La serie de HBO Games of Thrones se ha transformado en un femómeno de audiencia mundial por razones tan diversas como la calidad de la producción, del guión, de las actuaciones y locaciones...
La serie de HBO Games of Thrones se ha transformado en un femómeno de audiencia mundial por razones tan diversas como la calidad de la producción, del guión, de las actuaciones y locaciones… También ha incidido su crudeza y nivel de violencia, en la que ningún protagonista está a salvo de una muerte terrible. Pero la serie no sólo ha mostrado escenas fuertes en combates o traiciones; también ha llevado la violencia a otros planos piscológicos, pero no por ello menos impactantes.
Una escena terrible, pero muy bien lograda, es la del "Camino de la Vergüenza", hacia el final de la quinta temporada, en el que la reina Cersei es condenada por el poder religioso, a caminar desnuda por la ciudad, bajo la reprobación moral de su pueblo, como forma de expiar sus pecados. Todo el recorrido con una custodia tras ella, repitiendo, como una letanía, o más bien un látigo: "vergüenza". La humillación a la que es sometida una soberana poderosa, intrigrante y maquiavélica, no deja de ser impactante, por su carga simbólica: la caída del poderoso (cima y sima) que se enfrenta desnudo a la reprobación de la sociedad, y que debe caminar un largo trecho totalmente expuesto a las agresiones más o menos justificadas de la chusma. Bien podría considerarse una pesadilla atávica, la inseguridad que sólo da la desnudez frente a la mirada de los otros. Vulnerabilidad al extremo, como la de un recién nacido.
Este año ha sido prolífico en ejemplos de políticos caídos y expuestos en su "desnudez" ante el repudio ciudadano. Nunca es bueno tener que recurrir al castigo o al miedo para garantizar una conducta ética, pero estos "caminos de la vergüenza" finalmente pueden llegar a persuadir, por coersión, a hacer lo correcto, en un país en el que, durante largos años, se cometieron abusos de muchos que creían estar por sobre el bien y el mal. Sobre todo cuando ese camino puede extenderse por mucho más que unas cuantas cuadras.