Economía y Negocios

Analizan daños a cooperativas agrícolas locales para trazar planes de prevención de incendios forestales

Se trabaja en modificaciones en la Ley de Fomento al Riego y Drenaje, además de agilizar la entrega de recursos de restauración de sistemas de riego.

Por: Edgardo Mora 16 de Agosto 2024
Fotografía: Isidoro Valenzuela

Por Eduardo Bascuñán

Este próximo verano podría ser especialmente más caluroso que otros. Por lo tanto, se ha empezado a tomar precauciones y resguardos en algunos sectores agrícolas, que ya se vieron asolados por los incendios forestales del año pasado.

El desastroso escenario que dejó el verano de 2023 con los siniestros en la región del Biobío afectó de sobremanera a miles de habitantes. Es que según reportes oficiales fueron más de 177 mil hectáreas consumidas, situación que levantó las alertas entre autoridades y el riesgo de los pequeños productores de la zona.

Según organizaciones internacionales, el verano 2024 – 2025 puede ser particularmente más caluroso que los años anteriores. Es que el fenómeno de La Niña sugiere que puede ser complicado por las bajas probabilidades de lluvias en la zona sur, provocando que la vegetación que se seque funcione como una especie de combustible aumentando las probabilidades de incendios.

Afectaciones locales

En una de las zonas más afectadas en 2023, se encuentra Inés Olate, perteneciente a la Cooperativa de Productores de Ají Merkén Santa Juana, quien aseveró que, en aquel entonces, el fuego dejó rodeado a todo el sector de Diñico. La vida agrícola, entre cerros, es compleja.

“En 2023 se quemaron los tubos que transportaban el agua, eso produjo que los ajís que teníamos para cosecha se atrasaran de manera total. Como acá cuidamos semillas, eso nos afectó enormemente”, afirmó la agricultora.

Por su parte, Dominga Díaz, parte de la Cooperativa Merkén, comentó que la ayuda en ese momento no demoró en llegar. “Desde el municipio nos llegaron mangueras, pero igual hay una cosa que no entendemos, como fue tanto calor y la tierra estuvo muy húmeda igual nos afectaron las cosechas”.

Díaz atribuye esto a que “quizás la tierra está enojada con nosotros” e incluso, piensa en cambiar de rubro. “Es una opción frente a todas las complicaciones que tenemos año tras año. Primero los incendios, después las lluvias, este verano no sé cómo será, pero espero que con todas las ayudas que hemos recibido podamos sacar adelante la producción un año más”, afirmó.

Cabe recordar que Santa Juana, tanto como en invierno y verano, se ve asolada por las inclemencias del clima, afectando fuertemente los cultivos y cosechas de cientos de agricultores de la zona. En el último sistema frontal, se vieron afectados más de 1.000 agricultores del Biobío, según el catastro preliminar de junio de 2024. Situación que se suman comunas como Negrete, Arauco, Los Ángeles, Nacimiento. Sectores que se desarrollan proyectos de hortalizas, ganadería, entre otras.

Comisión Nacional de Riego

En este sentido, el martes 18 de junio de 2024 se inició un proyecto que busca facilitar el uso de fondos para el riego en casos de catástrofes.

En definitiva, la moción ya fue despachada hace algunos días al Senado y modifica la Ley de Fomento al Riego y Drenaje (18.450), con el objetivo de facilitar su aplicación en los casos mencionados. Además, le confiere facultades a la Comisión Nacional del Riego (CNR).

Por lo tanto, la CNR podría realizar acciones destinadas a disminuir los efectos de la catástrofe, tanto como restablecer de manera oportuna los servicios o bien, adaptar la infraestructura de riego en las zonas. Para que se concreten dichas medidas, será necesaria la creación de un decreto de Estado de Excepción Constitucional o de catástrofe.

Estas medidas podrán ser aplicables también a las comunas donde el Ministerio de Agricultura haya declarado una emergencia agrícola. Vale recordar que la Región del Biobío y todas sus comunas, están bajo este Estado de Emergencia Hídrica, pero de todas maneras se tendrá que demostrar la afectación en la infraestructura de riego.

Wilson Ureta, director ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego afirmó que el CNR tiene tres tipos de programa dirigidos a agricultores y agricultoras a lo largo del país. Estudios y planificación; así como capacitaciones en el uso sustentable del agua y riego y también, los programas del fomento productivo a través de la Ley 18.450.

“En 2023 pudimos financiar 173 proyectos con más de $11.600 millones, de los cuales el 75% corresponde a proyectos asociativos, asociados a obras civiles, mejoramiento de canales, de la bocatoma de los ríos y de la obra de acumulación asociativa y el otro 25% a proyectos de tecnificación con un porcentaje importante en llegada a los pequeños agricultores”, afirmó.

“La realidad nos demostró con las inundaciones y con los incendios del último tiempo, que era necesario ampliar esas situaciones donde se podía aplicar criterios de emergencia para una gestión más rápida en la reconstrucción de los proyectos de riego y también en la etapa inicial de rehabilitación básica”, aseveró Ureta.

El director ejecutivo de la CNR recalcó que la medida de la moción presentada en la Cámara Baja, va en directa relación con los efectos del cambio climático presentes en el territorio nacional. “Estamos nosotros adaptando todos los instrumentos para ese escenario esta misma modificación para dar atribuciones a la Comisión Nacional del Riego para actuar en forma más ágil ante esta emergencia es un ejemplo de ello pero además en el ámbito de la planificación de la prevención”, sumó.

Asimismo, se están realizando trabajos colaborativos entre instituciones para prevenir mayores problemáticas de este próximo verano.

“También buscamos actuar en concordancia con otras entidades como el Ministerio de Aguas Públicas para entregar normativas técnicas para la construcción de estos proyectos, que lo hagan más resiliente ante estas catástrofes que están ocurriendo en el último tiempo”, puntualizó Ureta.

Indap

Además, el Instituto de Desarrollo Agropecuario desarrolló un programa de recuperación de suelos. Fabiola Lara Salinas, directora regional de INDAP Biobío, aseveró que “este año apoyamos a 511 agricultores y agricultoras de 23 comunas de la región, en la recuperación de suelos agropecuarios degradados. Para ello destinamos $737.443.050 a través de nuestro Programa Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios (SIRSD-S)”.

De lo anterior, $106.172.212 fueron orientados a 75 usuarias y usuarios afectados por los incendios del año 2023. Esto como medida de continuidad al trabajo de rehabilitación productiva. “Con ello pudimos financiar planes de manejo en Contulmo, Tomé, Santa Juana, Penco, Yumbel, Los Ángeles, Florida, Tirúa y Nacimiento”, afirmó.

“Lo que hacemos con este programa es financiar insumos y labores como incorporación de fertilizantes o establecimiento de coberturas vegetales, entre otras, logrando recuperar el potencial productivo de suelos agropecuarios”, aseveró.

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