En la búsqueda de práctica profesional, son muchos los estudiantes que postulan y desarrollan exitosamente su cometido, pero solo un pequeño porcentaje logra el ansiado contrato laboral.
Por V.Toledo/ E.Bascuñán
En el Biobío cada año son cientos los estudiantes que buscan una práctica profesional. Actualmente, la Dirección Nacional del Servicio Civil y su programa ‘Prácticas Chile’, ofrece más de 500 vacantes en instituciones públicas, de las cuales 388 ya han sido utilizadas.
Es que, en la gran mayoría de las carreras universitarias, la práctica profesional es un requisito para obtener la titulación. Por ello, cada año cientos de miles de estudiantes a punto de finalizar su formación deben conseguir, por gestión propia o institucional, un recinto donde realizar la actividad. Del total de practicantes, sólo algunos adquieren un contrato laboral.
El programa Prácticas Chile, impulsado por el Servicio Civil, es una de las plataformas públicas que tienen disponibles los estudiantes para encontrar sus prácticas profesionales en Ministerios y Servicios Públicos. Cada año, a través de su plataforma online, ofrece vacantes en diversos sectores. En 2024, más de 3 mil 200 alumnos de diferentes casas de estudios han sido seleccionados.
La región del Biobío fue la tercera con mayor cantidad de ofertas.
Diario Concepción mediante Ley de Transparencia solicitó la información al Servicio Civil, de lo cual se desprendió que; desde inicio de este año, hasta el 30 de octubre (fecha donde termina el tiempo de postulación), cuenta con 500 vacantes y hasta la última semana de septiembre, han sido seleccionados 338 estudiantes, quienes desarrollan la actividad en el Gran Concepción, Arauco, Mulchén, Tirúa, Los Ángeles, entre otras comunas.
De la información solicitada, es importante señalar que las carreras profesionales con mayor cantidad de practicantes en los servicios a cargo del Estado son, Administración Pública con 73 estudiantes, Trabajo Social con 27 y Educación Parvularia con 22.
Por otro lado, la casa de estudio con mayor presencia en los Servicios Públicos es la Universidad de Concepción, con 88 practicantes elegidos. Luego sigue la Universidad del Biobío con 40 alumnos y la Universidad Católica de la Santísima Concepción con 30.
Sin embargo, sólo algunos y algunas logran quedarse trabajando en la institución donde realizaron su práctica profesional. Así lo demuestra el Semillero del Servicio Civil, programa en el que participan los estudiantes mejores evaluados. Aquí se les facilita la gestión con servicios públicos que requieran su perfil para ser contratados directamente por las instituciones.
A lo largo del territorio nacional, un total de 819 practicantes forman parte del programa y 33 de ellos han sido contratados por diversas instituciones pertenecientes al Estado. En la Región del Biobío la cifra corresponde a 60 estudiantes dentro del sistema y sólo uno logró conseguir empleo en el lugar donde realizó su práctica profesional.
César Parra Vega es el único practicante contratado del Programa Semillero en la Región del Biobío. Es Técnico en Comercio Exterior del Instituto Profesional Virginio Gómez, realizó su práctica profesional en la Aduana y actualmente se encuentra trabajando en el mismo lugar.
Durante todo su proceso como practicante, revisó, clasificó y recepcionó toda la información que llega a Aduana, en la Oficina de Informaciones, Reclamos y Sugerencias (OIRS). Hoy, sus responsabilidades han cambiado un poco y es también parte del equipo asistente de la directora del servicio, además de atender la agenda y los trámites administrativos de la Dirección Regional.
“Se añadió también a mis funciones el sistema de turnos, que son las funciones operativas estrictamente aduaneras que desempeñamos los funcionarios en las fronteras terrestres, aéreas y marítimas”, adelantó.
Parra, entró a trabajar hace 8 meses luego de completar su práctica, en medio de mucho nerviosismo recordó aquel momento crucial para su vida laboral. “Pasar a ser un funcionario de Aduanas fue una gran oportunidad y estoy tremendamente agradecido con mis tutores en la oficina de OIRS, ahora colegas, que siempre me hicieron sentir parte del equipo, me guiaron y confiaron en mis habilidades. El mayor cambio fue en, qué se esperaba de mí y que desde ahora tendría más obligaciones, sin intermediarios”.
Considerar la práctica no solo como una instancia pedagógica, si no como un trabajo, considera que fue crucial. “Aunque haya o no remuneración de por medio, es una forma de configurar la manera en que se acciona dentro de una institución. Yo no tuve conocimiento de que quedaría trabajando hasta los últimos días de práctica”, afirmó.
Fuera del programa del Estado, la situación también se repite con estudiantes de otras casas de estudio en la región. Así es el caso de Anaís Herrera Lagos, ingeniera en Conservación de Recursos Naturales de la Universidad de Concepción.
En su caso, realizó su práctica profesional en Forestal Comaco en Control de Operaciones en Talcahuano. Actualmente, ejerce como asistente en Control de Protección en el mismo lugar.
Su práctica profesional comenzó gracias a la ayuda del actual vicedecano de la Facultad de Forestal, Eduardo Peña, y terminó la actividad a finales de febrero de este año. Al finalizar el proceso, su jefa le consultó si deseaba volver en septiembre y Herrera, aceptó. Luego recibió dos llamados de la empresa para reemplazar turnos en marzo.
Pasado un tiempo, su jefa, con la intención de que Anaís iniciara de inmediato, la contactó para ofrecerle una oportunidad en la misma área, pero con mayor apoyo en el sector administrativo. ”Feliz, igual, nerviosa, porque no pensé realmente que surgiera una oportunidad relativamente rápido desde que salí porque igual he escuchado que a veces cuesta encontrar trabajo”, declaró la ingeniera.
Anaís Herrera, quien está comenzando su tercer mes en Forestal Comaco, expresó que su experiencia ha sido muy buena y enriquecedora, pues ha podido adquirir conocimientos que son necesarios para desempeñarse en el rubro. Además, comentó que se ha “sentido muy bien (…) muy acogida por todos hasta por los jefes”. Para ella, el aumento de responsabilidades significa confianza y considera que realiza correctamente su trabajo, situaciones que le aumentan su nivel de satisfacción.
Una historia similar, es la que puede contar Jorge Herrera, estudiante de periodismo UdeC que igual pudo continuar su camino laboral de la mano de su centro de prácticas.
La Facultad de Medicina de la UdeC fue su punto de partida. Práctica que realizó de manera telemática en plena época pandémica. “Comienzo en marzo, después de la evaluación y de mi titulación, mi trabajo como periodista de la facultad. El nivel de responsabilidades era mucho mayor, más notas que hacer, las actividades que tuve que realizar las guiaba, organizaba y ejecutaba yo mismo. Fue una experiencia muy buena porque aporta muchísimo”, comentó.
Para Herrera, las herramientas que les entregó la carrera fueron crucial pero no así, el único punto provechoso de su experiencia universitaria. “Las habilidades blandas son muy importantes, saber cómo tomar las críticas y aprovechar cada momento como un aprendizaje”, aseveró.