Editorial

Preocupantes índices de muerte por obesidad

Por: Editorial Diario Concepción 25 de Mayo 2017
Fotografía: Diario Concepción

Posiblemente debido a la continuidad de una tendencia que, a pesar de sus connotaciones negativas, no parece haber movilizado iniciativas efectivas; en fecha reciente, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que durante el período entre el 2015-2030, en Chile se producirán unas 204 mil muertes por enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad.

Las cifras son duras, pero realistas, según el estudio “El costo de la doble carga de la malnutrición”, los fallecidos por causas asociadas a este factor, en la actualidad del orden de los 12.081 al año, de no ocurrir cambios en sentido adecuado, se prevé un aumento de 13 por ciento para cuando termine la próxima década.

De acuerdo a la investigación de la Cepal, que estudia el impacto social que genera esto en países como Chile, Ecuador y México, unos 2,9 millones de casos de enfermedades al año están vinculados con la condición de sobrepeso y obesidad, una condición que empieza a manifestarse tempranamente. En efecto, según el estudio del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (Inta), “Chile: primer lugar en obesidad infantil en América Latina y sus consecuencias físicas, psicológicas y en la salud de la sociedad”, se ubica a nuestro país en el 6° lugar mundial en obesidad infantil y en el primer puesto en América Latina, con la advertencia que en Chile el 70% de los niños va a ser obeso en el corto plazo.

Los últimos datos no hacen otra cosa que confirmar las peores sospechas, que los programas e iniciativas desarrolladas hasta aquí no están teniendo el impacto esperado. Efectivamente, el Mapa Nutricional 2016 mostró un alza preocupante en los niveles de sobrepeso y obesidad en los alumnos de pre-kínder, kínder, primero básico y primero medio. Según esta información, el 26,4% de los alumnos de entre cinco y siete años tienen sobrepeso, y un 23,9% son obesos. Es decir, más del 50% de los alumnos de entre cinco y siete años tienen problemas este aspecto de su desarrollo, como ocurre con los alumnos de primero medio que aumentaron, este año,  a un 45% de sobrepeso.

Para los especialistas, enfrentar esta situación solo desde el punto de vista educativo y nutricional no es suficiente, aduciendo que no se trata solo de alimentación inadecuada o falta de a actividad física, sino además de ser la  alimentación, para muchos niños,  una forma de gratificación emocional y también para los padres una forma de premiar a sus hijos por determinados comportamientos.

Considerando esa posibilidad, la obesidad es más un estado que un síntoma, una forma de adaptación que se mantiene en la medida que compense problemas emocionales, como el temor, la frustración o la angustia, más el aprendizaje de un modelo, de esa manera el riesgo de ser adultos obesos en los niños se duplica si es obeso uno de los padres.

Suele olvidarse que para cambiar de conducta se requiere primeramente de motivos, si el problema no es percibido como tal difícilmente se adoptarán medidas. Una encuesta realizada por el Ministerio de Salud en 2010, mostró que en esa época el 67% de los chilenos tenía exceso de peso, con un 27,4% son obesos, sin embargo solo el 12,1% lo reconocía, siendo este el paso indispensable y primero.

Tomar conciencia, con educación temprana, es el primer paso de un largo camino, sin aquello es pérdida de tiempo, esfuerzo y recursos.

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