El desafío está en que el 30% de la Región debe atenderse con otras vías de solución, que no son colectivas con sistemas de APR. En los avances, está el aumento de la cobertura en zonas semiconcentradas y en obras proyectadas 2025-2026 se busca crecer a 5.832 hogares.
De acuerdo con la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) de Biobío, a noviembre de 2024, la cobertura de Agua Potable Rural (APR) fue casi de un 100%. Sin embargo, según se estimó por la misma entidad, se logró un techo de cobertura de un 70% por esa vía, y existe un 30% en que se deben buscar otras opciones de solución, ya que no son colectivas con sistemas de APR.
Así, Claudio Morales, director de la DOH de Biobío, afirmó que “la cobertura de agua potable rural para los sistemas concentrados y semiconcentrados está en el 100% que son todos sistemas que ya tenemos construidos”.
Requerido acerca de la brecha de déficit de agua potable rural, Morales indicó que “está en donde se presenta el ítem de otras soluciones que los lugares desconcentrados que aparecen en puntos rojos (ver mapa) que son en torno a 20 mil viviendas. En estos lugares hay multiplicidad de situaciones en que algunos poseen soluciones individuales o sectores que tienen algún apoyo con camiones u otro tipo de elementos. Todo lo que estamos levantando como proyecto, tanto los que ya están en ejecución y los que están en diseño que vienen a ampliar sistemas existentes, estamos con una cobertura casi del 9%, aproximadamente”.
Más en detalle, Claudio Morales explicó que “el déficit surge en lugares que están desconcentrados, en las zonas rurales en que en aquellos lugares concentrados que poseen más de 20 viviendas por cada 100 metros cuadrados, estamos casi con cobertura del 100%, y en lo que nos estamos haciendo cargo ahí es acerca del crecimiento de esa población en cuanto a la ampliación de esos sistemas, lo que está abordado”.
En relación a los sistemas semiconcentrados, contó que “hay una parte importante con proyectos y otra que está en una zona intermedia que igual requiere de apoyo o cuenta con soluciones individuales. Las mayores dificultades corresponden a la zona que es desconcentrada y ahí, como programa de Agua Potable Rural con los sistemas colectivos que construimos en el MOP, tampoco contamos con una solución, a este tipo de situaciones en específico, porque son lugares en que técnicamente tampoco es factible hacer un sistema colectivo como un APR (Agua Potable Rural) que comúnmente es utilizado, esto va desde el ordenamiento territorial e incluso de parcelaciones y ese tipo de situaciones que se dan, hasta lugares que pueden ser históricos pero que tienen poca concentración donde la solución es individual y ahí entra la Subsecretaría de Desarrollo Social (Subdere), los municipios y otros entes que están apoyando en levantar esas brechas”.
Concretamente, sobre cuánto disminuyó el déficit de Agua Potable Rural abordable por la DOH durante 2024 en la Región, sostuvo que “podría dar un estimado. El techo que tenemos en cuanto a abordar los sistemas concentrados y semiconcentrados es alrededor del 70% de la cobertura regional de la población y hay un 30% en que tienen que buscarse otras vías de solución, que no son colectivas con sistemas de APR”.
Visto desde otra perspectiva, el director regional de la DOH expresó que “para poder tener un punto de referencia, sugiero utilizar la población rural del censo 2017. 80.601 viviendas. En ese sentido, durante 2024 , se aumentó cobertura en 2.923 viviendas, y se mejoró problemas de calidad (o continuidad) de 9.183 viviendas. Con estos datos se logró aumentar la cobertura de agua potable rural en zonas concentradas y semiconcentradas, a un 52,4 %”.
Asimismo, agregó que “con los proyectos en obras proyectadas 2025-2026 se planifica aumentar cobertura a 5.832 hogares, un 7,2 % en cobertura, proyectando llegar a una cobertura de 59,6 % donde también se podría indicar que al 2024 se pudo mejorar la calidad de agua potable de 9.183 hogares, un 11,4 %. Además, están en ejecución diseños de ampliación de proyectos que amplían la capacidad a 7.828 hogares, que permitirá ampliar cobertura en un 9,7 %, planificada para ejecutar a partir de 2026 a 2029. Para llegar a una cobertura de 69,3 % al 2029”.
Según la proyección de la DOH Biobío, de diciembre del año pasado, la inversión para este año iba a ser de $20.500 millones para licitar 55 obras de Agua Potable Rural (APR). En aquella oportunidad, Morales aseveró que “sólo este año (2023) hemos logrado invertir y vamos a llegar a la cifra de $14 mil 500 millones de inversión. Como cifra de referencia también, en periodos anteriores la cifra más alta de inversión, en sistemas de agua potable rural, había sido de $13 mil 500 millones de pesos. Estamos hablando de un alza importante del presupuesto que devela la voluntad de poder invertir y levantar brechas de los sistemas de agua potable rural de la Región”.
Sin embargo, la inversión efectiva a la fecha este año 2024 fue de $10 mil millones, lo que según el director de la DOH se explica debido a que “en 2024 tuvimos una ejecución en que llegamos al orden de los $ 10 mil millones, pero por motivos bien específicos, que tienen que ver con la licitación de obras emblemáticas a nivel nacional, se hizo aumentar el presupuesto de inversión para 2025, donde, principalmente, hoy día tenemos una inversión de alrededor de $ 9 mil millones solo para la provincia de Arauco”.
Santiago Campos es presidente del Comité de Agua Potable de Tomeco (Yumbel) e integrante del Consejo Consultivo de Agua Potable de la Región. Consultado por los avances y desafíos del sector, resaltó que “este último año, la DOH, de alguna forma, con poca gente y con poco espacio ha hecho más que muchos. Ha invertido platas en lo más importante que es capacitar a los administrativos, las secretarías y directores de los comités de forma que tenga mayor noción de lo que están tratando, porque trabajar en un APR no es menor”.
En cuanto a los desafíos, Santiago Campos coincidió con el director regional de la DOH en que existe un déficit regional de agua potable rural de entre un 25% y un 30% y, a su vez, hizo un fuerte llamado para que las municipalidades de zonas rurales asuman un rol mucho más activo y participativo en los APR, “especialmente, en los sectores que por diversos motivos, no son abordables las soluciones por parte de la DOH y donde se requieren de otros tipos de soluciones”.
Por su parte, Verónica Fernández, presidenta del Comité de agua potable rural Bajo Mininco de la comuna de Santa Bárbara y presidenta de la Asociación Provincial de Servicios de Agua Potable de Biobío comentó que “el trabajo realizado en nuestro sector vino a mejorar la calidad de los vecinos donde devolvemos la dignidad en algo tan elemental como es el servicio de agua potable en lugares que fue impensable en contar con ello en algún momento”.
Verónica Fernández añadió que “la provincia de Biobío es donde existen más sistemas de agua potable, alrededor de 162 y en la Región tiene alrededor de 185 catastrados por la DOH, sé que hay muchos más que son pequeños y no reciben apoyo del Estado respecto a su capacitación e infraestructura. Estos últimos años se ha ido aumentando notablemente la inyección de recursos y hay una mirada más de largo plazo por parte de las autoridades”.
En relación a lo que falta por cubrir, la presidenta del Comité de agua potable rural Bajo Mininco aseveró que “es lo que está más disperso respecto de los sistemas semiconcentrados y concentrados. Entonces, en cuanto a sistemas de agua potable, en infraestructura, falta poco por cubrir, lo que sí nos falta, es capacitar a la gente que se hace cargo del tremendo trabajo que es administrar un servicio de agua potable”, concluyó.