Editorial

Dañina dilación en el pago a las pymes

Por: Editorial Diario Concepción 01 de Noviembre 2017
Fotografía: Archivo

En varias publicaciones en este mismo medio, entre ellas una serie de ediciones especiales, se ha destacado la importancia para el desarrollo del país y especialmente regional, de  la labor de los pequeños y medianos empresarios, emprendedores que con vocación de crecimiento independiente y la más de las veces con poco respaldo y alto riesgo, deciden contribuir en la producción nacional y ofrecer valiosos puestos de trabajo.

Nunca han dejado de estar en los discursos oficiales, inescapablemente forman parte de las promesas electorales y a estas alturas, también, es probable que se haya apreciado la brecha entre la teoría y la praxis, entre la oratoria y el compromiso.

Las pymes, mejor y más cercanamente que otras iniciativas, han podido constatar que las reformas, hechas con poca consideración a sus particulares realidades, no contemplan las circunstancias que en su mundo se viven, especialmente la distancia que existe en la rapidez y eficiencia con la cual deben cumplir sus compromisos  previsionales, tributarios, municipales y laborales,  y la rapidez con que reciben el pago por parte de sus clientes.

El último informe que resumen la actividad económica del año pasado, revela que el plazo de pagos a pymes empeoró al cierre de 2016 y volvió al nivel del año anterior, de esa manera, el Ranking de Pagadores, que elaboran trimestralmente la Bolsa de Productos de Chile (BPC) y la Asociación de Emprendedores de Chile(Asech), muestra que en el cuarto y último trimestre del año pasado, el plazo promedio de pago a las pymes llegó a 45,9 días, lo que significa un aumento de la demora en el pago de 2,7 días en comparación a los 43,2 días del tercer trimestre del pasado ejercicio.

El promedio de demora, algo menor de tres días, parece asunto de poca monta, pero para un pequeño empresario que tiene que pagar oportunamente sus compromisos, ya que si falla sufre altas penas económicas, es toda la diferencia entre tener ganancia y perderla o peor, entre ganar y  quedar endeudado, agregando una nueva dificultad a sus iniciativas y proyectos.

Para la presidenta del gremio de emprendedores, “el promedio de pago a pymes no debe ser mayor a 30 días. Debemos entender que plazos de pago de más de 45 días se pueden traducir en serios problemas de caja para una pyme”, por su parte  BPC, destaca que los plazos de pago a proveedores de mayor tamaño se acortaron en cerca de cuatro días en relación al período anterior, y con ello, se acortó la brecha de plazos entre proveedores pymes y grandes empresas. Situación que aun así excede con mucho los plazos aceptables.

Para variar, se pretende hacer nuevas leyes al respecto, como si no fuera suficiente con las que ya existen, como si fuera asunto de legislar, cuando en el fondo se trata de simple abuso, o de exceso de burocracia y falta de sensibilidad, no sensibilidad compasiva, sino de aquella que se requiere para apreciar el daño a la economía y a la calidad de vida  que se hace faltando al correcto proceder de pagar a tiempo.

Se arguye a los tiempos difíciles, la desaceleración de la economía y condiciones más restrictivas de financiamiento, argumentación que no resiste análisis, en grandes capitales que pagan, en comparación, centavos, o la maquinaria estatal, indiferente a las consecuencias de su desidia, dando la imagen de pésima pagadora y no el ejemplo de como debiera actuarse.

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