Todo el mundo tiene sueños y aspiraciones, pero no son tantos los "privilegiados" que viven para verlos convertirse en realidad. Para que se materialicen se necesitan ideas, recursos, tiempo, un golpe de suerte… Pero sobre todo, se precisa valentía, convicción, estar dispuesto a dar un salto al vacío y arriesgarlo todo.
A finales de 2014, un joven matrimonio se atrevió a jugársela por un sueño. Sebastián, ingeniero civil; Alime, educadora de párvulos. Trabajaban en una importante compañía minera en el norte, que les garantizaba una estabilidad económica y un acceso a consumo que en Chile muchos consideran un sinónimo de éxito. Sin embargo, ellos querían algo más.
Cuando esa Navidad, le comentaron a familiares y amigos que cambiarían su vida para abrir una librería en Concepción, la primera pregunta fue si los habían despedido. La segunda, si estaban locos. En agosto de 2015, Sebastián y Alime abrieron la Librería Qué Leo en la Plaza Perú, una apuesta arriesgada en un sector inhabitual para este tipo de comercios. Con cariño y atención en los detalles, dieron vida a un proyecto que resultó ser mucho más que una librería. Le abrieron las puertas a autores nuevos y consagrados, a jóvenes talentos locales, a soñadores, a niños, organizaron talleres gratuitos… Cuando llegaron, no conocían a nadie, pero a un año, ya habían formado una red de amigos, colaboradores, nuevos escritores, lectores compulsivos, gestores culturales y, por supuesto, una comunidad creciente de clientes.
No es fácil alcanzar un sueño, pero tampoco es imposible. Alime y Sebastián demostraron que la convicción y un trabajo hecho con cariño y dedicación, puede ser suficiente para hacer la diferencia. Y eso, el público lo agradece.
PIGMALIÓN