Hay abundantes testimonios históricos de la intención de la Región del Bío Bio, o la Provincia de Concepción, según corresponda, para establecer vínculos internacionales directos, sin tener que recurrir a intermediaros capitalinos que de alguna manera se las arreglaban para quedarse con la parte del león, en algunos episodio con singular éxito, como en los tiempos dorados de exportación de trigo, de ahí la estatua de Ceres en el centro de la Plaza Independencia.
La iniciativa más reciente se materializa en una nutrida y representativa delegación regional a la República Popular China, el país más poblado del mundo, con más de 1300 millones de habitantes, y la primera potencia económica mundial. Una nación dividida en veintidós provincias, cinco regiones autónomas, cuatro municipios bajo jurisdicción central, más dos regiones administrativas.
Una mirada superficial plantea la interrogante de la asimetría, cómo se puede buscar asociación entre una región y un país de esa envergadura, que se hace sólo un poco más comprensible cuando se define la relación entre nuestra realidad regional con menos de dos millones de habitantes considerando la separación de la Región de Ñuble, y una provincia de China, Hubei, que tiene más de 65 millones de habitantes.
No es un salto al vacío, esta visita es la consecuencia de un laborioso y muy bien coordinado programa fruto de contactos previos iniciados a lo menos con cuatro años de antelación, culminando con una visita de una delegación de la provincia de Hubei a nuestra región, encabezada por el vicegobernador Cao Guangjíng, quien se reunió con el intendente Rodrigo Díaz para dialogar sobre la relación entre ambos países en los ámbitos económico, comercial y universitario.
Con ese prólogo se llevó a cabo en Bío Bío Week, el primer encuentro bilateral de esta naturaleza directamente entre una región chilena y una provincia china, donde emprendedores, gremios, universidades y representantes del Gobierno Regional y municipios pudieron mostrar lo mejor de cada ámbito, para buscar puntos de encuentro con sus pares en una de las zonas emergentes de mayor crecimiento en el mundo en la última década.
La actividad se desarrolló entre el 7 y 9 de septiembre en la ciudad de Wuhan, capital de Hubei, con la participación de 37 empresas y 6 universidades chilenas, con el propósito descrito por el intendente “seguir sembrando con la expectativa de ya estar cosechando en un futuro próximo los resultados del intercambio económico, cultural y comercial”.
Esa parte de la iniciativa ya se ha cumplido, pasando de los saludos protocolares y los discursos, hubo encuentros más cercanos, interacciones directas de emprendedores, gremios, universidades y representantes del Gobierno Regional y municipios con actores propios de sus ámbitos del gigante asiático.
Es de esperar que toda esa laboriosa dinámica se materialice en oportunidades concretas para el progreso regional, si bien es cierto puede haber cambios en la política contingente, se debería asegurar que todo este esfuerzo y trabajo no quedara convertido en documentos archivados cuando finalice la administración Díaz. Hay un desafío vigente que debe tener la indispensable continuidad, para lo cual es necesaria altura de miras, una visión a largo plazo, con las metas ambiciosas pero distantes, que requieren visión de Estado más que pequeños logros inmediatos y políticamente redituables.