Respecto a la marihuana, su consumo entre los jóvenes creció en todos los países del continente con excepción de Perú, mientras que Chile es el país con mayor consumo de esta droga en la región.
En el complejo proceso de revisión de principios, hay dinámicas que someter a juicio, como los sistemas políticos o el modo de llevar adelante el gobierno y la administración de los países, mirados como opciones para cambiar el estado de las cosas. Es crítico trazar una línea entre lo discutible y relativo, y lo absoluto y evidente. Así puede suceder con el concepto de libertad, por un lado, y la autonomía para hacer lo que se quiera con la salud propia, como si esta última fuera un derecho personal que actúa independientemente de la sociedad en su conjunto.
El consumo de drogas, la ingesta de bebidas alcohólicas, la inhalación de nicotina, claramente, están dentro de esos dilemas, el de libertad de su consumo, o los riesgos en salud, que al final representan una carga sostenida e importante sobre el sistema sanitario del país.
Por lo menos se ha actuado consecuentemente en las campañas nacionales impulsadas por diversos gobiernos para controlar el consumo de los dos últimos agentes aludidos. Se ha instalado el derecho de las personas a vivir en un ambiente libre de humo de tabaco y que esta condición resulte natural en una gran cantidad de instancias. Del mismo modo, el control de la ingesta de alcohol en conductores ha tenido impacto positivo, aunque exige un permanente reforzamiento.
Lamentablemente, la juventud muestra índices preocupantes en el consumo tanto de tabaco como alcohol, liderando las cifras en Latinoamérica. Una situación particularmente grave si no hay conciencia de la posibilidad de asociar estas drogas al consumo de otras, con efectos sinérgicamente desfavorables. La Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la OEA revela el alto consumo de alcohol en jóvenes de entre 13 y 17 años, el aumento del consumo de marihuana en este sector de la población y la "precocidad" en el consumo de sustancias inhalables. Respecto a la marihuana, su consumo entre los jóvenes creció en todos los países del continente con excepción de Perú, mientras que Chile es el país con mayor consumo de esta droga en la región.
No hay suficiente investigación como para probar el efecto del consumo de marihuana asociado al consumo de alcohol en jóvenes, pero se estima que es un riesgo considerable al momento de conducir vehículos motorizados o aumentar significativamente los riesgos por conductas temerarias de diversa naturaleza, incluyendo actividad sexual desprotegida.
Es esta situación digna de atención, toda vez que hay políticos que confunden, como se señala al principio, hasta dónde llega la libertad; el presidente de la Sociedad de Neurología Psiquiatría y Neurocirugía de Chile señala: "la juventud siente que el tema se ha banalizado y se plantea como una sustancia inocua", mientras que el exdirector de Senda había manifestado su preocupación: "la cannabis no es recreacional, no es lúdica, no es que no suceda nada con este uso".
Por otra parte, el jefe del Programa de Bioestadística de la Escuela de Salud Pública, Jorge Rodríguez, en fecha reciente, ha probado que los índices de consumo de drogas son mayores a los expuestos por organismos estatales especializados. Según sus investigaciones, estos estudios no consideran poblaciones ocultas, es decir, aquellas personas que no desean declarar su consumo de drogas.
Este tema está claramente sobre la mesa, no se trata de más o menos democracia, se trata de más o menos salud.