Tras el anuncio de la empresa a cargo, sobre modificaciones a la iniciativa -ahora ingresada a evaluación ambiental-, siguen los cuestionamientos.
La Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Penco confirmó que mantendrá su rechazo a la extracción de tierras raras en la comuna tras enterarse de la nueva presentación de la empresa Aclara, detrás de la iniciativa, de un proyecto modificado ante el Sistema de Evaluación Ambiental.
Así lo afirmó, Romualdo Sáez, presidente de la citada Unión Comunal de Juntas de Vecinos al indicar que “nuestras convicciones no han variado en nada con esta nueva presentación porque vemos un mismo desastre, ayer, mañana y pasado. Tenemos seguridad que tras el movimiento de tierras pueden ocurrir deslizamientos que ponen en riesgo a las personas, por tanto, nuestro rechazo es absoluto”.
Otro de los argumentos que sostienen la oposición de los vecinos tiene que ver con la intervención a la naturaleza. “Además de la intervención de los bosques hay muchas otras cosas más como los impactos en la accesibilidad, el tránsito de vehículos, la erosión y el uso del agua, donde no creemos que no se afecten cuando aún mantienen la inscripción de uso de 40 litros por segundo, entonces, dicen que cuentan con nuevas tecnologías que no afectarán el agua, pero todavía no renuncian a esos derechos”, señaló Saez.
El dirigente vecinal recordó que existe una mesa técnica que ha trabajado en forma permanente donde participa el connotado arquitecto Antonio Zelada, un sociólogo, médicos y profesores, entre otros, que analizará en detalle la nueva propuesta de la empresa para luego dar a conocer sus conclusiones.
En tanto, Lenardo Jara, concejal de Penco e integrante de la Asamblea Territorial Penco-Lirquén, aclaró que pese que se la empresa realizó una nueva presentación ante el ente público medioambiental, falta ver la admisibilidad del mismo.
“Estábamos expectantes frente a la presentación de la empresa y vi que lo ingresaron y está en estado de admisibilidad, es decir, todavía no sabemos si va estar admisible o no, entonces están en el proceso de check list”, indicó el edil.
“Seguimos en la postura que no vemos a una minera en Penco, tanto políticamente como también desde la ciudadanía. Si bien se ha hecho más difusión y publicidad no vemos modificaciones radicales en la información del estudio a la que tuvimos acceso donde sigue la afectación a las tierras, al medio humano, a la flora y la fauna. En la modelación, tampoco vi lo del material particulado 2,5 incluido en el Plan de Descontaminación Comunal, solo se habla de material particulado 10 y otros tipos de gases”, agregó Jara.
Otro punto que resaltó el concejal, es que “en este estudio reconocen que el impacto ya no es sobre algunos sectores que están dentro de la periferia, sino que el impacto considera a toda la comuna de Penco, por lo tanto, vemos un proyecto que cambió de nombre y de asesoría en torno al estudio, pero no vemos grandes cambios en el proyecto, sigue siendo la misma propuesta extractivista que provocó el rechazo en los plebiscitos que se realizaron anteriormente”.
Vale recordar que mediante un comunicado la empresa se refirió a las modificaciones, detallando que “el denominado ‘Proyecto de Desarrollo Minero de Extracción de Arcillas para Producción de Concentrado de Tierras Raras’ es el primero en Chile dedicado a la producción de estos minerales críticos, esenciales para el desarrollo de la electromovilidad y energías limpias, y posiciona a la Región del Biobío y a Chile como un actor clave para contribuir a la descarbonización del planeta. Además, Aclara continuará aprovechando la experiencia y el apoyo de Grupo CAP como socio estratégico a lo largo del proceso de obtención de permisos”.
“Este EIA presenta un proyecto más acotado, pero más sólido, que mantiene los atributos del anterior como el uso de aguas 100% recicladas, la revegetación con especies nativas y la generación estimada de más de 2.000 puestos de trabajo directos e indirectos. El cuidado del medio ambiente sigue siendo el núcleo de Aclara, por lo que se ha adoptado un enfoque activo para proteger las especies nativas a través de un programa destinado a distribuir un número significativo de naranjillos y otras especies nativas a organizaciones sociales en la región y en otras zonas de Chile, con el fin de aportar a su conservación”, añade el escrito.