Puede ser muy legal la pensión de esta ex funcionaria, pero no necesariamente legítima. Es un doloroso e irritante contraste con la situación de miles de pensionados por los cuales no se ha hecho cosa alguna, con políticos incoherentes con sus principios.
Las cifras que se indican a continuación son apropiadas para poner el tema en el justo contexto, las pensiones en Chile, en el último informe previsional de la Superintendencia de Pensiones, tienen un promedio de 197 mil 726 pesos, cálculo derivado a enero de 2014, del sistema de AFP, después de pagar 1.024.086 jubilaciones.
Ante ese escenario, el vicepresidente de la Caja de Previsión de la Defensa Nacional, criticó la pensión de $5,2 millones mensuales brutos que recibe Myriam Olate, esposa del diputado socialista Osvaldo Andrade, señalando a un medio capitalino, que las jubilaciones del Ejército, la FACh y la Armada, "no tiene pensiones tan altas como las que se han conocido, salvo seis excepciones".
Una de éstas es la pensión de la ex subdirectora técnica de Gendarmería, quien jubiló a través del sistema Dipreca, en el que se promedian sus últimos seis sueldos. Hasta abril de 2014, Olate ganaba un millón y medio de pesos, en julio del mismo año su salario aumentó a $3.9 millones y en septiembre del mismo año tuvo una explosiva subida, llegando a los $5.9 millones, mes en el que se concretó su retiro.
En junio de 2014, el Gobierno retiró tres proyectos de ley dejados en trámite por el ex presidente Sebastián Piñera. Uno de ellos era el de sumar a los miembros de las Fuerzas Armadas al pilar solidario de pensiones. La medida fue defendida por el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, comentando que no corresponde que "aquellos que hoy tienen una situación de privilegio, que están en un sistema de reparto en materia previsional, tengan además acceso a los beneficios de la capitalización individual".
Sin embargo, ni él ni ninguno de otros políticos luchando, se supone, por la equidad, hizo algo al respecto, hubo en cambio 64 votos a favor para eliminar el techo de esas pensiones, a pesar que este sistema proviene de la dictadura y que según el David Bravo, presidente de la Comisión Asesora Presidencial sobre Sistema de Pensiones, "permite que las personas puedan pensionarse en función de sus últimas rentas o con reglas especiales que efectivamente rompen los principios con los que hoy casi la totalidad de las personas calcula sus pensiones… para el resto de los chilenos es una especie de insulto".
El diputado Andrade resulta involucrado, enredado en explicaciones para armonizar su propia ideología con los hechos en dirección contraria, daña colectivamente a la clase política y profundiza la desconfianza del ciudadano común ante ese colectivo privilegiado que no termina de entender las reales necesidades de las personas, en este caso, la situación de una ciudadana al parecer irregularmente favorecida, que deja en evidencia tremendas inequidades que no les han preocupado, sino hasta ahora, al quedar esta situación en expuesta evidencia.
En esta misma materia llama la atención el tema de los falsos exonerados que cobran mensualmente una pensión injustificada, se trata de miles de casos en los cuales decenas de parlamentarios estuvieron involucrados en su gestación y nada se ha hecho al respecto, a pesar del largo tiempo transcurrido. Parece que se olvida que el Estado financia todos estos egresos cuantiosos e irregulares, lo cual es imperdonable habiendo tantas necesidades insatisfechas de personas que su único demerito es haber estado alejado de las personas que administran el Estado. La coherencia en el accionar es requisito de la respetabilidad.