Esto tras la idea del Ejecutivo, por medio del MOP, sobre un mecanismo para “castigar” el exceso de uso de este elemento, y en el contexto del cambio climático.
Tras la idea de generar un nuevo cobro por sobreconsumo residencial de agua potable, dado a conocer por la ministra de Obras Públicas, Jéssica López, asociaciones de consumidores de la región del Biobío manifestaron estar de acuerdo con medidas que mejoren el consumo sostenible, pero a su vez, solicitaron un diagnóstico acabado y real sobre los orígenes actuales del uso en cantidades que superan los 30 o 40 metros cúbicos por vivienda.
Pablo Rodríguez, director ejecutivo de la Asociación de Consumidores y Consumidoras (Fojucc) de Concepción, sostuvo que “las asociaciones de consumidores siempre estaremos de acuerdo y en línea con todo lo que sea en beneficio de un consumo sostenible, una producción limpia y procesos productivos responsables”.
“Pero cuando se pone al consumidor como uno de los principales responsables del mayor consumo, creemos que puede haber un error en el diagnóstico, dado que muchas veces los orígenes corresponden a procesos productivos insostenibles y deficientes políticas de eficiencia hídrica de algunas empresas y fábricas del país, incluso hemos observado situaciones en que hay escenarios de robos y usos indebidos de las aguas, por lo que no compartimos sindicar al usuario residencial del agua potable, como los que pueden estar entre los más responsables”, agregó.
Del mismo modo, apuntó a que “como asociación de consumidores estamos claros en que hay que asumir una responsabilidad, pero esperamos que esta no sea la única medida, ni se tienda a pensar que los consumidores residenciales somos los principales responsables”.
Otro punto relevante para Pablo Rodríguez, es la incidencia que puede tener la mayor llegada de migrantes al país, ya que “en la actualidad probablemente no hay un diagnóstico real que considere, por ejemplo, la situación donde más personas habitan una misma vivienda o donde existe un aumento de la informalidad con emprendimientos que pueden incidir en un mayor consumo residencial”.
Por su parte, Arturo Espinoza, presidente de la Asociación Regional de Consumidores Adultos Mayores (Arcam) del Biobío manifestó que “nuestra visión es que debería haber un estudio profundo y una política nacional de consumos de agua dado que enfrentamos una sequía a nivel país”.
“El tema es que no se debería programar un alza pareja de la tarifa, que no considera las situaciones particulares de los territorios, porque no es el mismo consumo de agua en Arica, por ejemplo, que el de Concepción o Valdivia, ni tampoco entre quienes la usan para llenar piscinas o jardines”.
El presidente de Arcam Biobío coincidió con Fojucc en cuanto a que “es importante que el diagnóstico que se haga considere situaciones como el aumento de migrantes, en que es posible ver cuatro o cinco familias habitando una misma vivienda o el caso de emprendimientos informales que surgieron durante y después de la pandemia, especialmente aquellos que hacen uso más intensivo del agua potable residencial”.
Arturo Espinoza hizo además otras propuestas complementarias para generar ahorros en el uso del agua a la vez que destacó que como organización, el año pasado, realizaron una serie de talleres orientados a promover conductas tan simples como cerrar la llave del baño al momento de lavarse los dientes.
“Sería bueno considerar acciones respecto de masificar las desalinizadoras, ya que existen muchas comunas que son costeras. Además, estamos ad portas de la realización de un nuevo censo donde se podría aprovechar para realizar algunas consultas relativas al ahorro de agua residencial o la recolección de aguas lluvia”, sostuvo.
Claudio Morales, seremi (s) de Obras Públicas de Biobío señaló que “en un contexto de cambio climático y la crisis hídrica que vive el país es muy relevante poder generar incentivos o desincentivos para generar un correcto uso del agua. En este sentido, la ministra de Obras Públicas (Jessica López) ha planteado una idea que es interesante evaluarla, tanto por la vía administrativa, o bien, por proyectos de ley, que vengan a generar desincentivos por tarifas de sobreconsumo y fomentar el ahorro de agua en las viviendas”.
Del mismo modo, el jefe (s) de la cartera de Obras Públicas en Biobío explicó que “esto está planteado para el mundo urbano. Hay un estudio encargado a la Superintendencia de Servicios Sanitarios para poder avanzar en esta idea y ver la factibilidad de implementarla. A su vez, acá, desde la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del MOP, en la Subdirección de Servicios Sanitarios Rurales, también tenemos la misión de implementar tarifas que es un tema que está normado por la Ley 20.998 donde viene un proyecto de tarificación en que efectivamente esto se recoge a través de la existencia de tarifas escalonadas a través de 15 metros cúbicos con tarifa normal para uso estándar, pero al superarlos a más de 30 o 40 metros cúbicos, existen castigos en la tarifa, siendo una herramienta que ya se usa hoy día en el mundo rural”.
A nivel parlamentario, el senador por la Región del Biobío, Gastón Saavedra (PS), ha sido parte de quienes solicitó trabajar en soluciones con innovación tecnológica para resolver problemas de riego y de provisión de agua para el consumo humano en forma definitiva y puso en la mesa iniciativas promovidas por municipios cordilleranos del Biobío.
Cabe recordar que existen emprendimientos con innovación tecnológica apoyados por IncubaUdeC que buscan un uso más eficiente de las aguas lluvias.Tal es el caso de la empresa Cosecha de Agua que en 2020 obtuvo el noveno lugar, entre 600 competidores al concurso internacional Idea Viva Schmidheiny.
“Son sistemas de recolección, descartado, filtrado, clorado y almacenamiento de agua de lluvia para uso agrícola, industrial o doméstico, que funciona como alternativa hídrica para personas que sufren la sequía, que no tienen agua potable o redes sanitarias”, explicó Janis Gómez, co fundadora de Cosecha de Agua.