En los últimos 10 ó 12 años, el sector frutícola ha tenido un crecimiento notable y las exportaciones del Bío Bío han aumentado cerca de ocho veces, lo que ha impactado favorablemente también al desarrollo del sector portuario.
En los últimos 10 ó 12 años, el sector frutícola ha tenido un crecimiento notable y las exportaciones del Bío Bío han aumentado cerca de ocho veces, lo que ha impactado favorablemente también al desarrollo del sector portuario.
Las oportunidades tienen una connotación ambigua, ya que puede suceder que al ser presentadas tengan tanto atractivo que logran oscurecer otras oportunidades igual o más promisorias, puede ser, a posteriori, una reflexión sobre lo ocurrido con el desarrollo de nuestra Región, que hace más de un decenio encontró en el emprendimiento industrial una poderosa instancia de crecimiento, como efectivamente ocurrió, hasta que la historia cambió los escenarios.
A fines del siglo XIX, la agricultura jugaba un rol principal en la economía de la zona, de ahí el símbolo de la ciudad, en la columna de la Plaza Independencia, coronada por la diosa Ceres, quien, para la mitología clásica, recorrió los campos enseñando a los hombres a cultivar la tierra. La gentil diosa fue desplazada por Vulcano, en el carbón, las fábricas, el acero y el petróleo. Los tiempos cambiantes vuelven a señalar el antiguo rumbo de la Región, una línea de producción absolutamente atemporal, mientras exista la necesidad de producir alimentos.
Los indicadores del cambio positivo para la Región se observan en sectores que examinados superficialmente parecen no estar relacionados, como es la capacidad portuaria y sus usuarios. En una ilustradora entrevista para este medio, el gerente general de San Vicente Terminal Internacional, Eduardo González, señala cambios trascendentes, ya que nuevas líneas de producción han obligado a la diversificación de cargas portuarias
Se señala que los terminales de la Región del Bío Bío deberán tomar medidas para adaptarse a las nuevas demandas del futuro próximo, diferentes de los envíos tradicionales, ligados a la madera y celulosa, una realidad que hace necesaria nueva infraestructura y diferente capacitación laboral. En los últimos 10 ó 12 años, el sector frutícola, como ejemplo, ha tenido un crecimiento notable y las exportaciones por nuestra Región han aumentado cerca de ocho veces.
El terminal portuario se encuentra preparado, ya que para este nuevo tipo de carga se requiere un monitoreo constante de contenedores refrigerados y personal calificado. Otro factor de desarrollo es representado por el Centro de Inspección de Fruta Fresca de Cabrero, que permitirá a los exportadores de una macrozona que involucra por lo menos a tres regiones, hacer envíos directos y ya certificados, con destino a Estados Unidos, a lo cual se añade el mejoramiento en la conectividad de la ruta Concepción- Cabrero.
Haciendo un balance de los potenciales, Bío Bío posee actualmente 953 mil hectáreas de plantaciones forestales; 787 mil de bosque nativo; 658 mil de praderas; 249 mil de cultivos agrícolas, con razón es considerada el centro forestal del país, con 1.700.000 hectáreas, sector que abarca el 76% de las exportaciones forestales a nivel país. Al mismo tiempo, no hay que perder de vista que también tiene 57.359 unidades productivas agropecuarias, el 20,6 % del total nacional.
Los nuevos estudios que se han iniciado, para reforestar los sectores consumidos por los últimos incendios, deben tener particular cuidado de no quemar las naves de la agricultura y considerar sus necesidades y logística. La producción hortofrutícola, por ejemplo, es una promesa de desarrollo que no dejará de ser necesaria, no importa cuántos cambios ocurran en tecnología o en el modo de vivir la sociedad, la alimentación será siempre una prioridad, una prioridad que la Región tiene la oportunidad de atender.