En este impulso, nuestra región tiene mucho que aportar, siempre que las iniciativas emerjan desde sus autoridades, tenemos un paisaje variado y conmovedor, la posibilidad de capacitar un capital humano numeroso y conectividad perfectible.
Se le ha definido como la industria sin chimeneas, aunque sería muy erróneo pensar que sin las chimeneas deja de ser industriosa, ya que efectivamente las demandas del turismo para competir en las grandes ligas son muy elevadas, se requiere algo más que una cara bonita, aunque por otro lado, los retornos suelen compensar con creces los esfuerzos y las inversiones, siempre y cuando los proyectos se lleven a cabo sin vacilaciones o desperfectos.
Las cifras son suficientemente elocuentes, expresan una posibilidad potente de contribuir al desarrollo de las naciones, no en proporciones marginales o complementarias, sino sustantivamente, por lo tanto, su evolución es de gran e inmediato impacto, como ha ocurrido, por ejemplo, en España, que acusa con preocupación al haber perdido su segunda posición mundial en ingresos por turismo a favor de China y ha bajado al tercer lugar en este ranking liderado por Estados Unidos.
Según los datos preliminares difundidos por la Organización Mundial de Turismo, EE.UU, con 178.000 millones de dólares, encabeza la lista de ingresos por turismo internacional en 2015, seguido de China, con 114.000 millones; España, con 57.000 millones, y Francia, con 46.000 millones.
Otras naciones han tomado las necesarias medidas para participar en esta tendencia mundial en incremento, de esta manera, entre los diez principales destinos, según el nivel de ingresos, se observa dos otros cambios en el posicionamiento relativo; Tailandia, que asciende desde la novena a la quinta posición, con 45.000 millones de dólares en 2015, escalando además del décimo cuarto lugar al undécimo por llegada de turistas.
El segundo cambio se debe a Hong Kong (China), que avanza de la décima a la novena posición, mientras que en la parte un poco más baja del ránking, México escala del puesto 22 al 17 por ingresos y del décimo al noveno por llegadas de turistas internacionales. Los ingresos mundiales por turismo crecieron un 3,6% en 2015, hasta 1,4 billones de dólares, lo que supone 4.000 millones al día como media.
Estos resultado están en sintonía con el incremento del 4,4% en llegadas de turistas, hasta el récord de 1.184 millones en 2015. Por cuarto año consecutivo, el turismo se incrementó a un ritmo superior al del comercio mundial de mercancías -del 2,8%- y representa ya el 7% del total de las exportaciones mundiales, un punto porcentual más que en 2014, y el 30% de las exportaciones de servicios.
Así expuesto, es absolutamente lógico que Chile haya decidido invertir 400 millones de dólares en turismo con el fin de convertir al país en uno de los principales destinos del mundo en un plazo de casi diez años. "Las cifras lo avalan y los esfuerzos que vamos a tener van a ser muy significativos. Hemos comprometido una hoja de ruta que involucra 400 millones de dólares en un horizonte de 9 años entre lo público y privado. Un esfuerzo único e inédito", según afirma el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes.
En este impulso nuestra región tiene mucho que aportar, siempre que las iniciativas emerjan desde sus autoridades, tenemos un paisaje variado y conmovedor, la posibilidad de capacitar un capital humano numeroso y conectividad perfectible. Ya sabemos lo que sucede si nos quedamos esperando las propuestas de la capital, por lo cual no hay excusas para no hacerse responsablemente parte de este proyecto con la mayor premura.