Editorial

La postergación de los Liceos Técnicos

Por: Editorial Diario Concepción 03 de Octubre 2017
Fotografía: Carolina Echagüe M.

La reforma de la educación  ha dejado en el traspatio a la enseñanza técnico-profesional, como otras situaciones olvidadas por el voluntarismo y las prisas, por falta de mirada de conjunto, al tener que enfrentar conflictos por problemas específicos de más alta prioridad relativa, a pesar de las consabidas declaraciones formales y aparentemente convencidas, pero esencialmente insinceras de las autoridades responsables y de las ofertas políticas.

Sobre todo para para los sectores más vulnerables de la sociedad, la enseñanza técnico-profesional, no solo es mejor evaluada que la educación científica-humanista, sino que representa además la alternativa en la que se cifran las mayores expectativas, en términos de oportunidades, para incorporase al mundo laboral, afrontar mejor la vida y obtener un mejor desarrollo personal.

Las declaraciones pasan inescapablemente por establecer que nuestro país necesita más y mejores técnicos. Se alude a proporciones faltantes en la relación profesionales y técnicos, sin embargo, el resultado neto es que la educación técnica en el ámbito escolar, ha quedado relegada, especialmente si se considera que casi la mitad de los alumnos que egresan de la educación escolar, estudian en un liceo técnico profesional y casi el 90% de ellos, pertenece a los sectores más vulnerables.

Hoy son miles los jóvenes que eligen esta alternativa educativa justamente para ingresar más rápido y en mejores condiciones al mundo laboral, el grupo Educación 2020, después del último mensaje presidencial, expresa su preocupación al  observar que, nuevamente, la educación técnico profesional, particularmente a nivel de enseñanza media, pasa casi inadvertida y debe conformarse con anuncios más bien secundarios, que no apuntan a potenciar o destacar sus objetivos y potencialidades.

En Chile casi 335 mil jóvenes y adultos asisten de 1º a 4º medio a Liceos Técnico-Profesionales, lo que equivale a cerca de un 10% de la matrícula de todo el sistema escolar, principalmente de los grupos socioeconómicos de los primeros quintiles, un dato particularmente relevante ya que para muchas familias la educación Técnico-Profesional es una oportunidad para promover la transición exitosa de los jóvenes desde la educación inicial, tanto básica como media, hacia el mundo del trabajo.

Sin embargo, para que esa meta se cumpla, para que esa opción sea realmente válida, es indispensable que se cumplan determinados requisitos, como puede ser una mejoría consistente y sustantiva en la vinculación  entre empresas y liceos para consensuar prioridades comunes y hacer más pertinente la formación técnica con respecto a las necesidades presentes y del futuro inmediato de las regiones, de los sectores productivos y del país, situaciones no siempre presentes.

Los liceos necesitan tanto profesores altamente calificados en el mundo actual de la producción, como equipamiento de última generación, para garantizar la formación de técnicos calificados para operar en un mundo laboral que incorpora con incesante frecuencia nueva tecnología, recurso humano con  competencias blandas y capacidad para el perfeccionamiento continuo, técnicos aptos para el futuro que ya está instalado y en plena evolución.

Ese vasto universo no ha sido mencionado en los debates de los presidenciables, un desafío sigue esperando por respuestas concretas y efectivas con  miles de jóvenes esperando.

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