Fondos de la Corporación de Fomento de la Producción, Corfo, que representan oportunidades de financiamiento con miras al 2025 para proyectos de la región del Biobío, tanto para emprendedores como pymes y firmas de mayor tamaño, son los que resaltó el vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, en entrevista con Diario Concepción y que se centran, principalmente, en innovación tecnológica y el desarrollo de hidrógeno verde.

Lo anterior, se plantea en un contexto de crisis económica regional, que además de figurar como una de las principales preocupaciones ciudadanas, según una encuesta realizada recientemente por Desarrolla Biobío, es parte del origen de un inédito plan de fortalecimiento de la industria que considera una participación protagónica de la Corfo. Esto en el sentido de mejorar las expectativas económicas y de empleo de Biobío, por ejemplo, tras el cese de operaciones de la siderúrgica Huachipato que dejó alrededor de 4.700 trabajadores sin empleo en la zona.

Así, el vicepresidente ejecutivo de la entidad de fomento detalló una serie fondos a los que es posible acceder y destacó dos que ya fueron adjudicados en Biobío, correspondientes al desarrollo de litio metálico y concentración de cobre, respectivamente, que en total suman $ 16 millones de dólares y que serían de largo aliento, unos 6 años aproximadamente.

Adicionalmente, José Miguel Benavente adelantó la apertura, en las próximas semanas, de una ventanilla para un inédito y millonario facility (mecanismo facilitador de fondos) con aportes de diversos bancos de desarrollo internacionales. También, hay fondos para pymes tras el eventual aumento de uso de gas proveniente desde Neuquén, considerando una alta posibilidad de mayor demanda de servicios tanto para el ámbito industrial como domiciliario de este energético de transición hacia el hidrógeno azul y verde.

-¿Qué concursos relevantes para Biobío ya fueron adjudicados en 2024?
– Son proyectos grandes, uno de $ 6 millones de dólares y otro de $ 10 millones de dólares. Uno tiene que ver, específicamente, con la producción de litio metálico en que hay capacidad regional, donde la Universidad de Concepción tiene la capacidad y son proyectos largos hasta 6 años en el fondo. El otro, es una tecnología de punta para, precisamente, hacer lo que se llama la fundición de cobre que es sin emisión de CO2 e incluso sin escoria, que son incluso tecnologías que han sido desarrolladas acá (Biobío) con montos y plazos muy importantes que principalmente, lo que hacen, además de fomentar este tipo de actividades, que son muy intensivas en conocimiento, es reflejar las capacidades que tiene la Región para sacar adelante este tipo de iniciativas.

-¿Qué apoyos de Corfo podrían darse en la Región con ocasión del aumento en la importación de energéticos como gas y petróleo desde Neuquén?
-Hay varios temas asociados al gas porque es un energético que se puede utilizar, hay una gran demanda por el mismo y Neuquén tiene una oferta bastante barata. Lo segundo, el gas en el mundo es un vehículo de transición energética, no es sostenible en el largo plazo porque tiene carbono, no es tan contaminante como puede ser el petróleo. Entonces, se habla de hidrógeno azul y no verde que es en el fondo la forma en que se genera energía eléctrica para hacer hidrógeno. Por lo tanto, aquí una posibilidad de obtener gas barato para la zona y, potencialmente, eso, transformarlo en hidrógeno azul y, de alguna manera con esto, al empezar tempranamente con el gas, estamos apoyando a la promoción de la incorporación de hidrógeno en general, en las empresas establecidas en la Región para transitar de hidrógeno azul a verde.

Otro reto es incorporar el hidrógeno, incluso, a nivel de la red domiciliaria, a través de las mismas redes de gas que pueden ayudar en eso en que se está cambiando ahora la regulación para permitir que se pueda mezclar hidrógeno con gas.

-En el escenario que usted indica seguramente subirá la demanda de servicios de pymes de este rubro, ¿habrá acceso para empresas de este tipo a los apoyos de Corfo en la zona?
-Sí. Primero, hay que desarrollar la demanda y después de la oferta, entonces, la demanda todavía no está, pero vendrá y hay que apoyar la oferta. Nuestra propuesta, justamente, de hidrógeno verde, que tiene que ver con preparar esa oferta que tiene dos desafíos. Uno, es tecnológico y otro financiero. Respecto al tecnológico, se incorporan elementos sobre cómo estas empresas pueden ofrecer este tipo de elementos basados en nuevos energéticos ante la demanda adicional que habrá acá y para eso el espacio como el de hoy día (Innova Biobío 2025) convoca a las empresas para que desarrollen esto ante la demanda que surgirá.

Lo segundo, es a través del financiamiento en que existen dos formas. Uno es en las etapas tempranas para la incorporación de nuevas tecnologías a través de, por ejemplo, subsidios que damos en temas de innovación e, incluso, pueden acceder a un crédito tributario de innovación y desarrollo para incorporar nuevas formas de producción estos oferentes o proveedores.

-¿Qué otras opciones hay para las pymes regionales sobre financiamientos?
– En Chile no existe lo que se llama Banca Desarrollo que es un financiamiento vía préstamos para empresas que buscan ir a una escala un poco más allá para financiarse y la banca (tradicional) no les presta. Se trata de un proyecto de ley que se llama Afide que enviamos al Congreso en que nos ha ido bastante bien. En la primera etapa, entre otros, es hacer un préstamo a proyectos de innovación, donde la banca tradicional no presta y, lo que hace, es prestar de forma sindicada, es decir, junto con la banca tradicional en que la banca tradicional confía en esta institución porque hace evaluaciones técnicas. Potencialmente a mitad de este año ese proyecto esté listo donde eso es un spin out de la gerencia de la Corfo que se transforma en una empresa pública para el desarrollo de este tipo de herramientas entre otras, porque tendrá fondos de fondos para capital de riesgo, temas de garantías de primero y segundo piso además de créditos sindicados para innovación con la idea de cubrir este tipo de brechas que actualmente tienen este tipo de empresas para financiar esta propuesta de valor en una demanda que vendrá de todas maneras.

– ¿En qué consiste el facility financiero de hidrógeno verde?
– Son una cantidad de recursos en que está el Banco Mundial con $150 millones de dólares, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con $400 millones de dólares, un Banco de Desarrollo Alemán con $6 millones de Euros y el banco Europeo con $100 millones de Euros y nosotros (Corfo) pondremos de $100 a $200 millones dólares adicionales y está, también, el Banco de Desarrollo Latinoamericano para desarrollar este facility, que está, básicamente, orientado a financiamientos en etapas tempranas del hidrógeno verde, algunos de ellos que pueden ser de la oferta que exista en la región del Biobío, en que abriremos la ventanilla muy pronto, en cosa de semanas, en el fondo, donde ya hay un trabajo de nuestra gente buscando oferta de proyectos para financiar etapas tempranas.

El facility incorpora instrumentos como créditos sindicados, es decir, para proyectos grandes de, por ejemplo, $100 millones de dólares donde el facility puede prestar $10 millones de dólares con la condición de que el resto de $90 millones de dólares se salga a buscar al sector privado con créditos sindicados financieros a nivel nacional e internacional. Lo importante que juegan estos $10 millones de dólares de préstamo del facility, es más bien la señal que se da del interés y el compromiso del Estado de Chile de una estrategia a largo plazo porque son proyectos importantes que se construirán en 2027 y se terminarán operando el año 2029, por lo tanto, ya habrá no uno, sino dos Gobiernos hacia adelante.

Actualmente, tenemos los créditos verdes que pueden postular hasta $ 30 millones de dólares que son préstamos que se transan a través de la banca y, el resto, en el fondo, dependerá de la discrecionalidad de estos facility.

Además, este facility tendrá mecanismos de seguros tempranos. Si se trata de una empresa internacional que viene con financiamiento desde fuera y debe empezar a construir el año 2027 y debe comenzar a devolver el dinero en 2028, pero por algún motivo se atrasa, por temas de permisos o cambios meteorológicos, el facility tendrá un mecanismo de seguros que se activarán ante este tipo de contingencias donde el facility paga los intereses a los financistas.