Muy a pesar de las esperanzas de los ciudadanos más ingenuos, todavía susceptibles a creer en promesas electorales, no habrá descentralización efectiva por mucho tiempo. Sí habrá gestos políticos, como dejar establecida la elección de autoridades regionales, bien otra cosa que dejarlas con atributos efectivos para un relativo y operante margen de autonomía.
En razón de lo anterior, la Región tiene que desarrollar proyectos concretos y realistas por sus propios medios de gestión, o ejerciendo la fuerza política de su evidente relevancia en el concierto nacional, entre estos el ferrocarril de la Región, representado en la actualidad por un balbuceante Biotren, de tremenda utilidad y frágil soporte.
Para un medio capitalino, la respuesta del presidente de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, en una entrevista reciente, fue corta y conclusiva: “No hay presupuesto para nuevos proyectos ferroviarios en Chile”. De ese modo, sin pasión, con la neutralidad de un buen funcionario que hace su tarea dentro de los marcos correspondientes, Germán Correa cierra el tema de esta modalidad de transporte, aunque reconoce, como se hace como muestra de buenos modos cada vez que el tema se pone sobre la mesa, que pese a las propuestas y buenas intenciones de los candidatos presidenciales, no hay opción de sumar más trenes ni trazados.
En ese contexto, ex ministro de Transportes del ex presidente Patricio Aylwin, se apresura en describir la falta de mirada en las regiones ante planteamientos de nuevos desarrollos del transporte en la capital, con nuevas líneas de metro, en proyectos de altísima inversión, ante esas propuestas, las regionales resultan invisibles, en sus propios términos. El presidente argumenta sobre la condición de círculo vicioso, mejor transporte en Santiago para un número creciente de usuarios; más deciden trasladar su residencia a un lugar donde hay mejores condiciones.
También declara que el tema de ferrocarriles en Chile se ha puesto de nuevo en titulares, desmantelado por la dictadura quedaron remedos y trozos con la condición de rentabilidad, sin otra consideración. Algunos candidatos presidenciales han informado de sus proyectos, de suyo ambiciosos, en cuanto al sistema ferroviario, como el tren de Arica a Punta Arenas, o el Transpatagónico, sin entrar en detalles concretos, como si se tratara de restablecer un recurso que no demanda otra cosa que las buenas intenciones o la descripción de su necesidad.
Más concretamente, enfrentando la realidad cotidiana de sus comunas, los jefes comunales de San Pedro de la Paz y Coronel, comparten el malestar y preocupación de los usuarios del Biotrén y exigen a la empresa encargada de prestar el servicio, soluciones y explicaciones por las continuas fallas y los recientes descarrilamientos, aunque es obvio que lo que allí ocurre es insuficiente gestión, falta de voluntad política para establecer un servicio confiable y funcional digno de la Región y de los vecinos que lo requieren.
Descentralizar tiene que ser una respuesta adecuada a ese tipo de asuntos, si lo que se logra no lo permite, el proceso es, para efectos prácticos, insuficiente. No basta con elegir autoridades, hay que lograr una autonomía de la región en términos razonables, de lo contrario el efecto puede ser político, literario, estético, pero inútil, un nuevo parto de los montes.