Chile ha mostrado universalmente su vocación por el cuidado del mar, en ese contexto se encuentra la intención del Estado al anunciar la Presidenta Bachelet la creación de la Red de Áreas Marinas de Magallanes, compuesta por los parques marinos Francisco Coloane, Cabo de Hornos y área marina protegida Seno del Almirantazgo, en la reciente clausura del IV Congreso Internacional de Áreas Marinas Protegidas.
Esa iniciativa se suma a las Áreas Marítimas Protegidas (AMP), de ese modo, esas superficies marítimas legarán el próximo año a 1,6 millones de kilómetros cuadrados, lo que duplica el tamaño de Chile continental. Por su parte, el canciller Heraldo Muñoz declaró que el país estará en condiciones de mantener como área marina protegida el 46% de su zona económica exclusiva.
Cumplir con el objetivo de las AMP, representa un gran desafío para la administración del país, ya que requiere de una continua vigilancia en una extensa superficie, con ese propósito Chile cuenta con una recientemente adquirida tecnología satelital de vanguardia, que le permitirá cumplir su compromiso de realizar una fiscalización efectiva de su mar territorial.
Las declaraciones de la autoridad abordan el tema de las dificultades en la protección de grandes extensiones de océano, “en alianza con la Armada, buscamos contar con aplicaciones satelitales para detectar los barcos que pescan ilegalmente y apagan su GPS “, agregando que se habían obtenido muy buenos resultados en un plan piloto para probar esa tecnología en torno a islas de Pascua y Salas y Gómez.
En la actualidad, el sistema AIS (Automatic Identification System ) permite a la Armada conocer rumbo y posición de los barcos, pero los que faenan ilegalmente apagan su AIS y su posicionador satelital para burlar la vigilancia, la nueva tecnología tiene como objetivo detectar esa situación, que ha permitido la acción irresponsable de pescadores que actúan como depredadores de un recurso sobreexplotado.
Ante esa amenaza, el canciller ha comprometido una reacción rápida “Hemos encontrado buques pescando en estas áreas marinas protegidas recién declaradas”. Se requiere no solo en plan piloto, sino que de modo permanente a disposición de la Armada, lo que se ha ofrecido en corto plazo, una noticia que fue recibida con beneplácito por cerca de mil representantes de Estado y de políticas públicas, científicos, ONG y fundaciones de 80 países, reunidos en el congreso aludido.
El acuerdo mundial Aichi (Japón) por la biodiversidad ha puesto como meta la protección del 10% de los océanos al 2020, medida que en la actualidad alcanza al 6% y que por su magnitud hace necesario el compromiso y la gestión de gobiernos y comunidades.
Nuestra región tiene sobre el particular claros compromisos, toneladas de merluza común, por dar un ejemplo, son desembarcadas en puertos del Biobío y trasladadas para su comercialización, generalmente al centro del país, sin acreditación de origen legal, es decir, sin la documentación que permite conocer dónde, cuándo y por quién fue extraída esa pesca, por tanto al no ser declarada a Sernapesca no es descontada de la cuota regional, alterando la posibilidad de controlar la explotación. Las nuevas tecnologías pueden lograr que de una vez por todas se pueda proteger un recurso parte del equilibrio biológico marítimo y una fuente de trabajo indispensable para la región.