Cerca de 6 mil trabajadoras de casa particular están bajo Seguro de Accidentes del ISL en la Región
18 de Agosto 2024 | Publicado por: Edgardo Mora
“Ahora no se sabe de casos de violencia tan graves, como lo eran antiguamente”, comentó Rosa Aburto, presidenta del Sindicato de este rubro en Concepción, a propósito que cuentan con protocolo especial en la Ley Karin.
Por Eduardo Bascuñán
Criterios específicos y medidas preventivas, entre otras acciones a realizar, da cuenta el protocolo preventivo obligatorio para empleadores y empleadoras de trabajadoras/es de casas particulares. Dicho documento tendrá que formar parte de todos los sitios donde se concrete la actividad económica.
Un par de semanas lleva en vigencia la ley N°21.643, o mejor conocida como ‘Ley Karin’, la cual modifica el Código del Trabajo, con el objetivo de articular los procesos de investigación y sanción en caso de acoso laboral, sexual y de violencia en el trabajo, incluidas en ella las trabajadoras de casa particular o más conocidas como asesoras del hogar, quienes cuentan con un protocolo especializado.
Según información del Instituto de Seguridad Laboral, son cerca de 6 mil las personas que entran en la categoría de Trabajadores de Casa Particular (TCP) y que se encuentran con cotizaciones vigentes en la región. De modo que entran al Seguro Social contra Riesgos de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Ley 16.744.
Protocolo específico
Sandra Quintana, seremi del Trabajo y Previsión Social en el Biobío explicó que la Ley Karin establece un protocolo específico para “trabajadoras/es de casas particulares, comprendiendo a todas las personas que realizan tareas domésticas, de cuidado y asistencia en el hogar de otras personas, ya sea de manera continua y remunerada, en jornadas completas o parciales, tanto puertas adentro como afuera”.
En detalle, el documento incluye una serie de secciones en torno a la prevención, especificaciones y procedimientos de denuncia. El primero es el de la identificación de riesgos, donde se particularizan los posibles riesgos a los que los trabajadores pueden estar expuestos en ámbito laboral, los cuales deben ser específicos dependiendo de la realidad de cada casa particular. Estos pueden ser desde reacciones agresivas de niños o adultos mayores dependientes, hasta mordiscos o lanzamiento de objetos.
Así también, el texto debe incluir algunas medidas de prevención, dentro de las cuales se particulariza la proporción de espacios adecuados, hasta tener una comunicación fluida.
Otra sección que forma parte del documento obligatorio, será el de las medidas de protección en caso de algún hecho de violencia, por lo que se estipula que el empleador, debe derivar al trabajador o trabajadora al programa de atención psicológica temprana, proporcionado por el organismo correspondiente.
De la misma forma, el texto debe contener los procedimientos de denuncia, donde el/la empleador/a debe informar semestralmente al trabajador/a sobre el procedimiento para presentar una denuncia, las cuales serán entregadas en la Inspección del Trabajo correspondiente.
“En la página web de la Subsecretaría de previsión Social pueden encontrar un ejemplo del protocolo que deben tener las y los empleadores de trabajadoras/es de casa particular”, enfatizó Quintana.
En el caso de la existencia de una denuncia, la Dirección del Trabajo podrá solicitar el acceso a un domicilio particular para verificar las condiciones laborales. “ El acceso deberá ser previamente autorizado por el empleador o su representante. Si el empleador se niega a permitir la visita inspectiva, se registrará esta situación y se le convocará a las oficinas de la Inspección del Trabajo, con la advertencia de que se impondrá una multa en caso de no comparecer”, puntualizó la seremi del Trabajo.
Instituto de Seguridad Laboral
Oscar Menares, director regional del Instituto de Seguridad Laboral (ISL) del Biobío, aseveró que “nosotros debemos disponer a los empleadores un modelo de protocolo de prevención de acoso sexual, laboral y violencia en el trabajo”. Esto sin perjuicio de que las trabajadoras “puedan denunciar directamente una situación asociada a esos eventos a la Inspección del Trabajo respectiva”, sumó.
Según el director regional del ISL, estos modelos de protocolos preventivos son entregados a los empleadores que los soliciten en las páginas web disponibles del ISL, tanto como por correo electrónico. “Este protocolo es una obligación para los empleadores tenerla, por lo que nuestra institución entregará la asistencia técnica que se requiera para elaborar su implementación”, agregó Menares.
Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular
En este sentido, Rosa Aburto, presidenta del Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular en Concepción, señaló que “es necesario que las trabajadoras se empoderen y conozcan sus derechos, para así defenderse”.
Es que han sido dos las oportunidades en las que las trabajadoras del sindicato regional han participado de capacitaciones dictadas por la Dirección del Trabajo en relación a la Ley Karin. “Ahora no se sabe de casos de violencia tan graves, como lo eran antiguamente. A nosotras nos castigaban, nos retaban mucho y muchas de nosotras soportamos esos malos tratos, ahora ya no”, aseveró la dirigente sindical.
Aburto afirmó que el nivel de denuncias es limitado debido al miedo de perder el empleo. “Algunas por no perder su trabajo, viendo que está tan escaso el trabajo, es que prefieren no denunciar y soportar, pero el llamado es a anteponer sus derechos como trabajadoras y que estos sean respetados por los empleadores”, afirmó la presidenta del sindicato.
A la fecha, el mencionado sindicato cuenta con 63 personas en el libro de registros, pero se encuentran en campaña para ampliarlo y así “empoderar a las miles de trabajadoras de casas particulares, puerta afuera o adentro de la región”, aseguró la dirigente.
Asimismo, la dirigenta sindical relató que se trata de un sindicato con más de 52 años de historia y que esperan reunirse el próximo domingo en el Salón de Honor de la Municipalidad de Concepción, desde las 9 de la mañana hasta las 13 horas, para compartir información relevante sobre la actividad sindical y así aumentar el número de asociadas.
“Necesitamos que más compañeras se acerquen al grupo. Nos llama la atención que siendo miles las que participamos activamente en labores en casas particulares, solamente seamos 60 mujeres en el sindicato, por eso el llamado es a que hagan respetar sus derechos como mujeres trabajadoras y a no soportar malos tratos”, aseveró Aburto.
CUT regional
Desde una perspectiva más crítica, Paola Zúñiga, presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) del Biobío afirmó que “siempre ha existido un tema con la protección de las trabajadoras, asesoras de hogar, o de casa particular, pero frente a la informalidad, muchas veces no hay cómo actuar”.
Es que, según detalló la presidenta de la Cut regional, la informalidad deja a la deriva a las trabajadoras respecto de la Ley Karin. “Esta norma establece que puedan existir denuncias en tu lugar de trabajo, pero tiene que haber un contrato de por medio. Entonces, para que la persona pueda denunciar, debe partir por contar que no tiene contrato en su lugar de trabajo”, aseveró.
Zúñiga asevera que como la Ley está recién partiendo, se tendrán que ir haciendo algunas modificaciones con el paso del tiempo y que es necesario realizar labores educativas respecto de la actual regulación.
“Le tenemos que enseñar a los trabajadores que no están solos. Tenemos que hacer saber que la Dirección del Trabajo es una entidad que va a proteger siempre la dignidad de todos los trabajadores y las trabajadoras. (…) Y que va a haber un ente fiscalizador que va a exigir y comprometer a la empresa para que los protocolos de higiene y seguridad tenga siempre en beneficio de las y los trabajadores por sobre todas las cosas”, sumó.