Editorial

El compromiso responsable

Los adultos que se encuentran involucrados en las fases formativas de los jóvenes tienen que recordar el consejo de no rendirse, ya que es natural para la juventud desechar ideas consideradas viejas y optar por otras nuevas, no importa que estas últimas no siempre sirvan, o tengan gruesas dosis de error, siendo igualmente apelantes a los ideales juveniles, el deseo de cambiar voluntariosamente la realidad.

Por: Diario Concepción 14 de Diciembre 2016

Los adultos que se encuentran involucrados en las fases formativas de los jóvenes tienen que recordar el consejo de no rendirse, ya que es natural para la juventud desechar ideas consideradas viejas y optar por otras nuevas, no importa que estas últimas no siempre sirvan, o tengan gruesas dosis de error, siendo igualmente apelantes a los ideales juveniles, el deseo de cambiar voluntariosamente la realidad.

Hay todavía instancias que debieran ser aprovechadas para motivar hacia la participación en el acontecer ciudadano, por citar una circunstancia insatisfactoria. Si la democracia no está bien, la misma democracia tiene los mecanismos para mejorarse. La base está en la demos, el pueblo, mientras más numeroso, mientras más comprometido, mejor. Los que atribuyen falencias al sistema democrático son por lo general los mismos que permiten que las jugadas las ejecuten otros, alejándose del lugar donde debieran estar, justamente para contribuir a la construcción de una democracia más fuerte y más sólida. 

Queda tiempo para tratar de combatir la indiferencia y el alejamiento de la cosa pública. No importa que parcialmente, al llegar un significativo proceso eleccionario presidencial cuyos prolegómenos ya se han desatado. Este tiempo que resta debe ser empleado para probar que es aún posible recurrir al esencial espíritu de idealismo y justicia de los jóvenes, quienes deben internalizar un hecho evidente; que no se puede ser renuentes a ayudar a la construcción del mundo que les espera, no es razonable, para ningún joven, admitir que, a su vista y paciencia, otros determinen cómo será el país en el cual les tocará vivir.

PROCOPIO
 

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