Economía y Negocios

Javier Soubelet: “En Biobío planeamos ingresar a las empresas en los procesos productivos de Hidrógeno Verde”

En conversación con Diario Concepción, el gerente del Programa Estratégico Regional H2V de Corfo adelantó algunos enfoques de la iniciativa que posiciona al región como una zona clave.

Por: Diario Concepción 01 de Noviembre 2024
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Por Eduardo Bascuñán

Ante el pesimismo internacional, un programa de la Corporación de Comercio y Producción (Corfo), ligado a la inserción del Hidrógeno Verde en el Biobío, va avanzando de la mano de la creación de una gobernanza compleja, con esfuerzos privados y públicos.

En conversación con Diario Concepción, Javier Soubelet, gerente del Programa Estratégico Regional Hidrógeno Verde de Corfo, adelantó algunos enfoques de la iniciativa que posiciona al Biobío como una región productora del llamado combustible del futuro.

-¿Por qué existe la idea del pesimismo sobre el rubro del hidrógeno?

-Teníamos claro desde un principio que las expectativas que se estaban generando eran demasiado optimistas, porque esta es una industria que requiere ciertas transformaciones y hay que ir avanzando paso a paso. Y ese paso a paso, se ha ido cumpliendo. Entonces, eso es un mito que hay que derribar desde ya. Esta carrera del hidrógeno está funcionando de acuerdo a lo planificado.

-Y ¿cómo va el Biobío en esta carrera?

-Dentro de esta Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, (…) se trazó como la gran meta producir el Hidrógeno Verde más barato del mundo al 2035. Y para ese objetivo hay que seguir una serie de pasos intermedios. Y lo primero es generar una demanda interna de hidrógeno para que los proyectos de producción de hidrógeno tengan un mercado. Porque puedes producir Hidrógeno Verde, incluso a precios muy competitivos, pero si no tienes quien te lo compre, el proyecto finalmente se cae por falta de rentabilidad económica.

-Pero ¿dónde aparece el Biobío ahí y qué objetivo busca el programa?

-En su rol industrial. En un rol de introducir el Hidrógeno Verde, a diferencia de estas otras dos regiones (Antofagasta y Magallanes) cuyo rol es producir hidrógeno para exportar, en el Biobío, planeamos ingresar a las empresas a sus procesos productivos.

En cuanto a objetivos, uno es justamente descarbonizar nuestra matriz productiva, o sea responder a los objetivos ambientales que hemos asumido como país ante la comunidad internacional. Tenemos un segundo rol que es validar tecnológicamente el desarrollo de esta industria, en cierta forma desarrollar proyectos que demuestren la capacidad que tiene esta región para el desarrollo tecnológico y para tecnologías innovadoras como esta y también, la formación de capacidades de capital humano, de cómo integramos a las pequeñas y medianas industrias dentro de toda esta cadena de valor del Hidrógeno Verde.

-¿Cuáles son las ventajas que tiene el Biobío en la materia?

-El Biobío, como tiene una gran industria forestal, a diferencia de Antofagasta, por ejemplo, o Magallanes u otras regiones del mundo, que no siempre tienen esta industria forestal fuerte, tenemos además buenas fuentes renovables, por lo tanto, tenemos capacidad de generar hidrógeno verde a costos competitivos. Por lo tanto, esta región juega un rol super importante en cuanto a la producción de estos combustibles sintéticos que tienen varios usos, pueden ser diésel, gasolina, parafina, incluso combustibles sustentables de aviación.

-¿Cómo ha sido el proceso de identificar a los actores empresariales y públicos para hacerlo compatible con el Biobío?

-Estas conversaciones están recién empezando, porque no es tan fácil identificar los proyectos, convocar a los actores, armar una gobernanza, son muchos pasos que tú tienes que tener antes de ya identificar los proyectos, e ir a identificar cuál es la ruta hídrica, cuánto hidrógeno vas a producir, o cuál es el volumen de inversiones que va a tener esta industria, son todas respuestas que hay que ir preparando en el tiempo.

Entonces este programa lo primero que hizo fue construir una gobernanza, y eso ya es un trabajo no menor, porque no estaba claro el rol de Biobío dentro de la estrategia de hidrógeno, no se sabía muy bien por qué hablar de hidrógeno en Biobío, incluso hay ciertas voces disidentes aún respecto de eso, por qué estamos hablando de hidrógeno en Biobío, y este programa su primer desafío fue ese, convocar a una serie de actores, convencerlos de que el Biobío sí tiene un rol importante que jugar acá, y tiene un potencial también.

-¿Se logró ese primer objetivo?

-Sí, ahora tenemos una gobernanza sólida y compleja que se compone de varios grupos públicos y privados. (…) Lo que se busca con esto es que sea una gobernanza amplia y representativa de los actores de la región, tratando de no dejar a nadie fuera de esta estructura estratégica. (…) También tenemos comités gestores, que abordan temáticas específicas, por ejemplo, el de generar una demanda local de hidrógeno.

-¿Qué sectores se priorizaron en esta generación de demanda local?

-Tenemos por ejemplo el sector forestal, químico, refinería, del gas, de los puertos, tenemos del vidrio, transporte de carga, acero y también de distribución de líquidos. De hecho, hay varias industrias regionales que ya utilizan hidrógeno.

-¿Totalmente verde?

-Casi verde, lo único que falta para que sea verde es que la energía eléctrica que se ocupe sea 100% renovable. Actualmente, se está ocupando energía eléctrica directamente desde la red. Entonces hay un paso muy pequeño para que Bío-Bío sea un productor y un consumidor a la vez de hidrógeno verde a nivel industrial. Y eso ya es un tremendo hito.

-¿Esto del hidrógeno 100% verde es una proyección a largo plazo, no?

-En el Biobío estamos a un paso, a un par de años, quizás, y quizás menos, de ser productores y consumidores de hidrógeno verde a nivel industrial. Entonces no es una cuestión de tan largo plazo. Nuestros trabajadores están completamente capacitados para trabajar con esos gases industriales.

En Magallanes es una cuestión de largo plazo. En Antofagasta está la industria minera, pero más que eso, no hay. Por lo tanto, tampoco hay una gran experiencia en el trabajo con hidrógeno, con amoníaco, con metanol, como sí lo hay en Biobío.

Hay metas de largo plazo, por supuesto. Acá lo que buscamos es alcanzar la carbono neutralidad 2050. O sea, por definición, estamos hablando de un largo plazo. Pero hay acciones concretas de corto plazo que podemos ir conquistando como región.

-¿Por ejemplo?

-Estamos conformando un cuarto comité de gestor que de hecho ya está conformado. Y que sesionará ahora, el 5 de noviembre, por primera vez. Que es el de servicios asociados a la cadena de valor del hidrógeno. (…) La cadena de valor es toda la serie de pasos que tiene el proceso productivo del hidrógeno.

Desde la producción de energía renovable, pasando por toda la logística, distribución, almacenamiento, compresión, hasta el uso final. Todo eso es la cadena de valor. Y en esa cadena de valor existe una serie de servicios. Por ejemplo, servicios de metalmecánica, de maestranza, de soldadura, servicios de medición de ruido, medición de emisiones. Un montón de cosas. Y en Biobío tenemos muchas empresas pequeñas y medianas que prestan servicios a la industria precisamente. Y que pudieran adaptarse a la industria del hidrógeno verde también. Y con ese comité de gestor lo que estamos buscando es integrar a las Pymes también dentro del programa.

-En definitiva, ¿cómo se aplicaría el hidrógeno verde en el Biobío?

-Hay una serie de aplicaciones donde es posible lo que llamamos la electrificación directa. ¿Qué es esto? Es que tú puedas ocupar directamente la electricidad como energético, por ejemplo, un auto eléctrico que funciona con baterías de litio, la calefacción residencial, entre otros.

Pero ya después nos empezamos a acercar a una serie de otras aplicaciones. Donde ya no nos sirve la electricidad directamente como energético porque necesitamos grandes temperaturas. Entonces ya necesitamos el uso de combustible, donde los motores eléctricos con baterías de litio no nos dan la autonomía suficiente. No podemos pretender tener estaciones de carga en medio del océano, entonces ahí ya tenemos que pensar en otras alternativas, sustentables, por supuesto. Y ahí entra el hidrógeno y sus derivados.

Los combustibles de aviones que tienen que viajar de un continente a otro, necesitan grandes autonomías, por lo que necesitan un combustible y no cualquiera, este debe ser un equivalente al que usan actualmente, para no tener que hacer todo un recambio tecnológico de la flota de aviones. Todo eso son cosas que hemos ido trabajando desde el Biobío, donde tenemos oportunidades competitivas para meternos en esos mercados.

-¿Lograrán las industrias del Biobío esta reconversión?

-La industria de Biobío es una industria madura, que viene funcionando hace muchas décadas. Y el paso entre esa industria actual y una industria sustentable es mucho menor que si tú no tienes la industria. Como es el caso del norte o Magallanes. (…) En Biobío existen estos polos industriales hace muchos años. Por lo tanto, hacer una transición hacia la descarbonización de esos polos es mucho más corto el trayecto. Eso también implica, por supuesto, la cadena logística, siempre buscando competitividad. Acá no se trata de meter el hidrógeno en cualquier parte, sino donde tenga sentido.

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