Desde bicicletas a entradas para conciertos: la nueva cultura del ahorro en los niños y niñas
31 de Marzo 2024 | Publicado por: Nelson Ojeda
Cada vez se hace más común ver como hijos, sobrinos, ahijadas, desarrollan este hábito y no para compras pasajeras, sino que con objetivos más grandes como viajes o la adquisición de un televisor a temprana edad. Un fenómeno que va al alza.
Una bicicleta y un televisor. A sus 8 años de edad es lo que Amparo Guerrero ha logrado comprar por cuenta propia.
Una cuestión que suena hasta simple para cualquier adulto, pero anecdótico muchas veces cuando se trata de niños y niñas.
Sin embargo, el caso de Amparo es una tendencia de los últimos años. Atrás van quedando esos días en que el tema del dinero era algo prohibido para los hijos dentro del hogar. Una cuestión que solo era patrimonio y facultad de los padres en su rol de proveedores.
Basta echar una mirada por redes sociales para constatar que cada vez se hace más habitual ver a amigos, familiares y conocidos subiendo imágenes de hijos y sobrinos con sus nuevas adquisiciones. Estas van desde camisetas de fútbol a computadores. Todo esto como resultado de una cultura del ahorro que se ha acuñado en las nuevas generaciones.
Tendencia, que dicen padres y expertos, llegó para quedarse.
Ahora será un viaje
Amparo cursa tercero básico. Hija de padres profesores y comerciantes ha crecido en un ambiente donde las palabras como activos, ganancia, ahorro, son parte del día a día. De hecho, junto al hogar familiar, en el primer piso del inmueble funciona un almacén que data desde hace dos generaciones, en el sector Los Cerros de Talcahuano.
Su primera compra fue a los 6 años, en esa ocasión fue el televisor. “Fue durante la pandemia. Primero estaba ahorrando para su cumpleaños pero vino este evento y la prioridad cambió. Amparo dijo que quería un televisor para su pieza y con mi marido (Patricio Guerrero) le propusimos que ahorrara. Juntó $120 mil y con eso la compró”, contó Caroll Ruiz, su madre.
Caroll detalla que la plata se fue juntando por dos vías: la venta de waffles con helado, cuestión que habían comenzado en el verano previo a la oficialización de la pandemia en el país, y el dinero que suelen regalar los familiares.
“Mi tata le regala todas las semanas $5 mil para que compre colación, pero Amparo lo guarda y va ahorrando. Ahora su prioridad es ir a La Serena para su próximo cumpleaños. La idea es que al menos logre juntar plata para el pasaje”, agregó.
“A los 6 años compró la tele, a los 7 ahorró para arrendar un local de eventos para su cumpleaños, a los 8 compró su bicicleta, y ahora el destino es La Serena”, enumeró.
Algo similar cuenta Cynthia Quezada. Su hija Amanda Aguayo (9) realizó sus primeros ahorros en la pandemia.
A medida que iban llegando bonos estatales la niña comenzó a juntar dinero. El resultado fue la renovación de su pieza la que, como fue la tónica en la época de cuarentena, necesariamente se fue transformando no solo en un espacio de descanso sino que también de estudios. “Compró escritorio, muebles, cortinas, ropa de cama”, contó Cynthia.
“Amanda de muy chiquitita ha ido ahorrando la plata del ‘conejito de los dientes’. Todo lo guarda en una alcancía la que hace un tiempo la tuvimos que cambiar porque ya le quedaba chica”, narró Quezada, agregando entre risas que “tiene mayor capacidad de ahorro que nosotros. Es que de muy pequeña lo ha aprendido. A medida que compra nunca gasta todo, siempre va guardando, sabe utilizar la mesada que ahora le damos en la casa”.
Martín Muñoz (14) cursa primero medio. Desde los 10 años que ha incorporado el ahorro. “Lo hice para poder comprar cosas por mi propia cuenta”, expresa a propósito que desde entonces hasta ahora ha comprado desde ropa y zapatillas, hasta entradas VIP para conciertos.
El método ha sido en base a dinero en efectivo que regalan familiares en fechas como cumpleaños y navidad, e incluso la venta de una antigua consola. “Es importante aprender a ahorrar desde temprano porque así las personas pueden manejar su dinero de una manera responsable”, agregó este estudiante de primero medio.
Para el Doctor en Ciencias Económicas y académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (Facea) de la Universidad de Concepción, Juan Saavedra, este fenómeno es algo totalmente positivo, pero advierte que es algo que está de regreso.
“Es algo que se retomó. Antiguamente en Chile estaba esa cultura donde los padres abrían una cuenta de ahorro a los hijos y los iban educando al respecto. Eso duró como hasta la mitad del siglo pasado, luego se diluyó a propósito del mal momento por el que pasó el país. Estoy hablando de las décadas de los 70’ y 80´. Ahí había menos capacidad de ahorro”, comentó el experto.
Educación financiera
A nivel privado y estatal se han impulsado medidas de educación financiera. Un ejemplo de eso es la página exclusiva de estos contenidos de la Comisión Para el Mercado Financiero (CMF). Fondos Mutuos, Ley de Fraudes, entre otros, son parte de los temas que se observan en el portal.
Algo parecido ha hecho el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), el que de hecho ha elaborado la Guía Familiar de Educación Financiera.
Saber qué es un crédito de consumo o un crédito automotriz es parte de lo que se enseña en el documento, junto con preguntas y respuestas como: “¿Qué es un crédito?: Es una operación financiera que involucra dos partes interesadas, una de las cuales entrega una cantidad de dinero a la otra, la cual se compromete a pagarla en un plazo determinado, cumpliendo con ciertas condiciones que quedan estipuladas en un contrato”.
“Las nuevas generaciones tienen cultura financiera. Nosotros somos la generación que no obtuvo eso y ahora de adultos nos damos cuenta de su importancia”, comentó Cynthia explicando que estos temas no son ajenos hasta en el espacio hogareño. “Mi esposo (Patricio Aguayo) es de ahorrar en cuentas a plazo. Amanda siempre ha escuchado sobre cómo generar ganancias. El año pasado le compré golosinas, eso como su capital. Las comenzó a vender y a medida que generaba ganancias fue comprando más. Esta generación sabe lo importante que es guardar, administrar e invertir”, comentó Cynthia Quezada.
Según la Dra. Silvia Martínez, académica de Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) “en Chile, el 30% de los jóvenes del país declaran estar altamente endeudados. La educación financiera provee los conocimientos básicos y las herramientas necesarias para el manejo responsable del dinero que nos ayudan a evitar situaciones de endeudamiento a futuro por desconocimiento”.
“Para estimular el ahorro, primero es importante que los padres acompañen a sus hijos en el proceso de priorización (diferenciando entre necesidades, caprichos temporales y deseos) y planificación del ahorro”, dijo también la académica, concluyendo que “se les debe enseñar a administrar su presupuesto limitado (por ejemplo, a través del otorgamiento de una paga fija semanal), guardando una fracción del dinero conseguido poco a poco para conseguir el objetivo deseado”.