Los actuales proyectos de Ley, referidos al tema tributario, ofrecen diversas vías de acompañamiento y capacitación tributaria. Emprendedores locales hablan sobre efectos en sus negocios.
Por Eduardo Bascuñán
Desde hace varios años, octubre es el ‘Mes de la Educación Financiera’. Es por lo que, en torno de esta temática, se han levantado diversas iniciativas que buscan eliminar enfoques errados de lo que significa formalizar un emprendimiento.
A pesar de que existe mucha información en línea sobre cómo hacerlo, es en la enseñanza básica el puntapié inicial para dar rienda suelta a las ideas que en algún momento se conformarán en grandes emprendimientos.
A nivel nacional, el Ministerio de Educación desde el 2015 a la fecha sostiene entre sus lecturas obligatorias para la educación pública en (Historia, Geografía y Ciencias Sociales) materias y unidades de estudio relacionadas directamente con la educación financiera. Mientras tanto, en Lenguaje se entregan lecturas que tratan el tema. En el ramo de matemáticas se observan ambas metodologías, desde primero básico hasta cuarto medio.
Aún así, según estimaciones oficiales, son cerca de 100 mil los emprendimientos que no están formalizados y, por ende, los esfuerzos del Ejecutivo para poder reducir esta brecha se conglomeran en la Ley de Cumplimiento Tributario y son varios los puntos que buscan incentivar la regulación tributaria y el pago de impuestos.
Según el ministro de Hacienda, Mario Marcel, con este proyecto se espera recaudar un 1,5% del PIB, lo que significa unos US$4 mil 500 millones. De esta cifra, US$1.200 millones se podrán sumar al Presupuesto 2025. Hay que recordar que fueron más de 6 meses de discusión y en el camino, se realizaron cambios importantes para reforzar el inicio de actividades en el Servicio de Impuestos Interno (SII).
Raphael Sierra P.
Tal como consignó el Diario Concepción en conversación con el seremi de Hacienda del Biobío, Sebastián Rivera, sólo “un 24% de los microemprendimientos cuentan con asistencia profesional de un contador, el resto no”. Lo anterior, plantea dificultades en torno a la aplicación del proyecto de ley del ministro Marcel y la formalización tributaria.
Al respecto, Rivera comentó que el 16,3% de las empresas que tienen inicio de actividades no reportan información ni venta. O sea, están con inicio de actividades, están formalizados todos, pero están sin movimiento. Entonces, por lo general, son microemprendimientos que están en ese nicho”.
Al respecto, el titular de Hacienda del Biobío aseveró que “el espíritu de la Ley es, a las personas que están recién iniciando, una labor de SII y de la Defensoría del Contribuyente de acompañamiento, más que de castigo. El tema de informar al SII, quienes reciban 50 o más transferencias de personas distintas durante un mismo día, semana o mes, tiene ese foco de detectar las personas que efectivamente están haciendo comercio a través de la informalidad y tratar de generar un apoyo para las personas que estén en la situación de incorporarse a la formalidad y todos los beneficios que tiene también ingresar a la formalidad”.
Entrar al sistema bancario, acreditar ingresos a través del pago de sueldo, incorporarse al sistema de previsión y seguro de cesantía, son algunos de los incentivos que proyectan desde Hacienda y que podrían romper la barrera para que se puedan formalizar los micro y pequeños emprendedores.
Si bien existen miedos y resquemores respecto de la formalización, debido al aumento de los costos incluyendo los impuestos, pequeños y pequeñas empresas observan más bien, esta obligatoriedad tributaria como una ventaja.
Tal es el caso de Diego Riquelme, emprendedor y dueño de Elhecho Café, que en medio de la atención en su cafetería ambulante aseveró que, para su tipo de negocio “estar formalizado es clave, esto me permite poder participar de eventos y de iniciativas donde me exigen este tipo de documentos”, afirmó.
Si bien, no es su primer emprendimiento, siempre consideró necesaria la formalización producto de su rubro. Pero, aun así, observó algunos problemas al respecto. “No veo como algo negativo el tema de pagar impuestos, pero sí considero que muchas veces a los emprendedores nos duele pagar el 19% de cada venta. Y quizá, obviamente algo que uno tiene asumido cuando inicia un negocio y lo considera dentro de los costos. Pero sería muy positivo, por ejemplo, que cuando uno comienza un emprendimiento, en vez de pagar el 19% pagar el 10%. Yo creo que todos los emprendedores se formalizarían, porque tiene varios beneficios”, concluyó.
Asimismo, María José Umaña y su emprendimiento de repostería, llamado ‘Majo Cuisine’, se encuentra en proceso de formalización tributaria. “Estoy empezando a hacer todo el papeleo, que es harto documento también, pero es súper necesario realizarlo”, afirmó.
La titulada de gastronomía explicó su atraso en el proceso debido a que “estaba viendo si es rentable o no el negocio, porque no sirve de nada iniciar actividades sin saber cómo le va a ir a tu negocio. (…) Pasaron varias semanas para darme cuenta de que este negocio de las galletas caseras es muy rentable y comencé hace ya un tiempo a recopilar los papeles”.
María José considera que hay que estar formalizado para crecer, pero también es necesario impulsar aún más lo que es la educación financiera. “Los emprendedores, muchos que conozco, aprenden al tanteo todo esto. (…) Tienen que hacer cursos para aprender a saber de dinero cuando deberían haber sido desde muy chicos”, concluyó.
Desde un punto de vista muy similar y comprendiendo sus dificultades, el presidente de la Asociación Gremial de Empresas del Biobío (Asem), Humberto Miguel, aseveró que “aunque ha habido cambios ciertos, igual es un poco complicado formar una empresa. Es todo un proceso que de verdad a cualquier extender que no tenga un conocimiento básico, no lo puede hacer solo. Y ahí es donde vienen los problemas, porque la gente no tiene asesoría, no tiene que entender a esto, entonces se opta por lo más fácil. Lo más fácil es generar un negocio, un servicio, sin impuestos”.
Según el programa del Ministerio de Economía, llamado ‘Quiero Emprender’ y su guía para formalizar el emprendimiento el proceso comienza con la decisión del tipo de empresa que se piensa formalizar, después viene la constitución legal de la empresa y su respectiva publicación en el Diario Oficial, el cuarto paso es la inscripción en el Registro de Comercio y después, la obtención del rut y declaración de inicio de actividades en el SII que viene acompañada con una nueva publicación en el Diario Oficial y para terminar, una patente municipal en conjunto con los permisos sanitarios y otros documentos que dependen del tipo de rubro.
Para el líder gremial de Asem, cuando todo este papeleo se realiza sin una asesoría de acompañamiento, la formalización se hace aún más compleja. “Es necesario enfocar los esfuerzos para capacitar a nuestros socios y eso es precisamente lo que estamos haciendo, reforzando la creación de planificaciones estratégicas”.
Es que de acuerdo con la primera encuesta PYME del Biobío, donde respondieron cerca de 500 micro y pequeños empresarios de la zona, un 91% de estos tiene problemas para realizar una planificación estratégica de su negocio. “Un cuarto de las Pymes expresa que las dificultades de planificación corresponden a la falta de capacitación del empresario, mientras que un 21% declara que es por falta de estructura en roles definidos (organigrama)”.
Desde el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis) Biobío, su director regional, Patricio Fierro, aseveró que es la educación financiera, la cohesión y autonomía económica, los puntos claves de su rol en el territorio.
“El 90% de quienes emprenden al alero del Fosis son mujeres. Y de ese 90% sobre el 75% son mujeres que son jefas de hogar. En su gran mayoría, trabajamos con personas que no están formalizadas. No exigimos como requisito de postulación a nuestros programas estar formalizados, es por eso que hemos estado trabajando para derribar algunos mitos sobre todo este proceso”, explicó Fierro.
Para la autoridad regional, el desconocimiento de cómo es que funciona el SII y el pago de tributos, ha generado “muchas falsas verdades instaladas en la sociedad y en las personas respecto de los impactos y externalidades negativas que tiene el formalizarse o hacer un inicio de actividades en el SII o también, el reconocimiento tributario del emprendimiento”.
“Hemos incluido en nuestros programas elementos que permitan a nuestros emprendedores a distinguir con claridad que, el formalizarse tiene muchas más ventajas que externalidades negativas. Y por eso, derribar estos mitos que se van estableciendo en un boca a boca, por ejemplo, que el formalizarse tiene la consecuencia de la privación de derechos sociales, la privación de garantías, la privación de la obtención de una vivienda propia. Una serie de mitos que lamentablemente existen y que en definitiva poco ayudan a que las personas puedan regularizar tributariamente su actividad económica”, concluyó.