Dos ciudades de nuestra región, Concepción y Talcahuano, resultan ser las más victimizadas del país, superando incluso al resultado nacional general.
Para la buena salud de la sociedad es importante ver indicadores de progreso. En sentido contrario, está mal que las situaciones preocupantes se mantengan, aunque es aún mucho peor que éstas, a pesar del tiempo que transcurre y las repetidas denuncias, sigan aumentando en frecuencia e intensidad.
Es lo que está ocurriendo con la acción de ladrones, que conformando violentos y temerarios grupos asaltan y roban al comercio establecido, con locales cerrados o en plena actividad, parece dar lo mismo, sin temor, sin consecuencias para los hechores, pero sí con muchos y significativos efectos para las víctimas.
La última Encuesta de Victimización del Comercio, realizada por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile, no hace sino reafirmar esta sensación de impunidad de los delincuentes y la indefensión de los comerciantes, efectivamente, al comparar los resultados con las mediciones anteriores, se observa que la victimización del comercio aumentó en 8,7 puntos porcentuales respecto del primer semestre de 2016 y 5,6 puntos porcentuales respecto del segundo semestre 2015.
En el Gran Santiago, la victimización subió a 51,5%, mientras en regiones el indicador llegó a 51,2%, con un alza de 7,1 puntos. Hay que destacar el caso de Concepción-Talcahuano, ciudades en las cuales un 63,3% del comercio, servicios y turismo fue victimizado en el segundo semestre de 2016, 20,5 puntos porcentuales más que en el segundo semestre 2015 (42,8%). De esta forma, estas dos ciudades de nuestra región resultan ser las más victimizadas del país, superando incluso al resultado nacional general.
Los delitos que tienen una alta tasa de re victimización durante el segundo semestre de 2016, con ocurrencia de más de una vez, fueron hurto hormiga (89,1%), seguido por hurto (69,3%), rayado no autorizado (65,1%) y robo con violencia (42,2%), característica esta última en aumento, de mucho impacto en quienes laboran en los locales asaltados, especialmente mujeres, que se ven enfrentadas a maleantes que amenazan su integridad personal o la vida.
Otra situación posiblemente asociada, es la presencia de comercio ilegal en la cercanía de los negocios, que tendría un efecto sobre los niveles de victimización. Aquellos establecimientos sin comercio ilegal en su entorno tienen 40,8% de situaciones de esta naturaleza, porcentaje que aumenta significativamente cuando hay presencia de comercio ilícito, ubicándose en 59,2%.
La encuesta revela otro relevante factor negativo; la falta de confianza de los comerciantes en la efectividad de la justicia, más de la mitad de los encuestados declara no denunciar ningún delito, aproximadamente 55%, situación aún más notoria en los establecimientos minoristas, con un 68% sin denunciar, lo cual es 10 puntos porcentuales más que el año anterior, por razones varias; no ver resultados o considerar que es una pérdida de tiempo.
Mientras las medidas de seguridad ciudadana no sean efectivas, el comercio se blinda, con costos añadidos y una persistente sensación de intranquilidad. Se han prometido medidas por las autoridades, por enésima vez, la falta de resultados no debe ser una indicación de bajar la guardia, el comercio debe ser efectivamente protegido, no solo de las pérdidas materiales, sino además por la ineludible tarea de cuidar a quienes trabajan en los locales y asegurar el derecho básico a trabajar en paz.