Editorial

El engañoso indicador del trabajo por cuenta propia

Para comprender el contexto de esta situación es más claro aludir a la destrucción de 120.460 empleos asalariados en el último año, de los cuales 111 mil son del sector privado y nueve mil del sector público.

Por: Diario Concepción 12 de Abril 2017

El emprendimiento ha sido señalado, en los más diversos medios, como una de las características más valiosas en el mundo del trabajo, personas que reúnen particulares características que les permiten visualizar oportunidades allí donde el resto ve solo amenazas y tener la audacia y la inteligencia para transformar esas instancias en riqueza y, de paso, llevar con ellas a otras personas que se ven beneficiadas por esa iniciativa basada en el correcto cálculo de las circunstancias.

El emprendimiento, así entendido tiene, como es lógico, un alto nivel de riesgo, no siempre las expectativas se cumplen, o las variables en estudio permanecen estables, en consecuencia, no pocos de esos intentos fracasan a corto o mediano plazo, como sucede con las pymes, creadas por emprendedores por antonomasia.

Las cifras de fracaso de las pymes son abrumadoras, en cualquier país que se analicen. Las estadísticas indican que, en promedio, el 80% de ellas fracasa antes de los cinco años y el 90% de no llega a los 10 años. Para los dueños de pymes, las razones del fracaso es necesario buscarlas fuera de las empresas, pero los analistas empresariales se orientan más a identificar las causas del fracaso en las propias organizaciones y, en particular, en la capacidad de gestión de sus creadores. Existen datos que corroboran este segundo punto de vista, ya que con frecuencia la iniciativa del creador de una pyme no está acompañada de los procedimientos necesarios. o éste descubre solo al ponerse en marcha cuáles son las dificultades y los requisitos.

Es por eso que las cifras que indican el aumento de los emprendedores, no señalan solamente la existencia de personas con ese espíritu y vocación, sino que a veces no hacen otra cosa que dar testimonio de una opción obligada a falta de otra cosa mejor.

Este fenómeno se ha estado haciendo evidente en los últimos meses, como fenómeno acompañante al aumento de la tasa de desempleo en el país, la cual subió en 0,5 puntos porcentuales en doce meses, alcanzando un promedio de 6,4% en el trimestre diciembre 2016-febrero 2017, el nivel más alto para el mismo período en seis años.

Para comprender el impacto de ese porcentaje, es más claro aludir a la destrucción de 120.460 empleos asalariados en el último año, de los cuales 111 mil son del sector privado y nueve mil del sector público. Según Juan Bravo, investigador senior de Clapes UC, alrededor de 100 mil de los empleos asalariados perdidos en el sector privado corresponden a tres sectores: construcción (50 mil menos); actividades financieras y de seguros (24 mil) y actividades de alojamiento y servicio de comidas. Es allí donde surgen los otros datos; el trabajo por cuenta propia, que continúa aumentando en 131.730 puestos en doce meses, de los cuales 52.500 son de trabajo en la calle.

La recuperación del ritmo de la economía, no pasa por las lecturas de cifras en los indicadores económicos, o los exhaustivos análisis y proyecciones de los expertos, no hay necesidad de disimular mediante las estadísticas cuando las cosas marchan bien; hay más trabajo formal y bien remunerado y menos de estas actividades alternativas, muchas veces malamente compensatorias. Es este aspecto del desarrollo del país que no admite eufemismos o manejo de números, falta todavía sincerar los datos, mientras más transparente sea esta información más específicas serán las medidas que se emprendan para mejorarlos.

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