Editorial

Las demandas que presenta el mundo laboral emergente

Cada año un nuevo contingente de jóvenes busca un lugar en el compe-titivo mundo del trabajo. Operan a lo menos dos circuns-tancias: aquellos que lo buscan, con sus propios perfiles y esperanzas, y las características deseables para los empleadores.

Por: Diario Concepción 14 de Diciembre 2016

El mundo laboral evoluciona hacia un ámbito más complejo. El trabajo indistinto, rutinario, de relativa poca exigencia intelectual, está en vías de extinción, ya que en condiciones normales representa una rutina que a la larga tiende a la respuesta automática, a las acciones similares perfeccionadas con la práctica. La diferencia fundamental con las tendencias actuales es que las tareas van a exigir rápidos cambios en las rutinas, continuos y con exigencia creciente de nuevas competencias, de permanentes actualizaciones o rediseños.

Para adaptarse a las demandas de este nuevo mundo, se requiere una sólida competencia laboral, es decir, poder responder exitosamente una demanda compleja y llevar a cabo una actividad o tarea. No solo saber, sino saber ser, que requiere de las adecuadas actitudes y saber hacer, tener las habilidades y destrezas.

Cada año un nuevo contingente de jóvenes busca un lugar en el competitivo mundo del trabajo, y operan a lo menos dos circunstancias: aquellos que lo buscan, con sus propios perfiles y esperanzas y por otro, las características deseables para los empleadores.

En una investigación relativa a este asunto, la empresa de investigación Datos Claros realizó un estudio con 200 chilenos de entre 18 y 35 años, estudiantes universitarios o profesionales graduados, para conocer cuál es la relación que tienen los jóvenes con el trabajo y las características de su perfil. Concluyen que del total, el 60% tiene un perfil más innovador y el 40% más conservador. 

Los primeros son los que prefieren balancear su vida profesional con la personal, jóvenes que buscan el continuo desarrollo profesional que entienden el trabajo como un espacio para ese fin, y de constantes desafíos y exigencias que les permite crecer. Los segundos están enfocados en su crecimiento profesional, por sobre todo los del grupo de emprendedores o innovadores, que prefieren un empleo para balancear su vida laboral y personal. 

La otra parte de la ecuación son los perfiles buscados por las empresas o los empleadores, que en general resultan más o menos comunes. Siendo los idiomas, liderazgo y emprendimientos lo que más valoran las grandes firmas al contratar recién egresados, agregando características como iniciativa, actitud positiva, creatividad, liderazgo, trabajo en equipo y adaptación al cambio.

Para un ejecutivo, los postulantes deben ser personas integrales y con inquietudes diversas, al haber constatado que un predictor del desarrollo dentro de la empresa firma son sus antecedentes de experiencia en proyectos o actividades extra programáticas, trabajos esporádicos o emprendimientos en sus años de estudio.

La lectura inmediata de estos perfiles constata que no siempre el mundo académico está entregando las herramientas para este nuevo universo. Elevar la calidad y la productividad del sistema de educación superior, poniéndolo a la altura de una economía basada en el uso intensivo de conocimientos acompañado de las adecuadas competencias blandas, un aspecto aludido como deficitario. Es muy posible que esto demande cambios en el ámbito académico, ya que es posible que se esté preparando jóvenes para un mundo que está dejando de existir.

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