Editorial

La interminable saga del Mercado penquista

Por: Editorial Diario Concepción 25 de Noviembre 2017
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Para el ciudadano de regiones, la larga relación de instancias que anteceden por años arrastrados cualquier obra de progreso de relativa magnitud, la historia el Mercado Municipal, no es otra cosa que un nuevo capítulo de un grueso v volumen. Por lo tanto, es preciso hacer una síntesis apretada de lo que ha ocurrido con ese inmueble emblemático, e hito urbano en los últimos cuatro años.

El domingo 28 de abril de 2013, cerca de las 11:45 horas, por causas accidentales el  mercado sufrió un grave incendio, justo días antes de que se llevase a cabo una consulta acerca de su posible mantención y valoración como patrimonio arquitectónico de la ciudad. A dos meses de ese  siniestro, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) lo declaró Monumento Histórico junto a la pérgola de las flores que está en la misma cuadra.

El anuncio provocó el inmediato rechazo del alcalde Álvaro Ortiz, al estimar que esa iniciativa haría mucho más lento y engorroso  el proceso de reconstrucción, por su parte, el CMN argumenta que su propósito  es asegurar que todas las obras que se realicen de aquí en adelante tendrán que resguardar el valor patrimonial del Mercado Central, un hito arquitectónico para la ciudad desde su construcción en 1940, sin indicar, al mismo tiempo, que era un gesto sin respaldo financiero.

La ciudadanía penquista está al tanto de lo que ha ocurrido, predeciblemente, desde entonces, los reclamos de los locatarios, las complejidades de la propiedad, las iniciativas para buscar lugares alternativos, los dimes y diretes que no tienen visos de terminar.

La última acción concreta y decidida, que inmediatamente desató las consabidas polémicas, es el acuerdo del Consejo Regional que aprobó, en lo relativo al  Mercado Central, y a propuesta del intendente, Rodrigo Díaz, junto al seremi de Vivienda y Urbanismo, Jaime Arévalo ,  un presupuesto de aproximadamente 10 mil millones de pesos para cancelar las expropiaciones y  para realizar el nuevo diseño del Mercado Central, lo que permitiría  recuperar una de las manzanas más importantes del centro de Concepción.

Para poner las cifras en proporción, por abultado que parezca, 10 mil millones equivale a solo un año de pagos evadidos por los usuarios del Transantiago. Queda pendiente enfrentar el desafío de  levantar el nuevo mercado y todas las obras de su entorno, como es ya tradicional,  las autoridades declaran que se espera un largo proceso.

No hay duda alguna del compromiso de las actuales autoridades regionales y edilicias, para avanzar en la indispensable recuperación de este espacio urbano, pero ya estamos en tiempos de transición, con cambios de gobierno, situación que de por si determina un periodo de latencia que para las regiones suele ser más largo, sin embargo, hay parlamentarios y actores decisivos de la comunidad regional y penquista que tienen que hacerse cargo, no solo de reconstruir el mercado, sino de cambiar la cara a este sector maltratado e impresentable.

Es imperioso no restar esfuerzos o compromisos en la remodelación de un sector que puede mutar de lunar, a sitio de alta convocatoria turística y cultural, además de  sus indispensables servicios para la vida cotidiana. No es sólo el mercado, es la manzana completa que da una oportunidad espléndida para crear un espacio funcional y bello, un sito de atracción y un nuevo ícono urbano para la postergada perla del Bío Bío.

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