad y protección, la higiene, el acceso, la comunicación, la infraestructura y los servicios e instalaciones públicos, más aspectos de ética, transparencia y respeto hacia el entorno humano, natural y cultural.
Nuestra región tiene la base indispensable, la belleza, los contrastes a poca distancia, lugares cautivantes, culturas ancestrales, conectividad, entre otros factores positivos, es posible mejorar la infraestructura, la capacitación del recurso humano para el turismo, hacer las cosas mejor es una tarea para entrar a las grandes ligas, una tarea que se ha emprendido, pero que debe profundizarse.