Editorial

Más flancos débiles tras creación de nuevas regiones

Las falencias de las actuales regiones no se resuelven necesariamente separándolas en porciones más pequeñas, con mayores grados de identidad, sino más bien por el trabajo mancomunado y en igualdad de términos, con las cartas sobre la mesa.

Por: Diario Concepción 08 de Noviembre 2016

La Comisión de Hacienda del Senado votará próximamente la viabilidad de la nueva Región de Ñuble, una sentida aspiración de los habitantes de esa parte del territorio, actualmente parte de la Región del Bío Bío, como fruto de años de trabajo para presentar esa posibilidad como un proyecto ad portas de materializarse. Es este el primer trámite legislativo para crear la XVI región del país, seguido muy de cerca por los proponentes de esta nueva entidad territorial.

No existe, sin embargo, un sentimiento unívoco frente a esta nueva división del país, hace pocos días, gremios empresariales del Bío Bío, crearon una mesa de trabajo que han denominado "Mejores regiones para Chile", que tiene como idea fuerza una antagónica a la iniciativa anterior, es decir, aportar argumentos para que no se siga dividiendo el territorio administrativo nacional.

Participan en esta mesa, además de Socabío, el gremio que reúne a los agricultores regionales- la Asociación de Exportadores y Manufactureros (Asexma), el Instituto Regional de Administración de Empresas (Irade), la Corporación Industrial para el Desarrollo Regional (Cidere) y la Confederación de la Producción y del Comercio de Concepción (Cpcc). A pesar que el caso Ñuble se considera resuelto, el motivo de esta instancia es demostrar que no es necesario crear nuevas regiones.

En parte, el argumento es que en la mayor parte del mundo el progreso pasa por la capacidad de reunir regiones, para potenciar el conjunto y compensar las debilidades, al mismo tiempo que se potencian las ventajas competitivas, macrozonas que por su peso productivo son capaces de negociar en buenas condiciones, establecer sistemas logísticos integrados y conseguir, sinérgicamente, apoyos estatales. 

La argumentación se basa en datos duros de financiamiento, estimando que la creación de una nueva región tiene un costo aproximado de 20 mil millones de pesos anuales, además de los costos en remuneraciones, el gerente de Cpcc estima que se requiere contratar alrededor de 2.500 personas, lo que representa 120 mil millones de pesos anuales para sueldos, permisos y viáticos.

Por su parte, los propulsores de la nueva región observan el avance de esta iniciativa con entusiasmo, viendo en este cambio una nueva oportunidad para solucionar asuntos largamente pendientes de infraestructura y pobreza "hay problemas que no se resolverán si no es desde acá", agrega el Presidente de Ñuble Futuro, confiando en un escenario más positivo, "cosas que favorecen, como la creación de universidades".

Puede ser que las rentabilidades de la nueva región permitan financiar los costos de la operación, pero sigue estando presente el factor que hizo, si no necesario, por lo menos deseable, dividir la Región del Bío Bío; la insuficiente capacidad para pensar y hacer las cosas de común acuerdo, la poca visión lejana para encontrar las metas comunes y la falta de sabiduría para conseguir una distribución equitativa de recursos y logros. 

Las falencias de las actuales regiones no se resuelven necesariamente separándolas en porciones más pequeñas, con mayores grados de identidad, sino más bien por el trabajo mancomunado y en igualdad de términos, con las cartas sobre la mesa, mediante el círculo virtuoso del accionar conjunto, en las actuales regiones y en las alianzas estratégicas interregionales que parece conveniente implementar en el futuro próximo.

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