Los subsidios estatales son una importante herramienta para entregar mayor bienestar a la población, pero a la vez pueden hacer un maquillaje a las cifras que dan cuenta de una economía en desaceleración.
Muchas dudas y algunas certezas ha dejado la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), entregada la última semana por el Ministerio de Desarrollo Social. No es más que una encuesta a hogares que abarca diversos temas como educación, trabajo, ingresos, salud y que incluye a todo el espectro de la población del país. Pero es a través de ese sondeo que se realiza una medición del bienestar material de los hogares y a partir de esos datos se desarrollan indicadores de distribución del ingreso, acceso a servicios sociales y pobreza. En ésta última encuesta se entrevistó a 266 mil personas residentes en 324 comunas de las 15 regiones del país.
La Casen trajo buenas y malas noticias. La buena es que la pobreza ha disminuido y los ingresos de hogares aumentaron. La mala es que esa reducción fue menor de lo que se esperaba y el alza de ingresos igualmente bajo, para no decir decepcionante. En la Región del Bío Bío, las cifras indican que 440 mil personas salieron de la pobreza en nueve años. Desde el sondeo de 2013, dice la Casen, hay 93.279 mil personas menos en esta clasificación socioeconómica, y 46 mil dejaron de estar en la condición "extrema" de pobreza. Aunque sea positiva la noticia respecto a la disminución, en términos generales la Región del Bío Bío sigue estando entre las con mayor desigualdad.
En materia de ingresos, se registró en 2015 un total de $491.868, muy por debajo del promedio país que fue de $705 mil. Al ser comparado con el año 2013, el sueldo promedio regional tuvo un incremento de $21. 854. Los números de la Casen indican además que en casi 10 años, Bío Bío experimentó un alza de sólo $84.128, ya que en el 2006 se promediaba $423.985, ubicándose dentro de las últimas regiones con movilidad en esa ítem, en lugar 11.
En palabras simples, la Casen de 2015 muestra que el país ha avanzado hacia la eliminación de la pobreza y el aumento de los ingresos en los hogares. Pero también deja evidente que no se ha avanzado con la velocidad que todos quieren y esperan.
Es importante tener en cuenta que el país pasa por un ciclo de bajo desempeño en tasas de crecimiento del país, por ende, la medición mostró que importantes recursos, a través de subsidios del Estado, fueron entregados al 10% de los chilenos de menores recursos -1,8 millones de personas-, que tienen ingresos mensuales de $179 mil como grupo familiar. Dichos subsidios se entregaron a los niños menores de 18 años, también a través de pensiones asistenciales de vejez a los mayores de 65 años, pensiones de invalidez y subsidio de agua potable para pagar el 100% de la cuenta de hasta 15 m3 de consumo mensual. Esta política obviamente se refleja en las cifras de medición de la pobreza.
Los subsidios estatales son una importante herramienta para entregar mayor bienestar a la población, pero a la vez pueden hacer un maquillaje a las cifras que dan cuenta de una economía en desaceleración, que crea mucho menos empleos en comparación a años pretéritos, y en donde la tasa de desempleo va al alza. Por eso es clave que la Casen, más que realizar diagnósticos sobre la realidad actual, sea una herramienta que permita proyectar políticas con la visión de hacia dónde el país quiere llegar.