Editorial

El indispensable pilar de confianza en Carabineros de Chile

Por: Editorial Diario Concepción 13 de Marzo 2018
Fotografía: Copesa

Es urgente que el Estado de Chile, como el recientemente instalado Presidente Sebastián Piñera ya ha declarado, se haga cargo de recuperar uno de los pilares de confianza indispensables e insustituibles de la sociedad chilena; Carabineros de Chile, cuyo prestigio cruza transversalmente la sociedad y que se había transformado en una de las entidades en las cuales, sin duda alguna, se podía confiar , el paradigma de la seguridad ciudadana, el orgullo, expreso o implícito, de todos los habitantes de nuestro  país.

No hace demasiado, según el Reporte de  Competitividad Global 2014–2015, que publica el Foro Económico Mundial, el desempeño de los servicios policiales de Carabineros fue calificado con una nota de 6,3, un informe que evaluó entre otras cosas, la fortaleza de las instituciones y fiabilidad de los servicios policiales. Así, los servicios prestados por nuestra policía uniformada obtienen esta calificación –en una escala de 1 a 7, quedando en tercer lugar del ranking, junto con Qatar.

El mismo informe señala que los servicios de la institución, “están muy por sobre el promedio mundial, que es de un 4,2”. La calificación de 6,3 sitúa a la policía chilena sólo por debajo de las de Finlandia, con un 6,7 y Nueva Zelandia que registró un 6,5. En paralelo, una encuesta contemporánea al estudio citado, realizada  por Centro de Estudios y Cohesión Social, al hacer un diagnóstico  y poder estimar el descontento social  de los últimos años,   describe  a Carabineros como la institución de mayor confianza del país.

En claro contraste con esas circunstancias, ayer, el general Bruno Villalobos presentó su renuncia a su cargo al recién asumido Presidente Piñera, en medio de la crisis que vive Carabineros de Chile, a partir del descubrimiento de un millonario desfalco producido al fisco, por más 26 mil millones de pesos y del fracaso de la Operación Huracán, que ha tenido en conflicto al Ministerio Público, la PDI y Carabineros, cuyas ramificaciones y número de involucrados no cesa de dar nuevas y desalentadoras novedades.

El nuevo gobierno ha señalado, como una necesidad, plantear  radicales cambios en el Sistema Nacional de Inteligencia y con ello, una eventual modificación de las tareas de Carabineros y la Policía de Investigaciones,  hay que recordar que cuando esta iniciativa fue anunciada de durante la campaña, hubo opiniones coincidentes en la comisión de seguridad de la Cámara, en la cual se declaró que la primera medida que debería adoptar el Gobierno para implementar este cambio, era remover el alto mando de Carabineros.

Sea cual sea el destino de estas propuestas, por sobre todo, hay que valorar la imagen verdadera de la institución, los carabineros que arriesgan su vida cotidianamente en el cumplimento de su deber, aquellos que se hacen cargo de vincular cercanamente a su institución con la ciudadanía. Posiblemente son, junto con los jóvenes que se forman en la Escuela de Carabineros y los que han ingresado por una fuerte vocación de servicio, los que más han sufrido por las malas prácticas en los altos mandos.

No basta, como en su tiempo se propuso, una reestructuración interna institucional, que bien puede resultar en cortes por lo más delgado, sino una revisión profunda de todos los organismos involucrados. Los carabineros tienen que recuperar su prestigio por el bien de todos y cada uno de los chilenos.

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