En 50 años, el hombre chileno promedio aumentó más de 12 kilos de peso y creció 7,6 centímetros de estatura, mientras que la mujer subió 9 kilos y creció 6,1 centímetros. Más kilos que centímetros.
No se trata de una preocupación simplemente estética, por más que se trate de controlar el peso excesivo mediante dietas de improbada eficacia, o planes intensivos de recuperación en gimnasios administrados por expertos. Por mucho que la industria de mantener a las personas en buen estado físico tenga fuerte asociación con el control del peso por razones de apariencia o presentación personal, para las autoridades de salud el sobrepeso tiene otras significancias, todas mucho más serias que la imagen ante los ojos del observador.
El hecho escueto es que en Chile las obesas pasaron de ser 7% del país al 30%. Mientras los hombres obesos pasaron de ser el 5% al 19%. En un periodo relativamente breve, en 50 años, la sociedad chilena ha evolucionado en muchos aspectos, entre éstos que el hombre chileno promedio aumentó más de 12 kilos de peso y creció 7,6 centímetros de estatura, mientras que la mujer subió 9 kilos y creció 6,1 centímetros.
En la primera encuesta de nutrición realizada en el país en 1960, denominada "Chile, Nutrition Survey", el hombre promedio entonces pesaba 65 kilos y medía 1,62 m; para la mujer, el peso promedio era de 58 kilos y 1,50 m de altura. El Índice de Masa Corporal (IMC) era normal para los hombres, y para las mujeres informaba de un leve sobrepeso. Para 2010, según la última Encuesta Nacional de Salud (ENS 2009-2010), el peso de los hombres llegó a 77,3 kilos y 67 kilos para el caso de las mujeres.
Hasta cierto punto es un indicador positivo, en el sentido de su asociación con el progreso, para Marcia Erazo, jefa del Programa Nutrición de Poblaciones de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, "a nivel mundial se observa que en la medida en que se fue superando la pobreza y la desnutrición de los países, también va aumentando la talla y el peso de las personas". No se trata entonces de un cambio genético, sino de cambios socioeconómicos que permiten que estos dos indicadores se incrementen.
Sin embargo, hay un hecho preocupante, el aumento del peso fue mayor en proporción que el de la talla, indudablemente, los kilos fueron mucho más que los centímetros, lo que dice relación con inadecuados hábitos alimentarios e insuficiente actividad física. Según Eliana Reyes, nutrióloga del programa Obesidad y Diabetes de la Clínica U. de Los Andes, "la población está en un balance calórico positivo, es decir, la ingesta de calorías ha superado al gasto, por el sedentarismo, la relación correcta indica que para la misma estatura promedio que indica la Encuesta Nacional de Salud, los hombres y las mujeres deberían pesar, respectivamente, seis kilos y cinco kilos menos.
La tendencia no se atenúa; el último informe indica que Chile se encuentra en el 6° lugar mundial en obesidad infantil y en el primer puesto en América Latina. Un estudio reciente del Inta, en el que advierte que en Chile el 70% de los niños va a ser obeso en el corto plazo. Además, las estadísticas destacan que en Chile el 22,3% de los niños de pre kínder son obesos, el 23,6% de kínder, el 25,3% de primero básico. Esto se debe a que el consumo de algunos alimentos en Chile se dispara, como bebidas artificiales o comida chatarra.
Más allá de las políticas gubernamentales al respecto, o las campañas en colegios y otras instituciones, poner literalmente este asunto sobre la mesa en el seno de la familia es una necesidad urgente e impostergable.