El mural estaba en el hall de la Estación de FF.CC. del Estado de la ciudad, en los tiempos del tren, un lugar lleno de vida que se cerraba por las noches tras la llegada del último, proveniente de Valdivia. Denominado “Historia de Concepción” fue uno de los primeros pintados en la ciudad así como uno de los primeros en emplazarse en un lugar público.
En 1942, el ganador de un concurso al efecto, Gregorio De la Fuente, trabajó en esta obra durante tres años, en una superficie de 258 metros cuadrados, con 62 metros de largo por 4.5 metros de alto. Su lectura sigue un orden cronológico, de izquierda a derecha, a la izquierda los habitantes indígenas y su modo de vida, el sector central, el mayor, desarrolla la historia de la ciudad, las construcciones, las catástrofes, el progreso urbano y las raíces campesinas, la diosa Ceres, de la producción agrícola, el campanil de la Universidad de Concepción, el mismo edificio de la Estación, el trabajo en las minas de carbón.
En el centro, con un fondo de siluetas de colinas y el río, una figura femenina representa a la ciudad que posa su mano derecha sobre el escudo de Armas de la ciudad de Concepción, otorgado por Carlos V el 5 de abril de 1552. El paño a la derecha muestra el progreso, la familia constituida, los obreros educándose, la industrialización y un tren aerodinámico sobre un puente futurista.
Por primera vez, el mural será restaurado íntegramente, ya que ha habido intervenciones importantes, como aquella después del terremoto del año 2010, pero no de esta magnitud, el alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, se hizo parte de la ceremonia al informar de las obras de conservación que se iniciarán en el Salón y el Mural Historia de Concepción y destacar la coordinación con el gobierno regional y la consecuencia de esta obra con la intención de aumentar el valor turístico de la ciudad.
Por su parte, el Intendente Rodrigo Díaz hace un énfasis en el testimonio histórico del mural, identificándolo como parte del patrimonio cultural de la ciudad, argumento suficiente como para emprender esta tarea que tomará aproximadamente 18 meses de cuidadosa y experta labor, lo cual, según el seremi de Obras Públicas, René Carvajal, es hacerse cargo de la Puesta en Valor del Patrimonio y de ese modo poder entregar un legado a la ciudadanía y a los jóvenes penquistas y robustecer su identidad urbana.
Sin embargo, el mural es un salón del gobierno regional, aunque es posible visitarlo, esto depende de autorizaciones previas y si la agenda está marcada, el visitante ocasional, el ciudadano penquista, se ve imposibilitado de ir a verlo, de recorrer con la mirada una obra que relata casi quinientos años de historia, que permite a los niños saber porque esta ciudad tiene el perfil y las características que tiene.
El plazo de la restauración es lo suficientemente largo como para pensar en una manera de devolver el mural a la ciudad, que sea un espacio disponible para permanecer en el sin apuro, para leer rodeado de historia, para los estudiantes de arte, para la visita de turistas acompañados de sus guías , para las giras estudiantiles, para los profesores que quieren mostrar a sus estudiantes el rico pasado de la ciudad, para cualquiera que quiera saber más de la larga y rica historia de la ciudad fundada por Pedro de Valdivia como “La Concepción de María Purísima del Nuevo Extremo”.