De acuerdo a los informes del INE, la Región no ha podido despegar del escenario pandémico.
Por Eduardo Bascuñán
Con una de las tasas de informalidad más altas del territorio regional, la provincia de Arauco se posiciona con cifras cercanas al 45% de informalidad laboral. Esto pese al aumento en la fuerza de trabajo, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Es que según el último boletín de empleo del INE, en la Región del Biobío se observó un aumento en el porcentaje de personas ocupadas, incidiendo de manera importante los asalariados formales (3,2%) y los trabajadores por cuenta propia en un 4,0%.
Esta situación llama particularmente la atención cuando se observan los números de la informalidad en el Biobío, que a comparación con el mismo periodo de 2023 (trimestre julio-septiembre), disminuyó en 0,2 puntos porcentuales.
Es decir, se sostiene una variación que no baja ni aumenta y que ronda entre el 25,9% de la ocupación informal. Ahora bien, es necesario recordar que del total de fuerza de trabajo en el Biobío (772.426), sólo son 705 mil las personas ocupadas y dentro de este mismo apartado se encuentran las personas ocupadas informales, las que corresponden a exactamente 182.263.
En relación a la variación con el mismo periodo del año pasado, la fuerza de trabajo aumentó un 2,8%; el número de personas ocupadas también aumentó un porcentaje similar (2,7%); pero las ocupadas informales se sostienen en alza con un rotundo 2,1%.
Pero, ¿qué significa esto para la región del Biobío? Para la seremi del Trabajo, Sandra Quintana, esto es una situación compleja que incluso se arrastra desde tiempos de pandemia.
“En el caso de las mujeres la situación es compleja, porque luego de pandemia, mientras estuvimos en nuestras casas la sobrevivencia partió por los retiros partió por los IFE partió porque muchas mujeres se dedicaron a emprender en sus hogares entonces cuando ya masivamente vamos retornando y muchas de ellas ya habían perdido los soportes que les permitían estar trabajando formalmente”, explicó Quintana.
Aún así, son diversas las instancias de Gobierno para buscar la formalización. Por ejemplo los programas FEP de información del sistema previsional; la postulación al capital semilla de Sercotec; las capacitaciones de oficio, becas laborales y certificación laboral de Chile Valora. Instancias que para Quintana son cruciales para la reconversión del Biobío y los esfuerzos del Gobierno para subsanar la compleja situación de informalidad.
Al respecto, Sara Cepeda, presidenta de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Concepción observó que son varias las líneas que fomentan la informalidad. “En definitiva la poca incentivación para formalizarse (…) Mientras esto no cambie, nosotros pensamos que va a seguir en aumento el hecho de que a la gente que trabaja formal, se le están dando mayores obligaciones, mayores restricciones, la informalidad va a seguir aflorando”, explicó.
La presidenta del gremio considera que leyes como Ley Karin, 40 horas y la reforma previsional, atentan de una o de otra manera sobre la posibilidad de formalizar los emprendimiento en la Región. “Hay que tener mucho cuidado en lo que se está promulgando, hay veces medidas que son muy populares, estas medidas populares lo que van a conllevar es a un desempleo, habiendo un desempleo formal se lleva a la informalidad”.
“Como Cámara lo vemos muy preocupante en el sentido de que son medidas que se están tomando y que van a salir en desmedro de la contratación de la mano de obra en el caso de las mujeres”, comentó Cepeda.
Mientras que para la seremi del Trabajo, Sandra Quintana, este tipo de pensamientos “no va en la línea de los cambios culturales y sociales que Chile viene demandando hace mucho tiempo”.
“No olvidemos que las 40 horas tienen que ver con la jornada laboral de un trabajador; ambos seguridad, salud y jornada laboral son elementos constitutivos del trabajo decente. (…) En segundo lugar es va en contra del trabajo decente o sea hay alguien que no quiera trabajo decente en Chile me pregunto, dónde y cuáles serían entonces las bases del trabajo decente, sería no sé una jornada de 50 horas, sería un lugar donde no exista ni salud ni seguridad sobre todo desde el punto de vista de la salud mental eso es trabajo decente para algunas personas, yo creo que no”, contraargumentó la seremi.
A todo esto, también es necesario observar con detención las cifras que entregó el INE en su última publicación de la nota estadística de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), instancia donde se entrega información actualizada sobre la manera en la que se sitúa cada provincia del Biobío y también, a nivel nacional.
Se desprende que a nivel nacional, la tasa de ocupación informal es de un 26,5% para hombres y un 29,4% en mujeres. Ahora, particularmente en el territorio regional, en los hombres se observa un 25,6% de informalidad, mientras que las mujeres conforman el 31,1% de informalidad, con una ínfima diferencia del 2023 (del 31,3%).
El informe ofrece las estadísticas de la informalidad en las provincias de la Región del Biobío. Yendo aún más al detalle, en el territorio provincial de Concepción los hombres representaron en 2023 un 24% de la informalidad, pero esta aumentó durante el 2024 a 24,4%. En cuanto a las mujeres de la provincia, la informalidad sobrepasa el 30% de la ocupación.
En la provincia de Arauco, las cifras son mucho más desalentadoras. El 45% de la tasa de ocupación informal se observa particularmente en mujeres mientras que el 44,7% se le adjudica al trabajo informal de hombres en el territorio. Estos corresponden a las tasas más altas en toda la Región del Biobío.
Ahora bien, en el territorio de la provincia del Biobío, según la Encuesta del Empleo, el porcentaje se equipara en un 28% para ambos sexos respecto de la informalidad ocupacional. Esto si, con un 25% para hombres y un 34% para trabajadoras mujeres informales; siguiendo la tendencia a nivel nacional, regional y provincial.
Esta situación se repite en cada región y provincia del país. Al respecto, Álvaro Ananías, presidente de la Cámara de la Producción y el Comercio (CPC) del Biobío, aseveró que esta situación se observa con preocupación y plantea una línea de trabajo de atracción de inversión.
“Como gremio nos preocupa el alto índice de personas que se encuentran en situación de informalidad laboral en el Biobío ya que la informalidad laboral no sólo genera grandes vacíos para el sistema de pensiones, sino también una competencia desleal en distintas actividades económicas. Por ello desde el gremio insistimos que para generar empleos estables y de calidad, es fundamental incentivar la inversión, fomentar el crecimiento de las empresas y fortalecer a las industrias existentes en Biobío”, explicó Ananías.
Para el líder empresarial, el desafío es el de atraer inversión para lograr un mayor desarrollo productivo, industrial y comercial. “Lo que permite más y mejores empleos, mano de obra calificada y progreso. En ese sentido, consideramos que el plan de fortalecimiento industrial que trabajamos en conjunto con los gremios, los sindicatos, la academia y el sector público, se presenta como una oportunidad para la región para ayudar a diversificar la economía regional y crear empleos de calidad en la zona”, concluyó desde CPC Biobío.