Entidades empresariales y de trabajadores analizan el escenario actual y sus respectivas proyecciones, para una zona de suma importancia a nivel país dado a su perfil productivo e industrial.
La Región del Biobío es una de las más importantes y relevantes a nivel nacional. Esto por su carga y protagonismo en términos demográficos, académicos, culturales, militares, y por supuesto industriales.
Si bien el desafío del económico siempre está presente en el análisis, esta vez ha estado mucho más presente tras lo ocurrido con la Siderúrgica Huachipato, y en alguna otra medida tras el caso de Puerto Coronel.
Ante eso es que distintos gremios y entidades de trabajadores proponen claves para concretar el gran impulso regional. Seguridad, pero sobre todo inversión, son las ideas transversales en el diagnóstico.
Desde la Cámara Chilena de la Construcción (CchC) la mirada se concentra en la ´Permisología’. “Reducirá los tiempos y costos de ejecución de múltiples proyectos, lo cual impactará positivamente en la calidad de vida de todos los habitantes de la ciudad”, dijo el presidente del gremio en la zona, Bernardo Suazo.
“Esto permitirá impulsar nuevos proyectos de construcción e inversión local. Sectores clave como la industria forestal, la agroindustria y las exportaciones dependen de una infraestructura vial eficiente que permita llegar a los puertos, conectarnos con países vecinos y crear rutas interoceánicas. Además, una mejor conectividad mejora el acceso a los aeropuertos y otros puntos estratégicos”, agregó Suazo, quien también puso énfasis en la Estrategia Regional de Desarrollo y el Plan Regional de Ordenamiento Territorial.
“Hemos desarrollado el Observatorio de Conectividad Crítica del Gran Concepción, priorizando 16 proyectos de infraestructura vial y de transporte, siendo las nuevas líneas férreas y la Ruta Pie de Monte vitales para mejorar la movilidad y la conectividad en la región”, recordó.
En el caso de la Cámara de la Producción y del Comercio (CPC) del Biobío, lo central pasa por la seguridad y la inversión.
Álvaro Ananías, presidente de la CPC Biobío, recordó el perfil industrial de la zona, en el que destaca la actividad forestal, manufacturera, energía, agrícola, y pesquera. En este sentido Ananías resaltó el hecho de que hay iniciativas que “por ejemplo en el sector energía, están esperando la resolución de impacto ambiental, o aprobaciones, o que están judicializados y que son tremendas inversiones que generarían empleos de calidad e impulsarían el desarrollo que se requiere”.
“Es imperativo cuidar y mantener a las empresas que le dan sustento a la región, entregando certezas y reglas claras y estables al mundo privado para reactivar la inversión (…) Desde CPC Biobío, estamos convencidos que es absolutamente necesario que el Gobierno impulse políticas públicas pro crecimiento y pro inversión de corto y mediano plazo para trabajar por la estabilidad y tranquilidad”, agregó al respecto.
En el caso de la Corporación de la Madera (Corma) el concepto de inversión también es crucial, a lo que se suma la descentralización. “Para alcanzar el progreso y el bienestar de sus habitantes, es crucial el liderazgo regional, las soluciones no vendrán de Santiago y contar con inversiones tanto públicas como privadas que se alineen con esta estrategia y sean implementadas de manera oportuna”, expresó Alejandro Casagrande, presidente de Corma Biobío-Ñuble.
“Para fomentar la inversión y el crecimiento, es esencial asegurar la seguridad pública, mantener la estabilidad jurídica y simplificar los procesos burocráticos. Actualmente, estos tres factores no se cumplen plenamente en Biobío y están afectando a diferentes sectores productivos de nuestra región, como el forestal, agrícola, pesquero e industrial”, analizó Casagrande, quien sumó el hecho puntual del sector forestal el que de manera permanente convive con temas de seguridad.
“En el sector forestal es crucial restablecer las condiciones de seguridad pública debido a la persistencia de diversos delitos que afectan la región desde hace años, como alta ocurrencia de incendios e intencionalidad, ataques a empresarios forestales, robo de madera y el control territorial en extensas áreas de la provincia de Arauco. Estas condiciones son indispensables para que vuelva la inversión”, puntualizó.
Héctor Medina es uno de los nombres que más se repitió en los titulares de los medios durante este semestre, tras la crisis de la usina de Talcahuano.
Marchas, manifestaciones, reuniones con representantes políticos. En ese tipo de espacios se pudo observar a quien preside el Sindicato 1 de Trabajadores de Huachipato.
Consultado por las medidas que se deben tomar para el desarrollo del Biobío, el dirigente expresó que lo más importante es fortalecer e incrementar la inversión extranjera.
“Con ello también fortalecer los liderazgos de trabajadores, empresarios y de Gobierno”, agregó Medina, para quien la Región del Biobío tiene una ventaja única a nivel país por su condición industrial y de centro de universidades.
“Nuestra Región abastece a todo Chile, de norte a sur, con profesionales altamente capacitados. Tenemos todas estas condiciones de ventaja y con eso hay que apuntar a la inversión desde el extranjero”, sumó.
Desde Puerto Coronel, donde se centraron las miradas en los últimos dos meses, Raúl Cabeza, presidente del Sindicato de Estibadores del terminal portuario y vocero de la Unión Portuaria, coincidió en dos grandes puntos anteriores: inversión y conectividad.
“A raíz de lo que pasó en el puerto (paro cercano a los dos meses) quedó de manifiesto que se necesitan varias cosas en búsqueda del desarrollo, partiendo por la instalación de mesas de trabajo que incluyan hasta las pymes. Creo que el poder entender y conocer de manera directa los problemas de terceros ayudaría mucho a encontrar soluciones”, dijo el dirigente, agregando que “a eso también hay que agregar mejoras en la conectividad de la zona. Algo claro es lo que ocurre en el tramo de Concepción-San Pedro de la Paz, y San Pedro de la Paz- Coronel”.
Sobre el tema de la inversión, para Cabezas es importante “contar con más inversión pública y privada”.
Vale recordar que un reciente informe del Banco Central (BC) situó al Biobío como la Región que más creció en todo el país.
El Producto Interno Bruto (PIB) de la zona aumentó un 5,9% siendo la industria manufacturera, Energías y pesca las que impulsaron el ascenso. A Biobío la secundan las regiones de Aysén con un 3,8%; Coquimbo con 3,5%; y Tarapacá con 3,3%.
De acuerdo al estudio del BC, todo esto proviene de la industria manufacturera; Energías, Gas y Agua (EGA) y la pesca, como principales impulsores, durante 2023.
A nivel nacional, el PIB experimentó un crecimiento del 0,2%, con once de las dieciséis regiones del país registrando aumentos en su actividad económica durante el último año.