Economía y Negocios

Hidrógeno Verde: contexto internacional plantea dudas sobre su futuro en Biobío

Si bien la producción registrará una importante alza, de corto plazo, a nivel mundial significará solo un 1% de la demanda, según la Agencia Internacional de Energía.

Por: Diario Concepción 24 de Octubre 2024
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Por Eduardo Bascuñán

¿Es el Hidrógeno Verde (H2V) un futuro realmente prometedor para el Biobío? Chile comenzó en 2021 con la Incubadora H2V Verde, pero sus esfuerzos se consolidaron con el Plan de Acción de Hidrógeno Verde 2023-2030 impulsado por el Gobierno. Se trata de 81 medidas para sentar las bases políticas, infraestructurales y de consenso para instaurar esta industria en el país dentro de las siguientes décadas.

Esta idea es fija para el Ejecutivo, pues, supone una línea de progreso en vistas de la Ley Marco de Cambio Climático y considerando también, todos los tratados internacionales de descontaminación a los que se ha visto suscrito el Estado de Chile.

Ahora bien, el ‘combustible del futuro’ se ha puesto en tela de juicio a nivel internacional, producto de los altos costos de producción y una incertidumbre constante respecto de la demanda global. Incluso, durante los últimos meses importantes proyectos de producción del combustible se han cancelado, en Estados Unidos y Australia, por ejemplo.

Al respecto, el director ejecutivo de la firma australiana ‘Origin’, Frank Calabria, aseveró mediante un comunicado que “ha quedado claro que el mercado del hidrógeno se está desarrollando más lentamente de lo previsto y que aún quedan riesgos y avances tecnológicos y de costes de insumos que superar”.

Aún así, los datos de la Agencia Internacional de Energía auguran un futuro no muy prometedor respecto de la demanda del mencionado ‘combustible del futuro’. Estos dan a entender que se espera que la producción, a nivel global, se aumente hasta en un 40% para 2024, pero esto sólo representará el 1% de la demanda mundial de hidrógeno.

Estrategias latinoamericanas

En Latinoamérica, existen diversos y variados inicios en lo que es la industria del hidrógeno verde. En definitiva, este incipiente mercado es observado por algunas de las naciones del sur de América, como una opción viable y necesaria para para descentralizar la matriz energética a base de combustibles fósiles.

En sus planes de trabajo, todos impulsados desde el 2009 en adelante, se busca brindar apoyos financieros, tanto como de desarrollo de políticas internas para involucrar a sus estados en la competencia internacional.

Chile sigue a la par de sus países hermanos. Por ejemplo, Brasil sostiene desde el 2009 el Fondo Nacional de Cambio Climático (FNMC): Transición Energética; por su parte Uruguay, creó en junio de 2022 una Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde; Colombia en 2022 creó un plan similar a Chile y Uruguay, sosteniendo una vía para lograr una carbono neutralidad en 2030 y además, incorporó en 2022 una iniciativa que busca financiar estudios de preinversión de proyectos en toda la cadena de suministro de hidrógeno.

Contexto regional

Ahora bien, esta industria en el Biobío ha ido de la mano del cierre de la Central Siderúrgica Huachipato. Este cierre histórico, dio la posibilidad de que los activos del Grupo CAP posaran sus miradas en el proyecto Tierras Raras en Penco Lirquén. Pese a tener un histórico rechazo por parte de la ciudadanía y gran parte de la clase política, particularmente en el Consejo Regional del Biobío, la iniciativa se encuentra en calificación por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) y proyectan que en el caso en que sea aprobado, sus trabajos iniciarán en 2026.

En marzo de este año, Nicolás Burr, gerente general del grupo CAP y socios de Aclara, firma que lidera la industria de extracción de minerales (Brasil) afirmó en medios de comunicación que “existe gran complementariedad con la infraestructura de CAP en el Biobío, donde tenemos puerto, patio industrial y futura producción de hidrógeno verde, el cual puede proveer al proyecto de amoniaco que es el principal reactivo del proceso de Aclara”.

Todo esto, se plantea como rubro de negocio, similar al que se produce en Brasil, donde la cantidad de minerales que se extrae es 5 veces mayor.

Alianzas estratégicas

En el Gobierno Regional se gestó el proyecto Alianza Estratégica Hidrógeno Verde para el Biobío, el cual tiene el objetivo de contribuir a la competitividad, eficiencia energética y mitigación de emisiones de CO2.

La alianza pretende ser una herramienta para facilitar las inversiones del sector privado que contribuyan a promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la agenda 2030, en particular al Objetivo 7: “Energía asequible y no contaminante” y Objetivo 13: “Acción por el clima”. De manera que los esfuerzos, público, privados y académicos se unen para concretar el reto de ser potencia al igual que el resto del mundo. Pero ¿por qué existe tanta incertidumbre respecto de este tema?

Para el docente y director del Doctorado en Energías UdeC, Dr. Cristian Mardones, la incertidumbre y pesimismo en medios respecto del combustible del futuro va en la línea de que “no estamos compitiendo solos sino que estamos compitiendo con muchos otros países que tienen también ventajas competitivas, por ejemplo uno de los países que está muy fuerte ahora es Brasil”.

Para Mardones, el mercado interno brasileño y su capacidad productiva de maquinarias lo convierte en una fuente potencial emisora de hidrógeno verde en el territorio. “En Chile nos estamos quedando atrás en términos de los permisos; los proyectos demoran mucho tiempo desde que ingresan hasta que se aprueban y eso encarece los costos”, afirmó el académico.

Proyectos de largo aliento

Al respecto, el seremi de Economía del Biobío, Javier Sepúlveda, afirmó que como Gobierno saben que la política de Hidrógeno Verde es un asunto de largo aliento, por lo que “todas las políticas que estamos impulsando tienen esa mirada de largo plazo”.

En este contexto, la autoridad regional mencionó el desarrollo de un programa estratégico regional, el cual “consiste en la disponibilidad de cerca de 10 millones de dólares de parte de Corfo para que en el transcurso de los siguientes 10 años se vayan financiando distintas iniciativas que promuevan la incorporación del hidrógeno verde y de sus combustibles derivados en la matriz productiva del Biobío”, afirmó el seremi de Economía, Javier Sepúlveda.

La autoridad regional explicó que estas y otras medidas que se están impulsando en Chile y el especialmente en el Biobío, tienen como principio que las empresas transiten hacia el uso de los derivados del hidrógeno como combustibles verdes, renovables y limpios para poder utilizarlo en sus distintos procesos productivos.

“Todo eso requiere inversión, requiere nuevas capacidades, nuevos oficios, experiencia, capacitación, y eso es lo que se está trabajando ya desde hace dos años, que sabemos muy bien, como dije, que es de largo aliento, no es algo inmediato”, concluyó Sepúlveda.

Etiquetas

Notas Relacionadas