Editorial

Sobre el consumo, el uso de los créditos y el endeudamiento

A diferencia de estudios de esta naturaleza en el pasado, por primera vez se incluye al retail financiero, lo cual significa detectar la situación de 5 millones morosos, de ellos aproximadamente 840 mil registran obligaciones impagas.

Por: Diario Concepción 20 de Diciembre 2016

En estas fechas, más marcadamente que cualquier otra, los chilenos son presionados para elevar sus niveles de consumo. Machaconamente, el comercio, que se moviliza mediante este tipo de dinámicas, interfiere con las rutinas conocidas y subliminalmente se instala una inquietud que solo se tranquiliza, y no siempre, al momento de comprar. En principio no tiene nada de mal, muy por el contrario, es el tipo de actitud que mueve la economía, siempre y cuando los gastos estén justificados y los medios para enfrentarlos sean suficientes.

Las circunstancias negativas de este fenómeno es que las personas, por convenciones sociales, por obligaciones sociales, por muchos motivos, incluyendo cálculos y compensaciones, gastan más de lo que tienen y, en consecuencia, recurren al financiamiento mediante préstamos, a corto o largo plazo, sin comprender a cabalidad que no hay mercadería más cara que el dinero.

Recientemente se han encendido las alarmas, al detectar que son los adultos mayores y los jóvenes quienes presentan los mayores índices de morosidad (4,4% y 6,1%, respectivamente) en Chile, según el informe de endeudamiento 2016 presentado por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras.

A diferencia de estudios de esta naturaleza en el pasado, por primera vez se incluye al retail financiero, lo cual significa detectar la situación de 5 millones morosos, de ellos aproximadamente 840 mil, registran obligaciones impagas, lo que representa un 16% del total de la muestra, con una deuda impaga media de $108.000. 

Sin embargo, a pesar del mayor tamaño de la muestra, los montos de las deudas no variaron significativamente, lo cual da cuenta de una cierta regularidad, aunque el promedio de la deuda haya aumentado levemente de $1.551.936 a $1.631.546. Con el resguardo que al desagregar por tramo etario, los deudores morosos de menos de 30 años y adultos de más de 65 años presentan los mayores niveles de deuda impaga.

Aunque en términos de montos, las deudas más importantes se encuentran en el grupo de edades comprendidas entre los entre 35 y 40 años, los que deben cerca de $3.500.000, en comparación con la media de un millón de pesos o menos, de los grupos de menores de 30 años y mayores de sesenta y cinco, diferencias que se explican porque en el tramo anterior se contraen compromisos económicos para la adquisición de la vivienda.

La otra variable, que refleja con claridad el impacto de las diferencias de ingresos, es la distribución y monto de la deuda asociados tanto al nivel socioeconómico como al género, de esa manera, los deudores con ingresos de entre $1,2 millones y más de $2,6 millones representan el 71,6% del monto, los sueldos inferiores a $250 mil tienen una deuda media de $287.271, mientras que quienes ganan más de $2,6 millones tienen una deuda mediana de $25,7 millones, de parecida manera, la carga financiera, es decir, deuda sobre ingresos, de la mujer es de 15,4% y en hombres de 18,2%.

Es recomendable rescatar la intención del informe, que no es demonizar el crédito, sino que recomendar que éste se utilice adecuadamente. Que es indispensable que el endeudamiento sea responsable, calcular los ingresos necesarios para cumplir con los compromisos, evaluar los costos financieros y los eventuales riesgos, empezando por reflexionar cuidadosamente si es realmente necesario endeudarse, por cercana que se encuentre la Navidad. 

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