Al menos para gran parte de los países de la región, Chile incluido, hay un ostensible doble discurso en las políticas de Estado, por una parte se hacen declaraciones enfáticas sobre la importancia de la tarea del profesor, como formador de juventudes y trasmisor de la cultura y por otro, no se termina de establecer el posicionamiento que en la sociedad debe tener ese profesional.
Esa situación, la de un actor fundamental en las sociedades y al mismo una persona cuya labor no es adecuadamente reconocida o retribuida, resulta en una pérdida de interés por dedicarse a una actividad subvalorada en la práctica y enaltecida sólo en el discurso. Las cifras que surgen cuando este problema se somete a prueba son suficientemente elocuentes; mientras el 79% de los jóvenes entre 18 y 24 años dice valorar el rol social de los profesores, solo dos de cada diez siente que estos tienen una perspectiva laboral que vale la pena.
Hace menos de un mes se dio a conocer los resultados de un estudio sobre el particular, por la organización Elige Educar junto con GfK Adimark, el cual muestra, entre otras cosas, que la percepción de profesión subvalorada induce a alumnos destacados, que alguna vez manifestaron interés por ser profesores, a optar por una carrera distinta, en términos más coloquiales, las ganas existen, pero sigue siendo necesario mejorar las remuneraciones y condiciones laborales
Ante esta realidad, resulta muy relevante el trabajo que sobre el particular se está efectuando en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados esta semana, como parte del estudio del Proyecto de Carrera Docente Inicial, que busca que quienes quieran estudiar esta carrera sean parte del 15% mejor de su promoción o tengan un mínimo de 550 puntos en la PSU, lo que se suma a la propuesta de aumentar los sueldos iniciales de los profesores y dar mayor énfasis a la acreditación de los planteles universitarios que los forman.
Si esta iniciativa es aprobada, un profesor con contrato de 44 horas ganaría 950 mil pesos, aproximadamente 300 mil pesos más ahora, sin embargo, los especialistas coinciden en que contar con un buen sueldo es de enorme importancia para no desviar a los alumnos de mejor rendimiento, pero además los estudiantes valoran, al escoger una carrera, además de las condiciones laborales, la posibilidad de estar constantemente aprendiendo cosas nuevas e ir desarrollándose profesionalmente.
Algunas encuestas señalan que la carrera de pedagogía está subiendo levemente en preferencias, este estudio sigue indicando índices negativos en esta materia, relacionados con el grado de acuerdo con las frases “los profesores en Chile tienen estabilidad laboral”, solo un 38% lo cree, “en Chile los profesores son respetados”, 27% y “los profesores en Chile tienen buenas remuneraciones”, afirmación con la que solo 2 de cada 10 chilenos concuerdan.
Por el momento los legisladores tienen la palabra, se espera que exista un diálogo constructivo con todas las entidades involucradas, esta situación ha sido explorada suficientemente como para no tener dudas de la necesidad hacer un cambio radical en el modo de concebir el rol del profesorado.
Asegurar la calidad de la formación de los profesores y la cuidadosa selección de quienes ingresan a esta carrera es vital para asegurar la calidad de la formación que reciban los estudiantes chilenos.