Tomar café en un rincón ambientado en Harry Potter, o comer un dulce junto a clásicos del Animé, son parte de los nuevos espacios gastronómicos del centro de Concepción.
Con la interconectividad que permiten las tecnologías en la comunicación para que las personas conozcan más temas que les parecen interesantes, el conocimiento va creciendo
En este sentido es que la globalización toma un protagonismo relevante al poner al alcance de un click cualquier tipo de cultura, al margen de la frontera nacional, generando nuevas tendencias en cuanto a gustos y estilos de consumo.
Ante estos gustos los locales comerciales ya no venden simplemente comida o bebidas, o pasar el tiempo. Hoy son varios los negocios que están evolucionando y adaptándose a las nuevas y antiguas generaciones que ya no salen a comer, sino que buscan una experiencia única adaptada a sus preferencias.
Ya no solo el espacio físico del local el que es diferente, sino que postulan una temática diferente y basan en esto tanto su menú como la ambientación del espacio.
En el centro de Concepción ha presenciado la instalación de locales temáticos que gracias a fanáticos de los temas que quieren representar estos negocios, les ha permitido desenvolverse efectivamente.
La cafetería mezcla la cultura japonesa y Animé con un ambiente grato y cercano para los clientes, se especializan en la preparación de dulces y bebidas tradicionales, y mezclan los productos con la ambientación, para que clientes, que gusten o no de la cultura puedan vivir una experiencia agradable como esperaban conseguir los dueños.
“Partimos hace mucho tiempo, 7 años, con el tema de los dulces para solventar nuestras carreras universitarias, nos gusta mucho la cultura japonesa oriental, y con el tiempo la gente empezó a preferir mucho nuestros dulcecitos, llegó el tema de la pandemia y vimos la oportunidad de planificar mejor el tema de la cafetería”, explicó Franco Roa, administrador de la cafetería Candyuwu.
Los productos que la cafetería ofrecen están relacionados con la cultura oriental, principalmente presentan en su carta postres japoneses, como los dorayakis, que son bizcochos tradicionales japoneses, pudin y cheesecake japonés, dulces difíciles de elaborar y aún más complicados de encontrar en una ciudad.
Los dangos, esferas de masa de harina de arroz con sabores frutales, son su producto estrella, no hay nadie más en la ciudad que los haga ni que los comercialice.
“Solo nosotros vendemos los dangos, normalmente las personas vienen muy temprano y se llevan los dangos y se acaban, porque son muy limitados” agregó Roa.
Igualmente, la cafetería tiene bebidas especializadas, aparte de una carta de café, ofrecen té tematizado todos los meses. Té de lavanda fue la selección de Julio.
También entregan el popular bubble tea, que consiste en una bebida que contiene perlas de tapioca con leche, caramelo y te negro.
“La gente se ha entusiasmado mucho con la cafetería, con los dulces japoneses y la temática oriental. Los clientes también se entusiasman porque pueden dejar sus huellas en nuestro local, ellos dejan origamis y dibujos que hacen mientras esperan y también pueden dejar sus deseos en la entrada del local, todo eso es parte de la temática oriental”, concluyó Franco Roa.
Pero no solo la temática oriental es lo que buscan los penquistas. El Café Lumus es otro ejemplo de esta corriente culinaria que ingresó a Concepción.
La cafetería, inaugurada por los profesores Yasna Sepúlveda y Eduardo Vargas, mezcla la literatura con una bebida caliente, un ambiente rodeado de libros de diferentes géneros, establecido para crear una experiencia sacada de una biblioteca, y reunidos para formar el espacio lo más agradable para que fanáticos de la lectura pueden asistir a leer, consumir alimentos y disfrutar de todo lo que entrega la cafetería.
Eduardo Vargas, co-creador del Café Lumus, contó que “Yasna sufrió de depresión severa durante la pandemia ejerciendo como profesora, por ende, decidió salir del aula realizando alguna actividad que les gustara, pero que no la alejara de lo que realmente le gustaba, la literatura. Nuestra motivación es sacar la literatura de los lugares comunes y encontrarlos en espacios tan comunes como un café”.
El espacio le da un giro literario a los productos como lo son el café, las infusiones y los sándwiches, y los preparan y nombran en torno a libros famosos de magia y fantasía. La instancia que entrega permite ambientar al consumidor que, tal vez no sea un ávido lector, pero el ambiente le hará sentir dentro de sus páginas favoritas.
“Nos relacionamos con movimientos y agrupaciones que estimulen y animen a las personas a ser parte de este encuentro entre un café y su enlace con las letras. Personas que gustan de los libros, niños, jóvenes y familias vienen a leer y hablar de literatura. Otros, a reencontrarse con el mundo mágico y los guiños a la literatura de Harry Potter, pero, en definitiva, para cualquier amante de las buenas historias”, concluyó Vargas.