Chile tiene bosques en abundancia y la madera es un material constructivo que presenta un gran número de ventajas, dado que es biodegradable, tiene buen aislamento térmico, es renovable y con una relación resistencia-peso más favorable que el acero, y mucho más conveniente que el hormigón.
Pese a las infinitas bondades de un material que se puede cortar y trabajar en diversas formas y tamaños, y que en Chile no es escaso, no existe una industria desarrollada para la construcción en madera. De hecho, en Chile la madera es en general asociada a viviendas de bajo presupuesto. Las típicas mediaguas para situaciones de emergencia son las que tradicionalmente se reconocen como viviendas de madera.
Las razones para ese escenario son variadas. Desde idiosincrasias culturales, la falta de materia prima optimizada, la escasez de mano de obra especializada hasta la inexistencia de una normativa actualizada que permita construir en mediana altura, utilizando la madera como material principal. La normativa actual para diseño y construcción en madera permite tres niveles, como máximo, y sólo para estructuras de madera laminada encolada. En Chile no existen normativas para edificaciones con madera contralaminada o CLT, que es empleado para edificaciones de madera de mediana altura en Europa, Canadá y Estados Unidos.
Para que verdaderamente se desarrolle una industria, la legislación debe actualizarse de modo a impulsar un mercado -hoy potencial- que traería enormes beneficios para la Región. Es el primer paso a agregar valor a los productos locales. Bío Bío puede vender no sólo troncos, sino que vivienda terminadas.
AQUINO